Votación por orden de preferencia podría decidir qué partido controla Cámara de Representantes EEUU
Un sistema de votación poco común podría ser clave para determinar qué partido controlará la Cámara de Representantes de Estados Unidos, e incluso la presidencia.
En Maine y Alaska, los votantes en distritos legislativos competitivos elegirán a un ganador mediante una votación por orden de preferencia.
En lugar de emitir un solo voto por su candidato preferido, los votantes clasifican sus opciones por orden de preferencia en la boleta. Si un candidato es la primera opción de más del 50% de los votantes en la primera ronda de conteo, ese candidato es el ganador.
Pero si ningún candidato supera el 50%, el recuento continúa en una segunda ronda. El candidato con menos votos es eliminado y los votantes que eligieron a ese candidato como su favorito ven sus votos redistribuidos a su segunda opción. Luego el siguiente candidato con menos votos es eliminado hasta que alguien emerge con una mayoría de votos.
El sufragio por orden de preferencia se ha vuelto más popular en los últimos años, particularmente a nivel municipal.
Los votantes de dos docenas de ciudades y condados —desde Nueva York y Minneapolis hasta Boulder, Colorado— utilizaron el voto por orden de preferencia en 2023, según FairVote, una organización no partidista que aboga por la expansión del sufragio por orden de preferencia. Otras siete ciudades votaron a favor de preservar, adoptar o expandir el voto por orden de preferencia.
Los defensores de este sistema de sufragio argumentan que alienta a los candidatos a construir coaliciones más amplias, elimina el efecto saboteador y desalienta las campañas negativas. Los opositores dicen que es confuso y puede dar como resultado que un candidato sin el mayor número de votos de primera opción prevalezca al final.
Debido a que se lleva a cabo en múltiples rondas que se tabulan solo una vez, y se cuentan todos los votos de primera opción, las elecciones en Alaska y Maine que avanzan al voto por orden de preferencia se resuelven con frecuencia una semana o más después del día de las elecciones.
Maine
Maine adoptó el sufragio por orden de preferencia en las elecciones de 2016 en un referendo estatal. Se utiliza en todas las primarias del estado con más de dos candidatos. En las elecciones generales, se usa para cargos federales incluida la presidencia, pero no en las contiendas estatales, como la de gobernador o la Legislatura, porque contradice la Constitución de Maine.
Entró en juego rápidamente —dos veces— en el segundo distrito del Congreso de Maine. Bruce Poliquin, entonces representante republicano, ganó la mayor cantidad de votos de primera opción en 2018, pero perdió ante el representante demócrata Jared Golden cuando se reasignaron los votos después de eliminar a los que terminaron en tercer y cuarto lugar. El proceso se repitió cuatro años después, cuando Golden volvió a vencer a Poliquin en una revancha.
Un juez federal confirmó dos veces la constitucionalidad de la votación por orden de preferencia en impugnaciones separadas presentadas por Poliquin en 2018 y por un grupo de votantes en 2020.
Este año, sólo dos candidatos están explícitamente en la boleta en el segundo distrito —Golden y el republicano Austin Theriault—, pero la contienda podría, no obstante, ir al sufragio por orden de preferencia ya que los votos serán contabilizados para un tercer candidato cuya postulación por escrito ha sido reconocida por el estado.
Si ningún ganador de la primera ronda recibe la mayoría de los votos el día de las elecciones, las boletas se envían a la capital del estado donde se ingresan en una computadora. El proceso toma aproximadamente una semana antes de que se realice el recuento final y se declare al ganador.
Alaska
Los habitantes de Alaska aprobaron el uso de la votación por orden de preferencia en una iniciativa estatal de 2020. Se utiliza en todas las elecciones generales, incluidas para la presidencia, pero no en las primarias estatales. Las primarias estatales de Alaska son abiertas, por lo que todos los candidatos, independientemente del partido, se presentan en la misma boleta y los cuatro que obtienen más votos avanzan a las elecciones generales.
Las primarias presidenciales son diferentes. Los candidatos pueden llegar a la papeleta si ganan las primarias de un partido reconocido o al presentar una petición a la División de Elecciones del estado. Este año habrá ocho candidatos presidenciales en la boleta en Alaska y los votantes pueden clasificarlos a todos si así lo desean.
La primera vez que se utilizó la votación por orden de preferencia fue en una elección legislativa especial en 2022. La demócrata Mary Peltola, la actual representante, recibió la mayoría de los votos en la primera ronda de sufragio, mientras que dos candidatos republicanos terminaron en segundo y tercer lugar. Ella superó el 50% de los votos y el candidato que quedó en tercer lugar fue eliminado. Más tarde ese año Peltola ganó la elección programada regularmente, que también utilizó la votación por orden de preferencia.
Se enfrenta al republicano Nick Begich, uno de los dos candidatos que derrotó en 2022, y a otros dos en noviembre.
La senadora republicana Lisa Murkowski fue reelegida en 2022 en una votación por orden de preferencia.
Alaska votará el próximo mes sobre una medida electoral que derogaría el nuevo sistema estatal de elecciones primarias abiertas y generales por orden de preferencia.
La presidencia
Cuantos más candidatos haya en una contienda, más probable es que los dividan el voto y nadie gane una mayoría, lo que haría que la elección pase a ser por orden de preferencia. Las boletas presidenciales en Maine y Alaska incluirán a más que la demócrata Kamala Harris y el republicano Donald Trump, por lo que es posible que las contiendas de esos estados pasen a ser por orden de preferencia.
Maine es uno de los dos estados que otorga un voto electoral al ganador de cada distrito legislativo junto con dos al ganador a nivel estatal y el sufragio por orden de preferencia podría entrar en vigencia si ningún candidato presidencial recibe una mayoría en uno de los distritos.
En 2020, antes de que se implementara la votación por orden de preferencia en Alaska, Trump recibió aproximadamente el 53% de los votos del estado. El demócrata Joe Biden ganó en Maine con alrededor del 53% de los votos ese año.
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Sweedler informó desde Washington.
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Esta historia forma parte de Explaining Election 2024, una serie de The Associated Press concebida para ayudar a comprender la democracia estadounidense.
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