Muere Yahya Sinwar, máximo líder de Hamás y artífice del ataque del 7 de octubre contra Israel
Yahya Sinwar, el líder máximo de Hamás y artífice del ataque del 7 de octubre que desató la guerra más mortífera y destructiva en el conflicto entre Israel y los palestinos, fue asesinado por fuerzas israelíes en Gaza. Tenía 61 años.
Sinwar nació en 1962 en el campo de refugiados de Jan Yunis, en Gaza, en una familia que era parte de los cientos de miles de palestinos expulsados del territorio que hoy es Israel, durante la guerra de 1948 que rodeó a su creación.
Fue uno de los primeros miembros de Hamás, que surgió de la rama palestina de la Hermandad Musulmana en 1987, cuando el enclave se encontraba bajo la ocupación militar israelí.
En Gaza, ninguna figura fue más importante que Sinwar para determinar la trayectoria de la guerra. Obsesivo, disciplinado y dictatorial, fue un veterano combatiente pocas veces visto que aprendió hebreo en los años que pasó en prisiones israelíes, y que estudió cuidadosamente a su enemigo. Trabajó para acercar a Hamás a la alianza encabezada por Irán después de alejarse tras el inicio del conflicto en Siria en 2011.
Aparentemente, Sinwar murió el miércoles en un encuentro fortuito en el frente de batalla con tropas israelíes. Israel declaró el jueves que sus tropas lo habían abatido. Un funcionario de alto nivel de Hamás confirmó su muerte el viernes.
La reservada figura, temida en ambos lados de la línea de batalla, organizó el sorpresivo ataque del 7 de octubre de 2023 en el sur de Israel, junto con el aún más enigmático Mohammed Deif, líder del brazo armado de Hamás. Israel afirmó haber liquidado a Deif en un atentado perpetrado en julio en el sur de Gaza, en que murieron más de 70 palestinos.
Poco después, el líder de Hamás en el exilio, Ismail Haniyeh, fue asesinado cuando visitaba Irán, en un acto del que se culpó a Israel. Sinwar fue elegido para tomar su lugar como líder máximo de Hamás, aunque radicaba en Gaza.
Los combatientes palestinos que realizaron el ataque de octubre de 2023 mataron a unas 1.200 personas, la mayoría civiles, y se llevaron como cautivos a otras 250, tomando por sorpresa al ejército y a los organismos de inteligencia israelíes y sacudiendo la imagen de la invencibilidad de Israel.
Sinwar sostuvo negociaciones indirectas con Israel para tratar de poner fin a la guerra. Uno de sus objetivos era obtener la liberación de miles de palestinos encerrados en prisiones israelíes, algo muy parecido al acuerdo mediante el cual fue liberado hace más de una década.
La guerra que inició incorporó a Hezbollah, lo que provocó al final otra invasión israelí en Líbano, e hizo que Irán e Israel intercambiaran fuego directamente por primera vez, haciendo surgir temores de un conflicto aún mayor.