Las existencias de mostaza de Dijon se agotan en medio de la crisis climática y la guerra de Ucrania

Francia se enfrenta a la escasez de mostaza debido a las condiciones climáticas y a la guerra en Ucrania.

La “cúpula de calor” que afectó a Canadá en 2021 y la ola de frío que sufrió Francia el mismo año han provocado la escasez de este condimento en las estanterías de los supermercados.

Luc Vandermaesen, director general de Reine de Dijon y presidente de la Asociación de Mostaza de Borgoña, declaró al medio de comunicación del sector L’Usine Nouvelle que la guerra en Ucrania ha restringido el suministro de semillas porque tanto Ucrania como Rusia son grandes exportadores.

“Ucrania, sin ser un gran productor, representaba un plan de reserva”, explicó. “Contábamos con ella para hacer la conexión con la próxima cosecha, pero esta solución fracasó”.

“No tenemos ninguna garantía ni visibilidad sobre los suministros más allá de la quincena”.

Según el periódico Sud Ouest, la producción de semillas en Canadá pasó de 130.000 toneladas en 2020 a solo 99.000 en 2021, una disminución del 28 por ciento, debido a la sequía. El precio por tonelada es de casi €1.700 (US$1.800), el doble que en el mismo periodo del año pasado.

También influye la prohibición de ciertos pesticidas en 2019, ya que es difícil evitar que las plagas se coman los cultivos. Según la Asociación de Productores de Semillas de Mostaza de Borgoña, la producción de mostaza francesa se ve muy frenada por este problema.

La inflación es otro problema. Según el organismo estadístico francés INSEE, la inflación debería superar el 1 por ciento en mayo y alcanzar el 5 por ciento en junio. Las repercusiones en el sector alimentario son importantes. La mostaza figura entre los cinco productos de consumo cuyo precio ha aumentado más.

El British Retail Consortium, que representa a los minoristas del Reino Unido, declaró a The Guardian que el impacto en el suministro de mostaza británica es “muy limitado por el momento”.