Biden no nombrará comisión para investigar disturbios en el Capitolio, pero Pelosi podría intervenir
¿Qué sigue después de que los republicanos del Senado bloqueen la investigación bipartidista sobre un ataque pro-Trump?
El presidente Joe Biden no salvará un intento de crear una investigación bipartidista sobre la insurrección del Capitolio al nombrar su propia comisión presidencial, luego de que los republicanos del Senado establecieron un bloqueo para evitar que el Congreso formara una investigación bipartidista sobre los eventos que rodearon el ataque el 6 de enero.
Algunos demócratas de la Cámara de Representantes, así como un exabogado de la Comisión del 11 de septiembre en la que los legisladores modelaron una posible investigación de disturbios, han presionado a la Casa Blanca para que intervenga después de que los senadores republicanos se opusieran en gran medida a la investigación.
El presidente cree que "el propio Congreso tiene un papel y una capacidad únicos para llevar a cabo esa investigación", dijo a Axios la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki.
"Por eso, el presidente no planea nombrar su propia comisión", declaró en un comunicado a la publicación.
El presidente apoya una “investigación completa e independiente para determinar qué sucedió y garantizar que nunca vuelva a suceder”, agregó.
La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, había descartado previamente una comisión presidencial como "una idea no viable en esta circunstancia" porque el Congreso aún necesitaría aprobar el dinero y la autoridad de citación para el panel, según Associated Press.
De acuerdo a los informes, Pelosi ha presentado varios escenarios posibles para llevar a cabo una investigación dirigida por la comisión, más de cuatro meses después de que una mafia pro Trump motivada por la narrativa de las "elecciones robadas" del expresidente buscara anular los resultados de las elecciones de 2020 al irrumpir en el Congreso.
Una medida para iniciar el debate sobre la creación de una comisión bipartidista, negociada con un grupo de demócratas y republicanos, fracasó el 28 de mayo por 54-35 votos, y el Partido Republicano organizó su primer obstruccionismo efectivo de este Congreso.
Once senadores, incluidos dos demócratas, se saltaron la votación, aunque seis senadores republicanos se unieron a la mayoría de los demócratas para apoyarla. La medida necesitaba 60 votos para avanzar.
La propuesta fue aprobada por la Cámara de Representantes el 19 de mayo, y 35 republicanos de la Cámara se separaron de su partido para apoyarla.
Según los informes, Pelosi sugirió una segunda votación en el Senado para tratar de obligar a más miembros a dejar constancia. También ha reflexionado sobre un esfuerzo de la Cámara con el representante demócrata Bennie Thompson y el republicano John Katko a la cabeza. Ambos congresistas lideran los esfuerzos hacia el intento bipartidista inicial.