AMLO se enfrasca en pelea con periodista en medio de reclamos feministas
El presidente de México aprovechó su conferencia de prensa matutina para exhibir la presunta propiedad de lujo de un comunicador; el reportero asegura que no responderá porque le parece “desalmado que hable de mí para no enfrentar la exigencia de las mujeres en el país”.
El lunes 25 de abril, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), aprovechó su habitual conferencia de prensa matutina para exhibir la presunta propiedad de lujo del comunicador Carlos Loret de Mola, quien se desempeña como titular del espacio informativo Latinus y como columnista en los diarios El Universal y The Washington Post.
AMLO aseguró que la supuesta propiedad de Loret de Mola está ubicada en Polanco, uno de los barrios más exclusivos y de mayor plusvalía de la Ciudad de México; y que el apartamento fue adquirido por 48 millones de pesos, cerca de 2,3 millones de dólares. Según el primer mandatario, la casa del periodista actualmente tiene un valor de 122 millones de pesos, 5,9 millones de dólares.
“No, pues sí se rayó”, dijo AMLO cuando le preguntó el valor de la vivienda al vocero de la Presidencia de México, Jesús Ramírez Cuevas.
La compra de la propiedad habría sido efectuada a través del abogado de Carlos Loret, el exprocurador general de la República Mexicana, Ignacio Morales Lechuga. AMLO aprovechó su conferencia televisiva para asegurar que la familia del periodista “tiene como 12 departamentos. Él tiene una mansión en Valle de Bravo –uno de los municipios más exclusivos del Estado de México– de cerca de 40.000 metros cuadrados”.
El mandatario mencionó que va a “seguir esperando que dé a conocer cuánto [dinero] tiene, porque este departamento lo compró en 2019 su abogado, una ‘finísima’ persona, el notario público Morales Lechuga”.
Tras la exhibición pública, el periodista Loret de Mola aseguró que no le respondería al presidente mexicano porque le parece “desalmado que hable de mí para no enfrentar la exigencia de las mujeres en el país”. A través de su cuenta de Twitter, emitió el siguiente mensaje:
“Presidente López Obrador: hoy no voy a contestar a sus calumnias. Me parece desalmado y ruin que usted hable de mí para no enfrentar la exigencia de las mujeres en todo el país porque las están matando cada vez más. Ocúpese”.
Mientras el presidente mexicano se enfrasca en una batalla sinsentido con los periodistas críticos de su administración, el reciente repunte de los casos de feminicidios en México despertó el descontento nacional y centenares de mujeres salieron a las calles a manifestarse contra el flagelo.
El caso de la joven Debanhi Escobar, de 18 años, provocó indignación y varias organizaciones que abogan por los derechos de las mujeres salieron a pedir justicia en la Ciudad de México. Escobar desapareció el 9 de abril, días después su cadáver fue encontrado en la cisterna de un hotel de Monterrey.
El subsecretario de Seguridad Pública de México, Ricardo Mejía, describió el cuerpo de Escobar como “irreconocible” y agregó que las autoridades solo identificaron a la joven por el collar con un crucifijo que llevaba alrededor del cuello y la ropa que, según se describió, llevaba puesta la noche que desapareció hace casi dos semanas.
De acuerdo con cifras oficiales, en el primer trimestre de este año se registraron 229 feminicidios (asesinatos de mujeres por razones de género), según el SESNSP (Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública) de México. La lista la encabeza el Estado de México, con 39 casos; seguido de Nuevo León y Veracruz, con 21 casos cada uno.
Los municipios más peligrosos para las mujeres y con más casos de feminicidios son Guadalupe, en Nuevo León, con cinco casos; Ciudad Juárez, Chihuahua; Ecatepec de Morelos, Estado de México; Morelia, en Michoacán; y Salinas Victoria, en Nuevo León; todos con cuatro casos cada uno.
Por si fuera poco, en México asesinan a 10 mujeres diariamente, según reconoce el propio gobierno.