Dos Bocas costará más del doble de lo que AMLO prometió y no refinará hasta el 2023
Mientras Andrés Manuel López Obrador amenaza a las dependencias públicas de someterlas a la “pobreza franciscana”, el costo de su obra insignia se dispara a más del doble y no comenzará a operar hasta el 2023
A una semana de la inauguración de la Refinería Dos Bocas, uno de los proyectos emblema del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, comienzan a cobrar relevancia las noticias acerca del complejo que, por lo pronto, sólo tendrá un “corte de listón” simbólico, pues no podrá comenzar a refinar un solo barril de petróleo sino hasta, dicen las autoridades, el 2023.
Pero esto es solo el primer “bache” en el camino de la que, según se ha prometido, será la punta de lanza para la “autosuficiencia energética” prometida por la “cuarta transformación”, pues se dio a conocer que los costos de la obra se han disparado a más del doble de lo que en un inicio se había presupuestado. El costo se estima ahora que llegará a 18 mil millones de dólares.
La cifra se alcanzó cuando los contratos para obras de construcción hasta 2024, firmados por la Secretaría de Energía que comanda Rocío Nahle, aumentaron a más de 14 mil millones de dólares en mayo, un monto que los especialistas aseguran que aumentará hasta los 16 mil y 18 mil millones de dólares dada la inflación que no para de alcanzar niveles históricos.
El costo dado a conocer a Bloomberg por parte del personal que forma parte del proyecto de Pemex (Petróleos Mexicanos), contrasta con el nivel de inversión pública que, según las cifras oficiales, se encuentra 12 por ciento por debajo de su máximo histórico, es decir, presenta un subejercicio en tiempos en que es determinante para el crecimiento del país.
Sin embargo, el panorama parece pintar negativo para la economía mexicana, pues sólo hace unas semanas, López Obrador aseguró que pasaría de la “austeridad republicana” que ha generado fuertes recortes en el gasto público, a la “pobreza franciscana” que, según los analistas, podría poner en riesgo el funcionamiento del aparato estatal.
La refinería, cuyo nombre oficial es Olmeca y tiene programada su inauguración el próximo 1 de julio, tenía un presupuesto inicial de 8 mil millones de dólares en 2019 y un plazo de tres años para comenzar a operar, Sin embargo, los contratistas consideraron que el costo era mucho más elevado que lo que el gobierno mexicano estaba dispuesto a pagar, por lo que la mayoría se negaron a participar en la obra.
Tras la pandemia y a pesar de la promesa de Andrés Manuel para no encarecer la obra y entregarla en tiempo y forma, con los problemas en las cadenas de suministro, los contratos de Pemex pasaron de 100 a alrededor de 270, según una fuente interna que pidió mantenerse anónima.