La misteriosa desaparición de Amelia Earhart: ¿de verdad hallaron sus restos?

Un nuevo hallazgo podría cambiar todo lo que sabemos sobre sus últimos días de vida

Martes, 30 de enero de 2024 01:45 EST
Una imagen de sonar captada por Deep Sea Vision, una empresa de exploración submarina de los Estados Unidos, podría indicar la ubicación de los restos del avión de Amelia Earhart que se perdió en el océano Pacífico
Una imagen de sonar captada por Deep Sea Vision, una empresa de exploración submarina de los Estados Unidos, podría indicar la ubicación de los restos del avión de Amelia Earhart que se perdió en el océano Pacífico (Deep Sea Vision)
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Amelia Earhart realizó su última llamada de radio desde el aire a las 8:43 a. m., hora local, aproximadamente una hora después de avisar al barco Itasca de la Guardia Costera que se estaba quedando sin combustible y que no podía ver su destino, la isla Howland.

“Estamos en la línea 157 337”, detalló desde la cabina de su avión Lockheed 10-E Electra. “Repetiremos este mensaje. Lo repetiremos en 6210 kilociclos. Aguarden”.

Earhart no repitió el mensaje.

Su muerte ha sido uno de los grandes misterios de los Estados Unidos. En 1937, intentó convertirse en la primera mujer en recorrer el mundo en avión, pero su fracaso dio lugar a la operación de rescate más extensa y costosa de la historia de la Marina y la Guardia Costera estadounidenses.

Desde entonces, innumerables investigadores, periodistas e historiadores han intentado averiguar qué pasó con ella y con su navegante, Fred Noonan, el día de su desaparición, cuando sobrevolaban el Pacífico.

Los avances tecnológicos de exploración de alta mar, junto con una importante inversión de USD 11.000.000, podrían proporcionar por fin algunas respuestas definitivas.

El descubrimiento más reciente

Deep Sea Vision, una empresa con sede en Carolina del Sur, Estados Unidos, cree haber encontrado por fin el avión de Earhart en el fondo del océano Pacífico.

La empresa empezó a escanear el fondo del océano en septiembre. Su potente sonar, acoplado a un sumergible de USD 9.000.000 llamado Hugin, realizó una búsqueda en las profundidades del mar, y examinó en total más de 13.500 kilómetros cuadrados de la región donde se presume que Earhart se estrelló.

A unos 4.900 metros bajo la superficie del Pacífico, reposando entre el limo y el sedimento marino, el sonar de Hugin detectó algo inusual: la silueta de un avión.

Una empresa de exploración submarina cree haber encontrado el avión perdido de Amelia Earhart

“Sería muy difícil que alguien me convenza, primero, de que no es un avión; y segundo, de que no es el de Amelia”, declaró Tony Romeo, fundador de Deep Sea Vision, en una entrevista en el programa Today de la NBC. “No hubo otros accidentes aéreos en el área y el diseño de la cola que se puede ver claramente en la imagen no es de esta época, sin dudas”.

Romeo, exagente de inteligencia de la Fuerza Aérea estadounidense, vendió su patrimonio inmobiliario y destinó USD 11.000.000 a financiar la expedición para encontrar el avión perdido de Earhart.

“Esto es quizá lo más emocionante que haré en mi vida”, le afirmó al Wall Street Journal. “Me siento como un niño de 10 años en busca de un tesoro”.

A pesar de su entusiasmo tras el descubrimiento inicial, Romeo se mantuvo expectante. Admitió que las imágenes podían ser de rocas o de algún otro objeto bajo el agua. No obstante, sostuvo que la imagen sí refleja la forma y las dimensiones del avión que pilotó Earhart en su último viaje.

Por desgracia para Deep Sea Vision, la imagen fue una de las miles que se obtuvieron durante la búsqueda y la anomalía se descubrió tres meses después de haber sido captada. Para ese entonces, la tripulación se había alejado mucho del lugar del descubrimiento.

Con la imagen y las coordenadas, el siguiente paso para desentrañar el misterio será examinar los restos físicos.

Los logros de Earhart

La desaparición de Earhart fue el fin de una década de reportajes periodísticos y de radio que documentaron sus vuelos récord.

El 17 de junio de 1928, a los 30 años de edad, se convirtió en la primera mujer en pilotar un avión a través del Atlántico, un Lockheed Vega 5B rojo brillante al que llamaba “el viejo Bessie, un corcel de fuego”. Sus logros aparecieron en los titulares de todo el país.

En 1934, se convirtió en la primera persona en completar un vuelo en solitario a través del Pacífico, desde California a las islas hawaianas.

Al principio, Earhart fue tratada como un fenómeno de la aviación debido a su género; los informes periodísticos de la época la llamaban la primera “jovencita” en cruzar el Atlántico en avión, y otro se refirió a ella como una “aviadora”. En aquella época, los hombres dominaban el cielo. Pero a medida que demostró su destreza en la cabina, comenzó a ganar notoriedad como buen piloto, y dejó de ser solo un caso atípico. Incluso, utilizó su creciente fama para abogar por la igualdad en los cielos; en una entrevista con el Evening Star en 1929, Earhart le pidió al público que les diera “una oportunidad a las mujeres en el aire”.

“Las mujeres pueden estar en el aire como en cualquier otro deporte. Su influencia y aprobación son fundamentales para el éxito de la aviación comercial”, declaró entonces. “Miles de mujeres y niñas me escriben para conocer la verdad sobre la aviación y qué posibilidades tienen. No hay nada en la contextura de una mujer que la haga inferior al hombre como piloto aéreo. El único obstáculo para el éxito es la falta de oportunidades para recibir una formación adecuada”.

Tras numerosos vuelos exitosos y récords, a finales de los años 20 y principios de los 30, Earhart se propuso una nueva meta: convertirse en la primera mujer en recorrer el mundo en avión.

Tras su desaparición, la opinión pública mantuvo la esperanza de que apareciera y continuara volando. Pero tras dos meses de búsqueda y sin ningún rastro de ella ni de Noonan, ambos fueron dados por muertos.

La búsqueda de Earhart

Desde su desaparición, hace ya casi 90 años, los investigadores han intentado encontrar los restos de Earhart, o cualquier prueba de su desenlace.

La búsqueda más reciente que mostró algún resultado se produjo en 2012, cuando el Grupo Internacional para la Recuperación de Aeronaves Históricas descubrió que Earhart pudo haber enviado numerosas llamadas de socorro por radio tras su accidente. Según el grupo, esas transmisiones fueron ignoradas.

“Amelia Earhart no desapareció solo así el 2 de julio de 1937. Las llamadas de socorro por radio que se habrían originado en el avión desaparecido acapararon los titulares e impulsaron gran parte de la búsqueda de la Guardia Costera y la Marina estadounidenses”, explicó Ric Gillespie, director ejecutivo de TIGHAR, a Discovery News. “Cuando fracasó la búsqueda, a todas las señales de radio informadas después del extravío se las descartó de forma rotunda por considerar que eran falsas, y desde entonces, se ignoró a la mayoría de ellas”.

Gillespie cree que Earhart se estrelló en la Isla Nikumaroro, a unas 350 millas náuticas de su destino previsto en la Isla Howland. Según su teoría, Earhart pidió ayuda durante una semana, hasta que la marea arrastró el avión mar adentro.

Además, se mantuvo escéptico ante el descubrimiento de Deep Sea Vision.

“A pesar del revuelo mediático, esta NO es una imagen de sonar del avión de Amelia Earhart”, escribió en su página de Instagram.

En 2018, un grupo de investigadores utilizaron técnicas forenses modernas para examinar un conjunto de restos humanos encontrados en la Isla Nikumaroro en 1940 que parecían pertenecer a Earhart. Richard L. Jantz, profesor de antropología de la Universidad de Tennessee, estudió los restos y determinó que podrían ser los de Earhart.

La teoría de Jantz planteaba que la piloto aterrizó en Nikumaroro y murió como náufraga en la isla, según The Florida Times-Union.

El actual descubrimiento de Deep Sea Vision cambiaría lo que sabemos sobre sus últimos días.

Los próximos pasos

Los expertos en sonares tendrán que examinar en detalle el objeto hallado por Deep Sea Vision antes de poder confirmar que se trata del avión perdido de Earhart.

“Hasta que no esté delante de nuestros ojos, no hay forma de decir con seguridad qué es”, señaló el experto Andrew Pietruszka al Wall Street Journal.

Romeo sostuvo que tenía previsto llevar a su equipo al lugar otra vez para recoger más imágenes.

“El siguiente paso es la confirmación, ya que hay mucho que investigar sobre los restos. Y hay algunos daños, al parecer. Después de todo, hace 87 años que está ahí”, comentó.

Hasta que Deep Sea Vision pueda regresar, el avión perdido de Earhart seguirá siendo solo un misterio.

“Yo mismo creo que es el gran misterio de todos los tiempos”, afirmó Romeo. “Sin duda alguna, el misterio de la aviación que más ha perdurado en toda la historia”.

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