La ofensiva de AMLO contra la UNAM y la clase media
Al presidente Andrés Manuel López Obrador le gusta la crítica, pero cuando esta no va dirigida hacia él o hacia su gobierno. En semanas recientes, el mandatario atacó a las instituciones educativas más prestigiosas del país y algunos expertos aseguran que podría estar debilitando a la clase media, muchos de ellos provenientes de la máxima casa de estudios de México, escribe Jose Luis Montenegro
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), estudió Ciencias Políticas y Administración Pública en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y demoró 14 años en conseguir su título profesional. Sus acérrimos críticos creen que, debido a la falta de constancia y compromiso para obtener su cédula, el hoy mandatario no adoptó los ideales de la máxima casa de estudios del país, incluida la autocrítica. Por ello, dice la oposición de AMLO, quiere acallar las voces disidentes que arremeten contra la denominada “Cuarta Transformación”.
Hace unas semanas, el mandatario que se considera a sí mismo de izquierda, tomó el micrófono en su tradicional conferencia matutina y dijo que la UNAM “se derechizó”, y aseguró que se volvió “cómplice de los gobiernos neoliberales”. AMLO insistió en que la Universidad Nacional no hizo crítica al “desastre económico” cuando estuvieron en funciones los expresidentes Enrique Peña Nieto, Felipe Calderón, Vicente Fox, Ernesto Zedillo e, inclusive, Carlos Salinas de Gortari.
El presidente preguntó: “¿Qué hizo la UNAM cuando se saqueó al país?”. AMLO recordó que, en el año 2000 cuando era candidato a gobernador de la Ciudad de México, no podía pararse en la casa de estudios. “Nos organizaron una celada con porros. La UNAM estaba dominada por lo más retrógrada que había y sigue existiendo”. El presidente no cesó sus críticas durante días y ocupó su conferencia para criticar a la Universidad, asegurando que “empezaron a querer cobrar colegiatura. Desde luego, ese pensamiento surgió de la política neoliberal”.
La UNAM alzó la voz ante las expresiones del presidente mexicano y aseguró que “el compromiso y la solidaridad históricos de la Universidad con la nación son incuestionables”. En su momento, la institución agregó que siempre ha sido respetuosa de ideologías, posiciones políticas, corrientes de pensamiento y opiniones de sus estudiantes, académicos e investigadores.
Cabe mencionar que, una gran parte de los colaboradores cercanos de AMLO son egresados de la máxima casa de estudios, entre ellos, Claudia Sheinbaum, la actual gobernadora de la Ciudad de México y quien, presumiblemente, es la candidata de López Obrador para sucederlo en el año 2024; Rogelio Ramírez de la O, titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público; Olga Sánchez Cordero, extitular de la Secretaría de Gobernación; Hugo López-Gatell, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, a cargo de la cuestionada estrategia de combate del covid-19; Luisa María Alcalde, titular de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social; Rocío Nahle, titular de la Secretaría de Energía, por mencionar solo algunos.
Sin embargo, el ataque a esta institución no es casual. Algunos expertos aseguran que AMLO podría estar debilitando a la clase media, muchos de ellos provenientes de la máxima casa de estudios de México. Y hablan de una estrategia para priorizar el pensamiento de las clases bajas, minimizando la crítica que genera el otro estrato socioeconómico que es reducido en el país.
El sometimiento de la clase media es difícil de lograr. Expertos aseguran que los mensajes propagandísticos del presidente López Obrador no tienen gran eco en este sector, debido a que el grupo tuvo una formación crítica y científica que rechaza esa táctica; en tanto que los estratos sociales bajos, pueden acceder a una visión menos elaborada y “populista”, por el beneficio cortoplacista que este puede brindar a la población. Cabe mencionar que, un gran porcentaje de la clase media fue la que apoyó a AMLO en 2018 para que llegara a la Presidencia de México; y hoy, se ha convertido en su principal oposición.
Según estudiosos en México, AMLO está aplicando la máxima atribuida a Nicolás Maquiavelo: “Divide y vencerás”. Debido al raquítico crecimiento económico, la pérdida de empleos y la cifra desgarradora de muertes a causa del covid-19, López Obrador está más enfocado en los comicios presidenciales de 2024 que en las verdaderas causas que juró defender durante campaña. Y justo porque sabe hacer campaña, ya que es un auténtico “animal político”, analistas dicen que quiere dedicarse a la continuidad de su proyecto, pero con un nuevo o nueva candidata.
Más ataques a instituciones educativas
Días antes del prolongado cuestionamiento a la UNAM, López Obrador arremetió en contra del Centro de Investigaciones y Docencia Económicas (CIDE), otra prestigiosa institución a la que el mandatario calificó de “derechista” por tener a un “grupo de académicos muy conservadores”.
Los calificativos fueron emitidos luego de que un grupo de estudiantes del Centro tomara las instalaciones “ante la negativa de ser escuchados y reconocidos por las autoridades”. Los reclamos del personal y la comunidad estudiantil fueron provocados por el nombramiento de José Antonio Romero Tellaeche como director interino del CIDE, tras la salida de Sergio López Ayllón.
Los estudiantes aseguran que Tellaeche es cercano a AMLO y dicen que no respetó el proceso para formalizar su nombramiento. Hasta el momento, el paro estudiantil continúa y, en días recientes, las protestas se han intensificado pues algunas de las consignas de la comunidad han sido dirigidas al hoy director del CIDE, entre ellas, “más ciencia y menos obediencia”; “un dictador no será nuestro director”; y “fuera Romero”, entre otras.