Muere uno de los últimos dos sobrevivientes del USS Arizona
Ken Potts, uno de los últimos dos sobrevivientes del buque de guerra USS Arizona, que se hundió durante el ataque japonés a Pearl Harbor en 1941, muere a los 102 años
Ken Potts, uno de los últimos dos sobrevivientes del buque de guerra USS Arizona, que se hundió durante el ataque japonés a Pearl Harbor en 1941, falleció el viernes. Tenia 102 años.
Howard Kenton Potts murió en la casa en Provo, Utah, que compartía con Doris, su esposa durante 66 años, según Randy Stratton, cuyo padre, el fallecido Donald Stratton, fue compañero de tripulación de Potts en el Arizona y un amigo cercano.
Stratton dijo que a Potts “no le faltaba ningún tornillo”, pero últimamente tenía dificultades para salir de la cama. Cuando Stratton habló con Potts en su cumpleaños, el 15 de abril, estaba contento de haber llegado a los 102.
“Pero sabía que su cuerpo se estaba apagando y sólo esperaba que se pudiera recuperar, pero resulta que no”, indicó Stratton.
Potts nació y creció en Honey Bend, Illinois, e ingresó a la Marina en 1939. Estaba operando una grúa para transportar suministros al Arizona la mañana del 7 de diciembre de 1941, cuando ocurrió el ataque a Pearl Harbor, según un artículo de la Guardia Nacional de Utah publicado en 2021.
En una entrevista concedida en 2020 al Centro de Veteranos Estadounidenses, Potts dijo que a través de un altavoz ordenaron a todos los marineros regresar a sus navíos, por lo que regresó al barco.
“Cuando regresé a Pearl Harbor, todo el puerto estaba en llamas”, dijo en la entrevista. “El petróleo se había filtrado, prendió fuego y se estaba incendiando”.
Docenas de buques se hundieron, volcaron o resultaron dañados en el bombardeo contra la base naval en Hawai, que lanzó a Estados Unidos a la Segunda Guerra Mundial.
Los marineros fueron arrojados u obligados a saltar al lodo aceitoso y Potts y otros marineros trasladaron a algunos a un lugar seguro en su bote.
El Arizona se hundió apenas nueve minutos después de ser bombardeado, y sus 1.177 muertos representan casi la mitad de los militares que perdieron la vida en el ataque. Actualmente, el acorazado todavía se encuentra donde se hundió hace ocho décadas, con más de 900 cuerpos sepultados en su interior.
Potts recordó décadas después del ataque que algunas personas seguían dando órdenes en medio del bombardeo pero también reinaba el caos. Cargó sus recuerdos del ataque a lo largo de su larga vida.
“Incluso cuando ya había terminado mi servicio en la Marina, cada vez que escuchaba una sirena, temblaba”, aseveró.
Stratton señaló que el único sobreviviente del Arizona ahora es Lou Conter, que tiene 101 años y vive en California.
“Esto es historia. Se va”, lamentó Stratton, y agregó: “Y una vez que (Conter) se haya ido, ¿Quién contará todas sus historias?”.