Inauguración simbólica de Dos Bocas descubre problemas del plan de autosuficiencia energética de AMLO
Además de la inauguración simbólica de Dos Bocas, aún no se resuelve la carga fiscal operativa de Pemex por el tema de las pensiones y la pérdida de dinero por el porcentaje de petróleo que termina en combustóleo de cada barril que se refina
Andrés Manuel López Obrador se prepara para “inaugurar” la Refinería Olmeca, o Dos Bocas, como se le conoce de forma común, sin embargo, se tratará solo de un evento simbólico, pues de sus instalaciones, solo las oficinas están listas, mientras todo el complejo no podrá refinar un solo barril de petróleo hasta el próximo año.
La refinería que se construye en Tabasco, estado natal de López Obrador, es una de las obras insignia de su gobierno, sin embargo, ha tenido diferentes tropiezos desde su inicio. Desde inundaciones en cada época de lluvias, hasta un sobre costo que, según analistas, llegaría a ser alrededor del doble, aunque el gobierno federal dijo que sería de máximo el 30 por ciento del monto original.
La promesa de la administración de Andrés Manuel es poner fin a la importación de gasolinas, pero se trata de un objetivo de muy largo alcance que desde la administración saliente se advirtió no era posible con el plan de construir una megarefinería.
Según el informe del estado del sector energético entregado por el equipo de Aldo Flores-Quiroga, hasta el 2017 el SRN (Sistema de Refinación Nacional) contaba con 6 refinerías operando a un 80 por ciento de su capacidad. Al llegar la crisis de los precios del crudo, entre 2015 y 2016, se redujo la inversión en refinación, pues era más rentable la extracción de petróleo.
En el análisis del gobierno saliente, responsable de la apertura del sector energético a la iniciativa privada, se advirtió que el SRN requería una inversión mínima de casi 19,000 millones de dólares en las 6 refinerías sólo para cubrir el mantenimiento y la reconfiguración de Tula y Salina Cruz, de forma que Pemex dejara de perder dinero y crudo en cada barril refinado del que, entre el 30 y el 45 por ciento termina como combustóleo actualmente, un material altamente contaminante que sólo se puede exportar a un precio mínimo.
Desde el 2018 se advirtió que construir una nueva refinería tendría un costo mínimo de 13,000 millones de dólares que podría llegar a los 18,000. Hace una semana Bloomberg dio a conocer que los costos de Dos Bocas, que cuando se inició tenía un presupuesto de 8 mil millones de dólares, se elevaron, precisamente a 18,000 millones de dólares.
El gobierno federal negó la información, aunque sí aceptó que el presupuesto se había elevado entre un 20 y un 30 por ciento.
La Refinería Olmeca enfrenta otras adversidades, entre ellas, las climáticas que en ocasiones anteriores habían descartado el lugar como idóneo para construirla, pues está a merced de los temporales, como ha quedó demostrado en un par de ocasiones con fotos de todo el lugar bajo el agua. Otra es la baja en la producción de petróleo que presenta Pemex desde hace años, que pronostican la importación de crudo en las siguientes décadas si no hay inversión suficiente en infraestructura de exploración y extracción.
Todo lo anterior deriva en que el objetivo de la autosuficiencia energética quedará muy lejos de alcanzarse.