Creciente violencia y alto empleo informal, los grandes desafíos del próximo presidente de Ecuador

Gonzalo Solano
Jueves, 10 de abril de 2025 09:32 EDT

El mandatario ecuatoriano Daniel Noboa y la izquierdista Luisa González se medirán el domingo en el balotaje presidencial en el que los ecuatorianos decidirán quién guiará al país los próximos cuatro años.

Noboa, del movimiento Acción Democrática Nacional de centroderecha y González, que va por el partido Revolución Ciudadana del expresidente Rafael Correa (2007-2017) fueron los más votados en una apretada primera ronda de febrero en la que el mandatario obtuvo 44,17% de los votos y la abogada 44%.

Quien resulte electo el domingo tendrá como principal desafío la lucha contra la creciente violencia criminal, que se expresa a diario a través de sicariatos, secuestros y extorsiones.

Según la policía, en enero y febrero se cometieron 1.529 asesinatos, el bimestre más violento en 15 años cuando Ecuador comenzó a llevar estos registros.

Aunque en polos ideológicos opuestos, ambos candidatos proponen una política de mano dura, mejor coordinación y equipamiento de las fuerzas del orden y buscar asistencia internacional para enfrentar al crimen organizado.

“Cuando toca salir a la calle, salgo con lo mínimo para que en caso de asalto la pérdida no sea mayor”, dijo a The Associated Press el ama de casa Soledad Padilla. “No sé qué pueda hacer el nuevo presidente, pero es necesario que haga algo porque no podemos seguir así”.

El analista y experto en seguridad Mario Pazmiño explicó que a pesar del estado de conflicto armado interno declarado en enero de 2024 por Noboa —que permite la acción conjunta de la policía y el ejército en el control del orden público—, el Estado “no tiene un control sobre todo el territorio y eso lo aprovecha el crimen organizado”.

Hasta ahora, agregó, el gobierno se ha concentrado en hacer operativos en zonas calientes que luego abandonan y vuelven a quedar en manos de bandas delictivas. “Es hora de cambiar de estrategia”, aseguró.

Es clave que se “imponga una presencia fuerte y efectiva de la fuerza pública en las fronteras con Colombia y Perú” porque desde allí entra la mayor parte de la droga al país.

El otro gran objetivo es generar las condiciones económicas para hacer crecer el empleo formal. Al cierre de 2024 sólo un 33,7% de los ecuatorianos activos poseían un trabajo con estas características mientras que la cifra de ciudadanos con empleos informales, —como vendedores ambulantes- se ubicó en 52,4%, de acuerdo con el Instituto de Estadística y Censos.

“Yo quisiera que los candidatos no sólo hablen de crear trabajo, sino que ya den trabajo”, afirmó la empelada doméstica Neiry Espinosa, cuyos hijos de 30 y 19 años están sin trabajo.

Noboa, quien respalda el libre mercado y sostiene que el sector privado debe ser el que genere dinamismo económico, prometió un millón de empleos en cuatro años para lo cual prevé crear incentivos para la contratación de jóvenes y modificar la estructura educativa para mejorar las oportunidades laborales.

González, por su lado, ha dicho que creará dos millones de empleos mediante el incremento de la inversión estatal en obra pública además de reactivar el crédito para el sector social y productivo.

José Hayek, un joven profesional en turismo y hotelería relató a AP que tras graduarse de la universidad estuvo sin trabajo por dos años en los que “en medio de mi desesperación, busqué incluso en áreas que no eran de mi profesión”.

“El punto es que el nuevo presidente debe generar las condiciones para que haya inversión privada y pública y para que eso se traduzca en generación de empleo”, dijo el analista Fernando Buendía.

El nuevo presidente debe hacer “un esfuerzo extraordinario para generar los medios económicos” y sugirió recuperar más de 3.000 millones de dólares en impuestos no pagados y recaudar fondos mediante la preventa de recursos petrolíferos.

“En este año la economía ha tenido un cierto repunte”, destacó el director del Observatorio de la Política Fiscal, Jaime Carrera, quien puntualizó que la inflación está en un 0,2%, la más baja en muchos años, la reserva monetaria en cerca de 8.000 millones de dólares y el sistema financiero está muy sólido.

“En elecciones los candidatos ofrecen de todo, si cumplen sólo un poquito de lo que dicen, nuestro país estaría mucho mejor”, expresó Lourdes Quintana, empleada de una farmacia en el norte de Quito.

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