Retraso de Hamás en la próxima liberación de rehenes genera temor en ambos bandos por alto al fuego
El anuncio de Hamás de que retrasará la próxima liberación prevista de rehenes israelíes en Gaza ha amenazado una frágil tregua que se considera que podría poner fin a 16 meses de guerra.
Esto ha renovado la consternación de los israelíes, que vieron con creciente horror la última entrega de rehenes por parte de Hamás durante el fin de semana, cuando se mostró a los tres hombres demacrados. De los cautivos que aún deben ser devueltos en esta fase del alto al fuego, Israel ha dicho que ocho están muertos.
La próxima entrega de tres rehenes estaba programada para el sábado, y las familias afirman que el tiempo se acaba para los que continúan con vida. Israel espera ahora lo que se decida en una reunión del gabinete de seguridad que se adelantó al martes por la mañana en respuesta al anuncio de los insurgentes el lunes.
La situación ha despertado un nuevo temor en Gaza, donde cientos de miles de palestinos desplazados han regresado a lo que queda de sus hogares en el norte del enclave después de ser evacuados en las primeras semanas de la guerra.
La incertidumbre, justo en el ecuador de la primera fase de seis semanas del alto al fuego, complica las conversaciones sobre la segunda, mucho más complicada, que debían haber comenzado hace una semana. También pone en peligro la pausa en los devastadores combates y el aumento de la ayuda humanitaria para Gaza de las últimas semanas.
Ya existía la preocupación de que la guerra pudiese reanudarse al final de la primera fase, a principios de marzo.
¿Qué ocurrió?
Hamás acusó a Israel de incumplir su parte del acuerdo al no permitir la vuelta de los palestinos al norte de Gaza, realizar ataques en todo el territorio y no facilitar la entrada de ayuda.
El grupo insurgente, que se apresuró a reafirmar su control de la Franja cuando comenzó el alto al fuego el 19 de enero, dijo que la próxima liberación se retrasaría “hasta nuevo aviso”.
El ministro israelí de Defensa, Israel Katz, calificó la demora como “una completa violación” del acuerdo y ordenó al ejército que esté en máxima alerta. El coordinador del primer ministro para los rehenes afirmó que el gobierno tiene la intención de cumplir con su parte del trato.
Un comunicado posterior de Hamás calificó el aplazamiento como una “señal de advertencia” para Israel y señaló que quedaban cinco días para que los mediadores —Estados Unidos, Qatar y Egipto— presionaran a Israel para actuar. “La puerta sigue abierta para que el intercambio proceda según lo planeado si Israel cumple con sus obligaciones”, manifestó.
No hubo una reacción pública inmediata por parte de los mediadores.
¿Qué dice Trump?
El anuncio de Hamás se produjo mientras el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, avanzaba en su sorprendente propuesta de sacar a los palestinos del devastado enclave y que su país asuma la "propiedad” de la Franja. En declaraciones a la televisora FOX News el domingo, afirmó que los palestinos no tendrían derecho a regresar.
Esto agravó la conmoción entre los palestinos, que viven con la huella de haber huido o haber sido expulsados de sus hogares en lo que ahora es Israel durante la guerra de 1948. Y provocó un nuevo desconcierto y condenas de las naciones árabes que llevan mucho tiempo presionando para un Estado palestino independiente.
Los comentarios de Trump contradecían a los de algunos funcionarios de su gobierno, que habían afirmado que el mandatario solo pedía una reubicación temporal de los palestinos.
Las declaraciones de Hamás el lunes no mencionaron la propuesta de Trump, que han rechazado en múltiples ocasiones.
¿Quiénes y qué está en juego?
En limbo más inmediato están la liberación de tres rehenes israelíes más, junto con la de docenas de prisioneros palestinos bajo custodia israelí, previstas para el sábado.
Estos intercambios —cinco hasta ahora en una liberación gradual de 33 rehenes— han sido a veces actos tensos y caóticos que han impulsado gradualmente el alto al fuego, permitiendo la entrada en vigor de otras medidas.
Pero la última ha puesto de manifiesto como ninguna otra las condiciones sombrías y peligrosas de los que aún están retenidos en Gaza.
Los familiares de los rehenes recién liberados, a veces sollozando, han descrito a personas encadenadas o retenidas bajo tierra durante meses y comiendo medio pedazo de pita por día. Los liberados han contado que pasaban meses sin ducharse.
Estos relatos han ejercido una nueva y violenta presión sobre el gobierno del primer ministro, Benjamin Netanyahu, para que comience las demoradas conversaciones sobre la segunda fase del alto al fuego, que tiene por objeto la liberación de más rehenes y lograr una retirada completa de las fuerzas israelíes de Gaza.
“Los rehenes están en un peligro claro y presente. Sus vidas están en riesgo”, advirtió el lunes un médico que trabaja con familias de rehenes, Hagai Levine. “Retrasar su liberación significa que algunos de ellos no sobrevivirán”.
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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.