Crece la tensión entre India y Pakistán tras ataque mortal en la disputada Cachemira

Aijaz Hussain,Sheikh Saaliq
Jueves, 24 de abril de 2025 04:12 EDT
ASI-GEN INDIA-CACHEMIRA-ATAQUE
ASI-GEN INDIA-CACHEMIRA-ATAQUE (AP)

Las tensiones entre los archirrivales India y Pakistán eran altas el jueves después de la ofensiva diplomática de Nueva Delhi contra Islamabad, a quien culpa de un atentado en el que murieron 26 personas, en su mayoría turistas, en la disputada región de Cachemira.

India acusó el miércoles por la noche a Pakistán de apoyar el "terrorismo transfronterizo" e impuso medidas diplomáticas, incluyendo la degradación de su relación diplomática, la suspensión de un tratado clave para el reparto de agua y el cierre del principal cruce fronterizo terrestre con el país.

Pakistán ha negado la acusación y un grupo insurgente desconocido hasta ahora que se hace llamar Resistencia de Cachemira se atribuyó la responsabilidad por el ataque. Islamabad dijo que responderá a las acciones de India el jueves y convocará al Comité de Seguridad Nacional, que está compuesto por altos funcionarios civiles y militares.

"India ha tomado medidas irresponsables y ha lanzado acusaciones", afirmó el ministro paquistaní de Exteriores, Ishaq Dar, en declaraciones a la televisora Dunya News TV. Según Dar, la respuesta india ha sido "no cinética" y agregó que "cualquier medida cinética por parte de India verá una respuesta equivalente" por parte de Pakistán.

Los lazos diplomáticos entre las dos naciones eran ya eran débiles, especialmente después de que Nueva Delhi revocó el estatus de semiautonomía de Cachemira en 2019.

India y Pakistán administran cada uno una parte de Cachemira, pero ambos reclaman el territorio en su totalidad. Durante mucho tiempo, han cruzado acusaciones de respaldar a fuerzas para desestabilizarse mutuamente, y Nueva Delhi describe toda la militancia en Cachemira como terrorismo respaldado por su rival. Pakistán lo niega y muchos musulmanes cachemires consideran a los insurgentes como parte de una lucha por la libertad.

India dijo que se pidió a varios diplomáticos pakistaníes que abandonen Nueva Delhi y que se retiró a los diplomáticos indios en Pakistán. Las misiones diplomáticas en ambos países reducirán su personal de 55 a 30 efectivos a partir del 1 de mayo, anunció el miércoles por la noche el secretario indio de Exteriores, Vikram Misri.

Misri apuntó además que el único cruce fronterizo terrestre funcional entre los países cerrará y agregó que India suspenderá un histórico tratado para el reparto de agua.

El Tratado de Aguas del Indo, negociado por el Banco Mundial en 1960, permite compartir las aguas de un sistema fluvial que es crucial para ambas naciones, especialmente para la agricultura en Pakistán. El pacto ha sobrevivido a dos guerras entre los países —en 1965 y 1971— y a un importante choque fronterizo en 1999.

Por otra parte, el primer ministro de India, Narendra Modi, convocó el jueves una reunión con los partidos de la oposición para informarles sobre la respuesta gubernamental al ataque.

Algunos temen que Nueva Delhi pueda ir más allá de las sanciones diplomáticas, ya que la prensa y los líderes del partido gobernante nacionalista hindú de Modi piden una acción militar.

Praveen Donthi, analista senior del International Crisis Group, afirmó que plantear el conflicto de Cachemira como una crisis de seguridad creada por Pakistán, “que solo puede resolverse mediante un discurso y acciones severas”, reporta dividendos políticos al gobierno de Modi, pero también podría dejarlo con pocas opciones en tiempos de crisis.

“La inmensa presión pública sobre el gobierno de Modi para que responda de manera contundente y militar es autogenerada”, aseguró Donthi. “Pronto, no quedarán opciones a menos que Nueva Delhi comience a abordar las raíces del malestar político en Cachemira”.

En 2019, cuando los insurgentes embistieron un coche cargado de explosivos contra un convoy paramilitar y mataron a 40 soldados, India dijo que atacó un campamento de entrenamiento insurgente en territorio paquistaní. Islamabad respondió con incursiones aéreas, derribó un avión militar indio y capturó a un piloto que fue liberado más tarde.

Dos años después, en 2021, los dos países renovaron un acuerdo de alto el fuego previo a lo largo de su frontera, que en gran medida se ha mantenido desde entonces a pesar de los ataques a las fuerzas indias por parte de la insurgencia.

El ataque conmocionó a los residentes en la disputada región, donde los militantes que luchan contra el dominio indio rara vez atacan a turistas y han dirigido sus ataques principalmente contra las fuerzas indias.

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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.

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