“Johanne Sacreblu”, la gozosa venganza de México contra “Emilia Pérez”

Contrario a la negatividad e indiferencia que ha rodeado a “Emilia Pérez” en México, cada vez más personas han expresado su apoyo a “Johanne Sacreblu”, la protesta en forma de parodia de la cineasta trans mexicana Camila D. Aurora.

La película había acumulado más de 3,2 millones de visitas en YouTube hasta el fin de semana de los Oscar. También se proyectó en cines e incluso tuvo alfombra roja. La cineasta ahora estrena su segunda parte, la cual cuenta con 400 mimos en escena y algunos invitados especiales, como Alejandra Bogue, una artista trans mexicana.

“Emilia Pérez” le generó cierta curiosidad a Aurora —quien también es TikToker—, pero como la película no se estrenó en México hasta muy avanzada la temporada de premios, la primera vez que la vio fue gracias a un servicio ilegal de streaming. No le gustó nada. La representación trans y mexicana de la película le parecieron despectiva y problemática.

En respuesta, decidió publicar en TikTok una parodia en la que describía sus planes de rodar una película sobre los herederos trans de dos millonarias familias francesas enemistadas entre sí, Johanne Sacreblu y Agtugo Ratatouille (interpretados por Aurora y el actor trans Yeylán Torres, respectivamente), que se enamoran en medio de su batalla para decidir si el croissant o la baguette es el pan francés por excelencia.

Sus seguidores le sugirieron que recaudara fondos para poder filmar su proyecto. Aurora recolectó alrededor de 1.700 dólares (35.000 pesos mexicanos) que se utilizaron principalmente en catering y transporte y convocó a actores y equipo de filmación voluntarios.

Aurora compuso y produjo las canciones, porque el corto —de 28 minutos y filmado a lo largo de dos días— es, al igual que “Emilia Pérez”, un musical con todo y coreografía. Se estrenó en YouTube el mismo fin de semana que “Emilia Pérez” y acumuló un millón de vistas en tres días. Una vez que se estrenó en internet, también recibió enorme apoyo entre los fanáticos brasileños, quienes esperan un triunfo en los Oscar para “Ainda estou aquí” (“Aún estoy aquí”), filme que compite con “Emilia Pérez” en la categoría de mejor película internacional.

“Fuimos la hormiga que se le puso al gigante, sí es muy increíble”, dijo Aurora en entrevista con The Associated Press en la Ciudad de México.

“Estaba haciendo activismo y mi activismo empezó en el momento en el que junté a 50 personas por puro video de TikTok que jalaron a trabajar dos, tres días, muchas horas, solamente por el placer de ir a reírse sobre esta película que hace unos días solamente les hacía enojar”.

Aurora no quiso dejar su película como una protesta, “Johanne Sacreblu” ha donado parte de sus ganancias a dos organizaciones, el grupo feminista Las Hijas de Mayahuel, que aboga por una salud menstrual digna y brinda atención médica, así como el Grupo Nacional de Búsqueda, un colectivo de organizaciones de familiares de personas desaparecidas en México. La película ha recaudado alrededor de 3.400 dólares (70.000 pesos mexicanos), el doble de su presupuesto original.

“Nunca quise que se quedara sólo en palabras”, dijo. “’Johanne Sacreblu’ habló, pero también actuó”.

Se tiene previsto que la segunda parte de la película se proyecte en distintas salas de México, y que esté disponible más adelante en YouTube.

“El mensaje ya se dio y para mí se dio con un impacto que yo jamás me imaginé, estoy más que satisfecha”, dijo Aurora