Las primeras horas del apagón masivo que ha dejado a toda España a oscuras
Gran parte de la Península Ibérica y varios países de Europa han permanecido sin electricidad durante horas, con graves afectaciones en el transporte público, las gasolineras y otros establecimientos.
Aléx López es una las decenas de personas haciendo una larga cola en el cajero dentro del Hospital Clínic, uno de los principales centros médicos en Barcelona, España.
“Los hospitales son de los pocos lugares donde todavía funciona la red eléctrica y queremos sacar dinero en efectivo por si acaso”, dijo López. “Tenía cita médica y hemos aprovechado”.
En ese edificio seguía funcionando la luz con normalidad, después de que, desde las 12:30, gran parte de la Península Ibérica sufriera un enorme apagón. El hospital era uno de los pocos lugares donde aparentemente no se habían notado los efectos, porque algunos de estos centros tienen autonomía para más de 40 h con generadores propios, según informó el gobierno catalán.

Incluso iban llegando personas a las puertas del edificio para utilizar la red de wifi abierta del centro hospitalario, mientras el resto de la ciudad se había quedado prácticamente incomunicada.
“Todavía se están estudiando las causas. Es mejor no especular”, dijo el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, en una comparecencia institucional a las 18 h de la tarde. El apagón afectó también a Portugal, en la Península Ibérica, y a otras zonas del sur de Europa.
Esa situación sumía en la oscuridad —y en algunos lugares también en el caos— a gran parte de la ciudad de Barcelona. Los metros dejaron de funcionar, 600 personas tuvieron que ser rescatadas de ascensores en toda Cataluña, también dejaron de funcionar muchos de los semáforos y en las gasolineras no se podía repostar.

“Yo estoy parado porque no puedo repostar… Caos total”, dijo un taxista que prefirió mantener su anonimato. En la gasolinera, ciudadanos preguntaban dónde repostar, desesperados después de haber recorrido varias estaciones sin suerte, pero nadie tenía respuestas.
Cualquier lugar con necesidad de electricidad para funcionar fue afectado y la mayoría de establecimientos tuvieron que detener completamente su actividad.
“Hemos estado intentando vender lo que hemos podido a precio cerrado, porque la mayoría de las cosas que tenemos se venden por peso y no lo podemos pesar porque las máquinas no funcionan” dijo Natalia Albert, dependienta en la carnicería y tienda de alimentos Escofet Oliver, y añadió que probablemente gran parte de los alimentos que estaban refrigerados iban a tener que tirarse.
La radio fue el único medio de comunicación que seguía activo. Por eso se podían ver grupos de personas alrededor de uno de estos aparatos en la calle, informándose de la situación, y muchas personas fuera de los locales con las luces apagadas, acompañándose mientras no había nada más que hacer.
Los turistas también fueron afectados. En el centro de la ciudad, en Plaza Cataluña, se formaban largas colas en la parada de autobús que transportaba al aeropuerto.

Will McGriff, un turista de Glasgow alojado en un pueblo pequeño fuera de Barcelona, tuvo que tomar tres trenes para llegar a tomar su vuelo.
“Me llevó tres horas llegar [a la ciudad]”, cuenta McGriff. “Me senté en el tren una hora hasta que me dijeron que no funcionaba. Luego también tenías que andar dando vueltas para intentar encontrar cómo llegar, porque no había Google Maps ni nada”.
Con 10 minutos para su vuelo y todavía esperando en la cola esperando al autobús, McGriff, dijo que tendrá que encontrar otra manera de regresar a casa.
En Cataluña, a las 20:30 comparecía el Presidente de la Generalitat, Salvador Illa, después de reunirse con el Comité de Crisis, y aseguraba que “el 41 % del sistema eléctrico ya se había restablecido”, lo que representa más de un millón de usuarios, y que estaban trabajando para que en el día de mañana se restablezca la normalidad.
Pero añadió que hacía esta “afirmación con prudencia” porque se trata de una situación excepcional.”
El Presidente informó que en ese momento aún quedaban cinco convoyes con pasajeros pendientes de evacuación. Además, señaló que a lo largo del día el servicio de emergencias 112 había recibido más de 6.600 llamadas, el doble de lo habitual, y que los bomberos de Barcelona habían atendido 575 incidentes. También anunció que durante la noche se llevaría a cabo un operativo extraordinario con 7.120 agentes para garantizar la seguridad en unas calles que seguían parcialmente a oscuras debido a la lenta recuperación del sistema eléctrico.