Perú Libre convoca a marcha ante amenazas de golpe de estado

A menos de un mes del inicio de la presidencia de Pedro Castillo en Perú, varias personas y grupos comienzan a ver indicios de un probable golpe de estado en el país. Vladimir Cerrón, secretario general del partido político Perú Libre, pidió a los militantes y ciudadanos marchar para defender la administración de Castillo y los nombramientos de su gabinete.

La manifestación se realizará el jueves 26 de agosto, día en que el presidente peruano presentará a todos los integrantes de su gabinete frente al Congreso, a la espera de la confirmación de sus nombramientos.

Cerrón recordó la necesidad de defender el nombramiento de Guido Bellido como primer ministro y alertó ante la posibilidad de que sea sustituido de último momento por un ex ministro de justicia, a quien no identificó por nombre.

Sin embargo, las preocupaciones del líder de Perú Libre, partido que llevó a la presidencia a Castillo, son compartidas en el exterior. El Grupo de Puebla, que agrupa a varios sectores de la izquierda latinoamericana, alertó que la derecha peruana busca generar un clima social y político que podría desencadenar en un golpe de estado.

“El Grupo de Puebla reafirma su compromiso con el gobierno democráticamente electo del presidente peruano Pedro Castillo y hace un llamado de alerta a la comunidad internacional frente a las múltiples e incansables acciones de la derecha y algunos sectores de las Fuerzas Armadas que están creando el ambiente propicio para legitimar un golpe de Estado”, detalló en un comunicado de prensa.

Las advertencias de Cerrón y el Grupo de Puebla fueron retomadas por ALBA Movimientos, que expresó su preocupación por el actuar del Congreso de Perú y dejó entrever que podría apegarse a la figura de “vacancia presidencial” para destituir a Castillo.

"Estos sectores reaccionarios intentan derrocar al gobierno popular… usando la figura de ‘vacancia presidencial por incapacidad moral’, figura difusa y desprestigiada, parte de la institucionalidad desgastada y en crisis", reveló en un posicionamiento.

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Con apenas algunos días en el poder, Castillo enfrentó una serie de movilizaciones en la ciudad de Lima. Los manifestantes exigieron al Congreso peruano que destituya al mandatario y a todo su gabinete.

La presión social y mediática sobre la incipiente administración de Castillo llevó a la inesperada renuncia de Héctor Béjar, quien fue designado como canciller. Béjar se encontró en medio de una polémica por unas declaraciones en las que acusó de terrorismo a la Marina y por las que fue condenado ampliamente.

Tras su salida, el otrora canciller adelantó que el Congreso y los medios de comunicación en Perú han dado inicio a un golpe blando que tiene como fin retirar de la presidencia a Castillo.

A un día de la ratificación de su gabinete, Castillo atraviesa una crisis de aceptación entre los ciudadanos. Según una encuesta de Ipsos, el presidente cuenta actualmente con un índice de aprobación del 38%, la cifra más baja en 20 años, de acuerdo a El Comercio.