Harry y Meghan adoptan perra tatuada con número de serie, rescatada de horrible laboratorio de investigación
Una abogada de derechos de los animales de Los Ángeles reveló que recibió una llamada de la duquesa de Sussex sobre la adopción de la beagle
El príncipe Harry y Meghan Markle adoptaron una nueva beagle llamada Mamma Mia, la cual tiene un número de serie de seis dígitos tatuado en el interior de sus orejas y la rescataron de una planta de investigación superpoblada en Virginia.
La abogada de derechos de los animales, Shannon Keith, quien dirige el Beagle Freedom Project, le dijo a Los Angeles Times el miércoles que Meghan “la llamó personalmente” para adoptar a la perra de siete años.
“Llamó a mi celular desde un número privado y dijo: ‘Hola Shannon, soy Meghan’”, explicó Keith. “Hablamos durante 30 minutos y pensé: ‘¿Es Megan Fox?’”.
Sin embargo, al final se dio cuenta de que en realidad era la duquesa de Sussex, quien conoció a la perra junto a Harry en la casa de Valley Village, donde tiene su sede la organización sin fines de lucro de Keith.
“La duquesa carga a Mia y dijo: ‘La vamos a adoptar’”, explicó Keith. “Ella aclaró: ‘No, no queremos un cachorro de Navidad. … Queremos uno de mayor edad al que podamos ayudar’”.
Antes de decidir adoptar a Mia, Harry y Meghan jugaron con ocho cachorros recién nacidos de Maryland, quienes también habían sido rescatados de la planta de cría e investigación de Envigo.
Sin embargo, antes de irse con su nueva mascota, Keith contó que Harry decidió volver a la casa de Valley Viallage para conseguir algo para Mia.
“Fue ‘Bueno, no podemos irnos todavía porque hay algo en esa casa trasera que ella necesita. ¿Tiene un juguete favorito o algo así?’”, relató Keith.
Harry abrió una caja de juguetes para que Mia buscara, antes de encontrar un zorro de peluche, con el que había jugado en su viaje de Maryland a California. El miembro de la realeza luego expresó: “Está bien, ahora podemos irnos a casa”.
Una portavoz de la pareja le confirmó su visita a Valley Village a The Times, pero la pareja no hizo ningún comentario sobre la adopción. No se tomaron fotos de la visita, ya que Harry y Meghan estaban acompañados por dos guardias de seguridad.
La portavoz de Meghan también declaró quería rescatar a un beagle desde hace años y que cuando se enteró del cierre de Envigo, quiso ayudar. Ella también sabía que quería un perro mayor, pues puede ser más fácil para los cachorros encontrar un hogar seguro.
Mia fue solo una de los 4.000 beagles que fueron rescatados del criadero, el cual era conocido por suministrar beagles para fines médicos y de investigación y al final cerró después de haber recibido múltiples demandas.
A los beagles los han trasladado a diferentes refugios y grupos, incluido el Beagle Freedom Project de Keith, el cual coloca a los perros en casas de acogida seguras hasta que encuentran un hogar permanente.
Según lo informado por CNN, se documentaron más de 70 violaciones del bienestar animal en el criadero después de una serie de inspecciones durante nueve meses. Más de 300 cachorros beagle murieron en la instalación entre enero y julio del año pasado, según documentos judiciales.
La HSUS (Sociedad Protectora de Animales de EE.UU.) y el Departamento de Justicia emitieron un comunicado en julio sobre el traslado de los beagles fuera de las instalaciones.
“En este momento, nos comunicamos con nuestros socios de refugio y rescate y nos preparamos para asumir el proceso monumental de asegurar la ubicación de estos perros”, se lee en el comunicado. “Ahora que el Tribunal aprobó el plan de transferencia conjunta, nosotros y nuestros socios nos preparamos para actuar rápidamente para llevar a estos beagles a hogares amorosos”.