Reddit: pasajera se niega a ceder su asiento a una madre y a su hijo
Otros usuarios dejaron comentarios en los que contaron experiencias similares
Una mujer se negó a ceder su asiento de avión para que una madre y su hijo pudieran sentarse juntos.
En una publicación compartida hace poco en el popular subreddit “Personas con derechos”, la usuaria contó que ella y su marido viajaban habitualmente por trabajo y que ya habían asumido que, en algún momento, alguien les “robaría” sus asientos.
“Algunas de mis historias favoritas en Reddit son sobre personas a las que se sermonea por robarse asientos de avión. Con el aumento de este tipo de ladrones, muy probablemente debido a que las aerolíneas casi que te obligan a pagar por las ubicaciones si quieres sentarte al lado de tu acompañante, he estado esperando encontrarme con uno de ellos”, explicó la mujer antes de añadir que, efectivamente, le había sucedido.
Luego detalló que, tras despertarse a las 03:00 a. m. para llegar puntual al aeropuerto, no “estaba de humor” para lidiar con una madre y su hijo que se habían sentado en los asientos que ella y su marido habían pagado.
Cuando les comentó que esos asientos eran de ellos, la madre del niño sonrió y le respondió que una azafata los había sentado allí porque los que habían reservado no estaban ubicados en la misma fila, pero la usuaria no le creyó.
A continuación, explicó que le dijo de buenas maneras que habían pagado por esas ubicaciones, por lo que querían sentarse allí. La madre siguió esbozando una sonrisa tensa, les señaló otros asientos vacíos que estaban detrás y les preguntó si no les molestaba sentarse allí, ya que ellos ya estaban instalados y cómodos.
“Le respondí que sí nos molestaba, ya que aún había pasajeros abordando, por lo que esas ubicaciones podrían estar reservadas, y realmente se genera desorden si la gente se sienta en cualquier asiento. Acto seguido, su sonrisa comenzó a desaparecer y me dijo que si no había más asientos disponibles después de que terminara el embarque, se moverían”, contó la usuaria en respuesta a la actitud de la mujer.
Luego, tras rehusarse a esperar en el pasillo, la mujer explicó por qué le correspondían esos asientos: “Me gustaría que la policía pudiera identificar nuestros cuerpos por el número de asiento en caso de que el avión se estrelle y nuestras familias quieran enterrar nuestros restos”.
Al instante, la madre y el niño se levantaron y se movieron de ubicación sin decir más.
Muchas personas dejaron comentarios en la publicación en los que contaron sus propias experiencias con este tipo de personas y explicaron que siempre había una razón por la que la gente reservaba sus asientos, ya sea por un tema de altura o de comodidad.
“Como soy muy alto y robusto, esto me ha pasado más de una vez. Y lo que me molesta es que siempre es una mujer de 1,50 m con su marido de 1,70 m que quieren sentarse en la fila que está cerca de la salida de emergencia cuando yo no quepo en ningún otro asiento del avión, excepto en los de primera clase”, comienza un usuario en un comentario.
Y luego, agrega: “El ejemplo más gracioso que tengo para contar fue cuando la azafata se cansó tanto de discutir con una pareja para que se moviera, que me miró y me dijo: ‘Hay un asiento en primera clase si lo quieres, iba a ofrecérselo a estas personas, pero está claro que quieren estos asientos’ y luego me guiñó un ojo. Yo me reí de lo molestos que estaban y me dirigí a primera clase”.
“A mí me sucedió algo parecido. Mi hijo tenía tres años y mi hija casi uno, por lo que la llevaba en brazos. Pagué por tres asientos ubicados uno al lado del otro para que yo pudiese sostener a mi hija y mi hijo se sentara en el medio. Embarcamos tarde, ya que, antes de subir, llevé a mi hijo al baño. Cuando subimos, había dos personas sentadas en nuestros asientos”, comentó otra persona.
Por último, señaló: “El tipo del primer asiento me dijo que solo se había sentado ahí para no estar parado en el pasillo y que volvería a su lugar. Pero la señora que estaba sentada en la ventanilla me preguntó: ‘¿Pagaste por los tres asientos?’. A lo que yo la miré y le contesté que sí, que éramos cuatro en total. ‘¿Hay algún problema?’, le dije. Me respondió que no. ‘Supongo que tendré que ir a mi asiento del medio’, me dijo luego. Si querías un mejor asiento, deberías haberlo pagado”.
Traducción de María Luz Avila