Santería cubana prevé año de esperanzas y tragedias
Este 2023 podría ser un año de esperanza y prosperidad para los cubanos pero también de inestabilidad social y agitación en el mar, según algunos de los pronósticos de varios grupos de sacerdotes de la santería de Cuba
Este 2023 podría ser un año de esperanza y prosperidad para los cubanos pero también de inestabilidad social y agitación en el mar, según algunos de los pronósticos revelados el lunes por varios grupos de sacerdotes de la santería de Cuba.
La “Letra del Año” es una suerte de adivinación particularmente seguida en la nación caribeña por la población que espera las predicciones de los babalawos, como se denomina a los religiosos de esta denominación mayoritaria en Cuba.
Según la Comisión de la Letra del Año de 10 de Octubre -nombre de un popular barrio de La Habana- el signo regente para los 12 meses venideros será Ogunda Osa y las divinidades u orishas reinantes Yemaya -la patrona de los mares y los peces- acompañada de Orishaoko -señora de la agricultura-.
“Es uno de los signos del oráculo de Ifá que tiene mensajes de esperanzas”, dijo a The Associated Press el babalawo Lázaro Cuesta, uno de los más reconocidos organizadores de la ceremonia desde los años 80.
Como contrapartida, el signo además avisa: “el que hace las cosas de la misma forma, jamás encontrará un resultado diferente. Hay que cambiar la mentalidad... y en vez de hablar y prometer hay que hacer y trabajar para lograr los objetivos”, agregó Cuesta. Si no, podría traer “tragedias en la estabilidad social y familiar”.
La santería surgió en Cuba de un sincretismo entre las religiones africanas traídas por los esclavos y las creencias católicas de los colonizadores españoles y se expandió por toda la isla y las naciones vecinas.
Aunque los creyentes en la santería consultan el sistema de adivinación de Ifá para obtener consejos, también suelen invocar la protección de los orishas a fin de enfrentar las dificultades cotidianas, desde el desabastecimiento de alimentos o la necesidad de conseguir medicinas hasta la realización de un cruce migratorio por mar o por tierra.
La isla enfrenta una fuerte crisis ocasionada por los efectos de las restricciones durante la pandemia de COVID-19, las ineficiencias propias y el impacto de las sanciones de Estados Unidos.
El sacerdote Víctor Betancourt reconoció las dificultades de transmitir el mensaje de “La Letra del Año” en un escenario de carencia y migración récord.
“Es muy difícil convencer a las nuevas generaciones. Yo en lo particular quisiera que mis amigos, mi familia, que volvieran (de otros países) y explicarles este mensaje desde el punto de vista de Ifá, que vienen buenos momentos para Cuba”, indicó Betancourt quien dijo que también podría ser una “oportunidad” para que aquellos con “cargos públicos actúen”.
La Asociación Cultural Yoruba de Cuba también dio a conocer “La Letra del Año”: el signo regente será Otura Niko y las deidades regentes Obatalá -patrona del pensamiento y la pureza- y Oshún -señora de las aguas dulces y la fertilidad-.
Para este grupo el año estará marcado por “la agitación del mar” y afectaciones en el sistema nervioso central por estrés.
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Andrea Rodríguez está en Twitter: www.twitter.com/ARodriguezAP