Los electores confían en Harris en varios temas. ¿Pero emitirán su voto con base en ellos?
Si las elecciones presidenciales en Estados Unidos giraran en torno al aborto o el cambio climático, Kamala Harris podría sentirse bastante cómoda con sus posibilidades de ganar el 5 de noviembre, con base en las encuestas. La candidata demócrata también es competitiva en temas económicos frente al republicano Donald Trump.
Pero Harris sabe que esta es una contienda extremadamente reñida, y que bien podría servir como una prueba para saber qué tanto les importan las políticas a los votantes, y qué políticas son las que más importan a fin de cuentas.
La vicepresidenta va adelante de Trump en lo que respecta al aborto, la integridad electoral, el cambio climático, los impuestos para la clase media y el manejo de desastres naturales, según el sondeo más reciente realizado por The Associated Press-Centro NORC para la Investigación de Asuntos Públicos.
Prácticamente está empatada con Trump en varios temas económicos, tales como el empleo y el costo de los comestibles y la gasolina. En esencia, ambos también están empatados en el manejo de la delincuencia y la situación en Oriente Medio. Trump tiene una ligera ventaja sobre Harris en lo que respecta a los aranceles, y una mayor ventaja en inmigración.
A pesar de la ventaja de Harris en varias cuestiones, su equipo de campaña aún tiene mucha inquietud por una contienda que históricamente ha sido reñida. Es un indicio de que las políticas pueden importar, pero no siempre eclipsan cuestiones como la personalidad, la lealtad partidista o incluso factores demográficos que moldean la identidad de los electores.
Los sondeos más recientes muestran cierto cambio con respecto a 2020, cuando la pandemia de COVID-19 era la principal prioridad para muchos votantes. Pero también muestran que Trump ya no puede alegar que la economía es una fortaleza relativa de su candidatura, algo que sí era cuando el presidente Joe Biden seguía en la contienda. Lo que los electores piensen sobre la economía podría resultar decisivo; una encuesta de la AP-NORC efectuada en septiembre identificó que ese era el tema principal para muchos votantes.
La campaña de Harris, en sus propios sondeos, halla que la candidata demócrata es competitiva contra Trump en lo que respecta a la economía, y considera que eso es un reflejo de la forma en que ella ha hecho énfasis en la clase media en sus discursos y propaganda.
“Ella supera a Trump en forma muy significativa en lo que respecta a entender las necesidades de la clase media y de las familias trabajadoras”, dijo Molly Murphy, encuestadora de la campaña de Harris. “Los votantes tienden a confiar en que, si hablas sobre algo incesantemente, entonces es que te importa”.
Xiaowen Xu, psicóloga en la Universidad de William & Mary, hizo énfasis en que muchos factores influyen a la hora de comprender las inclinaciones políticas de las personas.
“Algunas pondrán más énfasis en las políticas, mientras que otras sólo lo tienen como una ‘casilla de verificación’, por decirlo así", señaló Xu. “Y factores como las diferencias en la personalidad, la identidad política, la fortaleza de la inclinación política, el consumo de medios de comunicación... todos pueden contribuir a la forma en que se digiere la información relacionada a políticas”.
Biden experimentó de primera mano esta desvinculación entre políticas y popularidad antes de abandonar la contienda. Sus asesores le hacían notar datos que dejaban entrever que él superaba a Trump en detalles específicos de políticas, pero a pesar de ello no tenía una buena imagen ante el electorado en lo que respecta a la economía debido al impacto que tuvo el hecho de que la inflación se elevara en 2022, y también por las dudas en torno a si su edad afectaba su desempeño. La ventaja en esa política fue insuficiente para impulsar su popularidad.
Trump se ha apoyado en su imagen de magnate de los bienes raíces. En una mesa redonda reciente alegó que el desempeño de Harris en su cargo de fiscal de distrito en San Francisco arruinó a la ciudad, y que él lo sabe porque “tengo propiedades allí”. Al mismo tiempo, aunque dijo que la inflación era algo negativo, el republicano indicó que los cruces fronterizos ilegales son un problema mayor que la economía.
Trump tenía una ventaja de 45% sobre 37% en lo que respecta a la inmigración en la encuesta de octubre, aproximadamente similar a la ventaja que tenía en las encuestas de septiembre y agosto. Y es una cuestión que fue particularmente importante para los votantes republicanos durante sus primarias efectuadas previamente en el año. Trump había prometido deportaciones masivas de inmigrantes que carezcan de autorización para vivir en el país.
“Los estadounidenses confían en el presidente Trump para encarrilar de nuevo nuestra economía porque él es un empresario con un historial probado de éxito económico en su primer mandato en la Casa Blanca”, dijo Karoline Leavitt, secretaria de prensa nacional del equipo de campaña de Trump.
Trump ha criticado a Harris en varios temas, tales como la exhortación que ella hizo en 2019 para prohibir la fracturación hidráulica en la extracción de hidrocarburos (algo que ella ya ha negado) y su disposición ese mismo año a recortarle fondos al Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés). Desde entonces ella ha exhortado a que se asigne más dinero a la seguridad fronteriza. Él también ha atacado el respaldo que Harris les da a los derechos de las personas transgénero, y las respuestas largas y confusas que en ocasiones ha dado a preguntas en entrevistas.
“Creo que ella ha reducido muchas de las ventajas que Trump tenía previamente en el año, pero parece que algunos de los ataques contra ella están haciendo mella”, dijo Patrick Ruffini, un estratega republicano que dice que los votantes influenciables aún parecen preferir a Trump en cuestiones como la economía y la inmigración.
Ruffini hizo notar que Harris y sus representantes demócratas están cada vez más enfocados en los puntos débiles de Trump, tales como los alegatos de exasesores suyos de que él es un fascista, sus discursos en ocasiones dispersos y los límites de su programa de campaña. Eso deja entrever que Harris sabe que hay mayor ventaja en atacar a Trump que en promover políticas.
“Lo que podemos ver de la campaña de Harris en la recta final es que están tratando de hacer énfasis en la inestablidad de Trump”, señaló.
De todas formas, Harris está presentando argumentos sobre la economía y promoviendo diversos mensajes simultáneamente. Su equipo de campaña destacó el miércoles una carta firmada por 23 economistas ganadores del premio Nobel que dijeron que sus políticas serían “considerablemente superiores” a las ideas de Trump. El equipo de campaña de ella también ha calificado los planes de él para imponer aranceles de ser un “impuesto nacional a las ventas”.
En anuncios manejados por grupos que respaldan a Harris han aparecido electores que dejaron de apoyar a Trump porque consideraron que le importaban más los recortes fiscales a los multimillonarios que para la clase media. En otros anuncios se critican los aranceles del candidato republicano, alegando que incrementan los gastos para la gente común. Todos estos mensajes han sido diseñados para insinuar que el expresidente le da prioridad a sí mismo.
La candidata demócrata ha pedido un apoyo de 25.000 dólares de enganche para las personas que adquieren una vivienda por primera vez, reducciones fiscales ampliadas para padres, nuevas prestaciones para alentar la creación de empresas, y el duplicar las pasantías registradas con el fin de impulsar los empleos de clase trabajadora. Su campaña ha propuesto mayores impuestos a las empresas y a las personas acaudaladas para cubrir los costos de sus programas sin tener que incrementar los déficits presupuestales previstos.
“Estas cosas sí resuenan”, dijo Steven Durlauf, economista de la Universidad de Chicago. “Hay diferencias realmente marcadas entre los candidatos”.