Precios de alojamiento para cumbre climática en Brasil alcanzan niveles estratosféricos

Fabiano Maisonnave
Lunes, 03 de febrero de 2025 12:23 EST
CUMBRE CLIMÁTICA-ALOJAMIENTO-PRECIOS
CUMBRE CLIMÁTICA-ALOJAMIENTO-PRECIOS (AP)

A nueve meses de la cumbre climática anual de la ONU de este año, conocida como COP30, los precios de alojamiento en la ciudad anfitriona brasileña de Belem llaman la atención y podrían desanimar a los posibles asistentes a la primera reunión de este tipo en la selva de la Amazonía.

Debido a la escasez de viviendas y el alto interés, los propietarios y las empresas de alquiler se sienten envalentonados para cobrar tarifas de cinco dígitos, incluso por habitaciones estrechas con baños compartidos.

En Booking.com, una de las últimas habitaciones de hotel disponibles —un apartamento— está anunciada en 15.266 dólares para una persona, frente a los 158 dólares actuales en la misma categoría, un aumento del 9,562%. Una estadía de 15 días durante la conferencia en noviembre totalizaría 228.992 dólares, suficiente para comprar un apartamento de cuatro habitaciones en uno de los mejores barrios de Belem.

En Airbnb, una habitación con baño compartido en Ananindeua, una ciudad pobre cerca de Belem, se ofrece a un precio de 9.320 dólares por día. Hoy, una habitación similar se puede alquilar por tan solo 11 dólares diarios. En zonas más exclusivas, alquilar un apartamento con capacidad para ocho personas cuesta hasta 446.595 dólares por una estancia de dos semanas.

“Este me asustó”, bromeó el arquitecto local e influencer digital Renato Balaguer sobre un apartamento en muy mal estado que se ofrece a un precio de 10.000 dólares por una estancia de 11 días.

“Miren, esto es cautiverio para gringos. ¡La privación indebida de la libertad es un delito!”, dijo Balaguer en una publicación que se volvió viral.

El presidente Luiz Inácio Lula da Silva, quien se proclama protector del medio ambiente, se ha jactado de haber organizado el evento en la Amazonía, que ayuda a regular el clima del planeta al almacenar grandes cantidades de dióxido de carbono, un gas que causa el cambio climático.

Este es también un año histórico en el proceso anual porque los países deben presentar compromisos actualizados para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Más aún, los grupos cívicos están particularmente interesados en asistir porque Brasil permite las protestas y la libertad de expresión, que estuvieron fuertemente restringidas en los tres países anfitriones anteriores: Azerbaiyán, Emiratos Árabes Unidos y Egipto.

Brasil, la nación más grande y poblada de Latinoamérica, ha sido sede de otros eventos mundiales, como los Juegos Olímpicos de 2016, en Río de Janeiro, y la Copa Mundial de 2014, con partidos jugados en Río de Janeiro, Sao Paulo, Manaos, Belo Horizonte y otras ciudades. Belem, una ciudad portuaria del Atlántico que está al borde de la selva amazónica, no tiene la misma infraestructura que otras urbes grandes, lo cual ha provocado cuestionamientos sobre su capacidad para albergar la COP30.

Las autoridades estiman que unas 50.000 personas asistirán a la cumbre programada para realizarse del 10 al 21 de noviembre. El año pasado en Bakú, Azerbaiyán, el recuento oficial fue de 54.148. Antes de eso, en Dubái, la asistencia alcanzó un récord de 83.884 personas.

Ni el gobierno federal ni el gobierno del estado de Pará respondieron a las preguntas sobre el número de habitaciones disponibles actualmente en Belem, una metrópolis bulliciosa y empobrecida de 2,5 millones de personas con un ingreso medio de 920 dólares por mes.

Quienes reservaron con más de un año de anticipación consiguieron precios más bajos, pero muchas de esas reservas ya han sido canceladas sin explicación, una práctica común en el negocio de la hospitalidad antes de grandes eventos. Otro problema es el incremento a los precios de alojamientos ya reservados. Una organización europea sin fines de lucro reservó una habitación por 2.000 dólares en diciembre, sólo para ver el precio elevarse a 7.200 dólares dos semanas después.

Varios grupos que suelen asistir a la cumbre anual, incluidas organizaciones ambientales sin fines de lucro, activistas, científicos, periodistas y empresas han tenido que reconsiderar si acudir o no, ya que los precios se dispararon.

“La planificación de la COP30 en Belem ha sido un desafío debido a las limitaciones y los altos costos de alojamiento, lo que ha creado barreras para nuestra participación”, dijo Roberta Alves, subdirectora de comunicaciones de Mercy Corps. La organización humanitaria internacional sin fines de lucro ha participado en varias COP, y centra su defensa en la financiación de una transición a la energía verde, la adaptación a los impactos del cambio climático y la forma en que el cambio climático exacerba los conflictos.

“Estamos esperando opciones alternativas de los organizadores de la COP30, algo crítico para garantizar que todas las voces, especialmente las de las primeras líneas de la crisis climática, se incluyan en las conversaciones globales”, agregó Alves.

Los propietarios y administradores de propiedades ofrecidas en alquiler dicen que los precios son una cuestión de oferta y demanda, y que ellos, además, también tienen costos elevados.

“Tan solo la electricidad y el agua de mi casa cuestan 5.000 reales brasileños (860 dólares) al mes”, indicó Gisleno da Silva, quien publicó el anuncio de la habitación en Ananindeua por 9.320 dólares al día.

“A este precio, ya tengo a alguien interesado”, reportó, y añadió que estaba abierto a negociar.

Ante las críticas crecientes, el gobierno brasileño ha dicho que proporcionará 26.000 plazas adicionales, que incluirán alojamiento en cruceros atracados, escuelas públicas, hoteles nuevos e instalaciones militares. El viernes, en una publicación en las redes sociales, los organizadores de la COP30 informaron que los participantes acreditados pronto podrán reservar alojamiento en una plataforma en línea.

“Hemos observado un aumento desproporcionado en los precios de alquiler, que atribuimos a la especulación inmobiliaria. Esto debería estabilizarse a medida que el gobierno aumente la disponibilidad de alojamiento”, expuso en el comunicado Valter Correia, secretario especial del evento.

Muchos defensores justifican a Belem, y dicen que sus desafíos son menores en comparación con la importancia de albergar la reunión climática anual más importante en la selva tropical más grande del mundo. En un artículo publicado en el periódico Valor Economico en diciembre, la ambientalista Priscilla Santos, cofundadora de la Red de los Amazonenses por el Clima, dijo que las críticas a Belem “no solo revelan sesgos colonialistas, sino que también socavan un evento que podría ser transformador” para la región. “Todos quieren ‘salvar la Amazonía’, pero ¿nadie quiere discutirlo en el territorio?”.

Mientras tanto, preocupados por su reputación, algunos administradores de propiedades se distancian de la especulación. En un video de Instagram que se volvió viral, Fabrício de Menezes comparó el precio diario de alquiler de un apartamento en Belem, que cobra 21.800 dólares durante la COP, con las tarifas mucho más bajas del icónico Jumeirah Burj Al Arab, en Dubái, que se promociona como el único hotel de siete estrellas del mundo.

“Espero que esto sea una broma del propietario”, manifestó.

Carlos Netto, otro administrador local de propiedades, expuso que nunca le recomendaría a un propietario que cobre precios tan altos.

“¿Crees que los gringos son ignorantes? ¿En qué lugar del mundo un alquiler de 20 días es más caro que la propiedad?”, publicó.

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La cobertura climática y medioambiental de The Associated Press recibe el apoyo económico de varias fundaciones privadas. La AP es la única responsable de todo el contenido. Encuentre los estándares de la AP para trabajar con organizaciones filantrópicas, una lista de patrocinadores y las áreas de cobertura financiadas en AP.org.

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