Trump firma órdenes ejecutivas dirigidas a universidades y esfuerzos de igualdad escolar

Collin Binkley,Jocelyn Gecker
Miércoles, 23 de abril de 2025 20:23 EDT
TRUMP-EDUCACIÓN
TRUMP-EDUCACIÓN (AP)

El presidente Donald Trump ha ordenado un escrutinio más riguroso de las universidades de Estados Unidos y de los organismos acreditadores que las supervisan como parte de una campaña cada vez más intensa para acabar con lo que él llama "progresismo" y los esfuerzos de diversidad en la educación.

Trump firmó el miércoles una serie de órdenes ejecutivas con las que apuntó a las universidades que considera contrarias a su agenda política. Una orden exigía la aplicación más estricta de una ley federal que requiere que las universidades revelen sus vínculos financieros con fuentes extranjeras, mientras que otra exige una reorganización de los organismos acreditadores que deciden si las universidades pueden aceptar la ayuda financiera federal que se le otorga a los estudiantes.

Los vínculos financieros de las universidades con fuentes extranjeras ha sido tema de preocupación durante mucho tiempo entre los republicanos, en particular los lazos con China y otros países con relaciones adversas con Estados Unidos. El tema se convirtió en una prioridad durante el primer mandato de Trump y resurgió la semana pasada cuando la Casa Blanca buscó retener fondos como herramienta de presión en su creciente batalla con la Universidad de Harvard.

La Casa Blanca dijo que necesitaba tomar medidas porque Harvard y otras universidades han violado rutinariamente una ley federal de divulgación, la cual se ha aplicado de forma inconsistente desde su aprobación en la década de 1980. Conocida como la Sección 117 de la Ley de Educación Superior, la ley requiere que las universidades revelen regalos y contratos extranjeros con un valor de al menos 250.000 dólares.

En su orden ejecutiva, Trump exhorta al Departamento de Educación y a la secretaria de Justicia a intensificar la aplicación de la ley y tomar medidas contra las universidades que la violen, incluyendo un recorte de fondos federales.

El gobierno tiene la intención de "poner fin al secretismo en torno a los fondos extranjeros en las instituciones educativas estadounidenses" y brindar protecciones contra la "explotación extranjera", decía la orden.

La medida fue aplaudida por los republicanos, incluido el representante por Michigan Tim Walberg, presidente de la Comisión de Educación y Fuerza de Trabajo de la Cámara de Representantes. El funcionario acusó a China de explotar sus lazos académicos para robar investigaciones y "adoctrinar a los estudiantes".

Otra orden apunta a los organismos acreditadores que establecen los estándares que las universidades deben cumplir para aceptar ayuda financiera federal para los estudiantes. Trump hizo campaña con la promesa de reformar la industria, diciendo que estaba "dominada por maníacos marxistas y lunáticos".

A menudo pasados por alto, los acreditadores juegan un papel importante en la configuración de las universidades en muchos aspectos, estableciendo estándares en todos los sectores, incluidas las juntas directivas de las instituciones académicas.

La orden ejecutiva de Trump es el primer paso en lo que podría ser una larga batalla para reformar la industria de la acreditación. Entre sus prioridades principales está el despojar a los acreditadores de los requisitos de diversidad, igualdad e inclusión que se les han impuesto a las universidades. Algunos acreditadores ya han eliminado o dejado de aplicar estos estándares en medio de la ofensiva de Trump.

La orden de Trump insta al gobierno a suspender o destituir a los acreditadores que incurran en discriminaciones por cuestiones de diversidad, igualdad e inclusión (DEI por sus iniciales en inglés). En su lugar, pide a los acreditadores que se enfoquen más en los resultados estudiantiles de las universidades y programas que supervisan.

El presidente quiere facilitar que nuevos acreditadores compitan con los 19 que actualmente están autorizados para trabajar a nombre del gobierno federal. Los nuevos acreditadores que buscan ser reconocidos por el gobierno deben someterse a un arduo proceso que tradicionalmente lleva años. La orden de Trump indicaba que este proceso debería ser "transparente, eficiente y no indebidamente oneroso".

"En lugar de presionar a las escuelas para que adopten una ideología divisiva de DEI, los acreditadores deberían enfocarse en ayudar a las escuelas a mejorar sus tasas de graduación y el desempeño de los graduados en el mercado laboral", dijo la secretaria de Educación Linda McMahon en un comunicado.

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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.

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La cobertura educativa de Associated Press recibe apoyo financiero de múltiples fundaciones privadas. AP es el único responsable de todo el contenido.

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