Empleados federales podrían recibir más exigencias para justificar su trabajo bajo órdenes de Musk

Chris Megerian
Martes, 25 de febrero de 2025 15:38 EST
TRUMP-DOGE
TRUMP-DOGE (AP)

Es poco probable que la agitación que ha sacudido a la fuerza laboral federal en los últimos días llegue a su fin en el corto plazo, ya que la agencia de recursos humanos del gobierno de Estados Unidos considera cómo cumplir con las demandas del multimillonario Elon Musk.

La Oficina de Administración de Personal informó el lunes a los dirigentes de las agencias federal que sus empleados no tenían que cumplir con un edicto inspirado por Musk que exigía a los trabajadores informar sobre sus logros recientes o arriesgarse a ser despedidos. Pero más tarde esa noche, la dependencia envió otro memorando insinuando que podría haber solicitudes similares en el futuro, y que los trabajadores podrían ser sancionados por no cumplirlas.

“Las agencias deben considerar si la expectativa de que los empleados presenten actividades y/o logros debe integrarse en el Informe de Actividad Semanal de la agencia”, escribió el director interino Charles Ezell. Agregó que “las agencias deben considerar cualquier acción apropiada respecto a los empleados que no respondan a las solicitudes de actividad/logros”.

La Oficina de Administración de Personal envió originalmente a los empleados un correo electrónico durante el fin de semana con el asunto: “¿Qué hiciste la semana pasada?". Se pidió a los destinatarios que respondieran con “aproximadamente cinco puntos sobre lo que lograste”.

La secretaria de Prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, dijo que más de 1 millón de empleados habían respondido, lo que representa menos de la mitad de las 2,4 millones de personas que se estima conforman la fuerza laboral federal, según estadísticas de Estados Unidos. Ella mencionó que la idea de la solicitud provino de Musk, quien utilizó tácticas de gestión similares en sus propias empresas, y afirmó que el gobierno estaba “trabajando como un equipo unificado”.

Los funcionarios federales enfrentaron instrucciones contradictorias sobre si debían responder. Un empleado, que pidió hablar bajo condición de anonimato por temor a represalias, fue informado de que se esperaba una directriz que indicara que la solicitud era opcional. Pero cuando dicha instrucción nunca llegó, el empleado envió sus puntos para evitar posibles repercusiones.

Musk continuó presionando el tema en su red social X, y criticó a las personas en el gobierno que se interponían en su camino.

“¡La solicitud por correo electrónico fue completamente trivial, ya que el estándar para aprobar la prueba era escribir algunas palabras y presionar enviar!”, escribió. “¡Sin embargo, tantos fallaron incluso en esa prueba absurda, instigados en algunos casos por sus gerentes!”.

También compartió la noticia de que los números de desempleo estaban aumentando en Washington y señaló que “el pantano de (Washington) D.C. realmente se está drenando”.

El empresario multimillonario, que es el colaborados más poderoso del presidente Donald Trump, también sugirió que se le está impidiendo realizar reducciones aún más drásticas en el gasto gubernamental.

“Haré todo lo que pueda”, escribió en respuesta a los llamados a recortes más profundos. “Hay limitaciones impuestas sobre mí”.

Musk enfrenta una creciente reacción que se ha extendido desde demócratas indignados hasta republicanos escépticos que temen repercusiones políticas en sus propios distritos.

Aproximadamente la mitad de los estadounidenses señalaron que es “algo malo” que Trump le haya dado a Musk un papel destacado en su gobierno, según una encuesta de CNN de la semana pasada. Sólo un tercera parte considera que es “algo bueno”.

Otra encuesta de The Washington Post e Ipsos encontró que los estadounidenses están divididos sobre si Musk está principalmente recortando gastos innecesarios o programas necesarios, con aproximadamente un tercio en cada grupo. Otra cuarta parte dijo que no estaba segura.

La representante Lisa McClain dijo el martes que su partido únicamente estaba cumpliendo con lo que los votantes pidieron en las últimas elecciones.

“Recibimos nuestras órdenes. Escuchamos al pueblo estadounidense”, afirmó. “Y nos dijeron que querían un cambio. Y prepárense, porque eso es exactamente lo que les estamos dando”.

Alina Habba, antiguo miembro del equipo jurídico personal de Trump que ahora se desempeña como abogada en la Casa Blanca, dijo a los reporteros que la fuerza laboral del gobierno necesitaba alinearse con los objetivos del presidente.

“Si no estás en una agenda de Estados Unidos Primero, no estás aquí”, comentó.

Habba también sugirió que los empleados podrían enfrentar más demandas para explicar sus trabajos.

“Si te cuesta hacer eso durante una semana, no hay excusa para eso”, señaló. “Puedes tener un día extra para responder, pero más te vale poder responder”.

Leavitt, la secretaria de Prensa de la Casa Blanca, es una de los tres funcionarios del gobierno federal que enfrenta una demanda de The Associated Press por motivos de la Primera y Quinta Enmienda. La AP señala que los tres están castigando a la agencia de noticias por decisiones editoriales a las que ellos se oponen. La Casa Blanca dice que la AP no está siguiendo una orden ejecutiva para referirse al Golfo de México como el Golfo de Estados Unidos.

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Los periodistas de The Associated Press Josh Boak y Linley Sanders en Washington contribuyeron a este despacho.

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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.

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