¿Quiénes son los prisioneros palestinos liberados a cambio de rehenes israelíes?
Israel liberó el sábado a un total de 183 prisioneros palestinos a cambio de tres rehenes israelíes retenidos en Gaza, mientras el acuerdo de alto al fuego entre Israel y Hamás ganaba fuerza después de casi dos semanas.
En una señal de progreso, la liberación del sábado incluyó por primera vez a algunos de los 1.000 detenidos de Gaza que Israel acordó liberar en la Fase 1 del acuerdo, con la condición de que no hubieran participado en el ataque de Hamás del 7 de octubre de 2023 que desencadenó la guerra entre Israel y el grupo armado.
Detenidos en Gaza bajo sospecha de ser milicianos, los 111 palestinos liberados el sábado han estado detenidos sin juicio desde el día siguiente al ataque del 7 de octubre.
Los 72 palestinos restantes, todos detenidos en Cisjordania o en Gaza antes de la guerra, cumplían condenas largas o cadenas perpetuas por ataques mortales contra israelíes. Todos son hombres de entre 30 y 66 años.
La liberación de palestinos de Gaza dirige la atención a las redadas masivas de hombres que Israel ha llevado a cabo en el enclave durante los últimos 15 meses de su campaña militar contra Hamás. Muchos de ellos fueron trasladados a Israel.
Imágenes de las fuerzas israelíes haciendo redadas de palestinos en Gaza —que muestran a hombres en ropa interior, sentados o arrodillados en el suelo, algunos atados y con los ojos vendados— provocaron la indignación y la preocupación del organismo de derechos humanos de la ONU. El ejército israelí afirma que los detenidos son sospechosos de tener vínculos con Hamás y otros grupos extremistas.
En la Cisjordania ocupada, multitudes emocionadas se agolparon alrededor del autobús de la Cruz Roja que transportaba a los palestinos desde la prisión de Ofer, cerca de Ramala. Los simpatizantes levantaron por los aires a los 25 prisioneros liberados, gritando “¡Dios es grande!” y “¡Victoria para Dios!” Las mujeres lloraban mientras abrazaban a sus maridos, que habían estado ausentes durante tanto tiempo.
“Es una sensación indescriptible y, sin duda, hay sentimientos encontrados”, dijo Mohammad Kaskus, sentenciado a 25 años en prisión por ataques cometidos contra israelíes. “Dejamos atrás a nuestros hermanos en cautiverio, sometidos a torturas, hambre, intimidación y abuso”.
Hasta el momento, el servicio israelí de prisiones no ha respondido a una solicitud de comentarios.
Otros 7 prisioneros fueron transferidos a Egipto antes de su deportación.
El resto llegó en un convoy al Hospital Europeo de Jan Yunis, en el sur de la Franja de Gaza, donde los esperaban decenas de familiares, amigos y reporteros. Los exprisioneros sacaron la cabeza de las polvosas ventanas de los autobuses, saludando emocionados a los rostros familiares entre la multitud. Algunos tomaron las manos de sus seres queridos, que eran levantados en hombros por los espectadores.
A continuación, algunos prominentes prisioneros palestinos liberados desde que el acuerdo de alto al fuego entró en vigor el 19 de enero:
Mohammed el-Halabi
El gerente palestino de la sucursal de Gaza de World Vision, una importante organización de ayuda cristiana, fue arrestado en 2016 y acusado de desviar decenas de millones de dólares a Hamás en un caso de alto perfil que provocó críticas de grupos de derechos humanos. Fue liberado el sábado.
Tanto el-Halabi, de 47 años, como World Vision, negaron enérgicamente las acusaciones, y las investigaciones independientes no encontraron pruebas de irregularidades. En una auditoría independiente se descubrió que el-Halabi aplicó controles internos y ordenó a los empleados que evitaran a cualquier persona sospechosa de tener vínculos con Hamás.
World Vision ha dicho también que las acusaciones de que el-Halabi transfirió a Hamás 60% del presupuesto anual de la organización benéfica para Gaza no coincidían con sus registros financieros.
Grupos de derechos humanos manifiestan que a El-Halabi se le negó un juicio justo y transparente, ya que ni él ni World Vision tuvieron la oportunidad de revisar las pruebas en su contra, todos los procedimientos se mantuvieron ocultos al público y estuvieron envueltos en un secretismo inusual. Los expertos de la ONU dicen que El-Halabi fue interrogado durante 50 días sin acceso a un abogado. Fue condenado a 12 años de prisión.
Israel dijo que las audiencias se realizaron a puerta cerrada debido a que se trataba de información sensible de seguridad. Los tribunales israelíes suelen celebrar audiencias a puerta cerrada para proteger las fuentes de su información.
Su detención prolongada provocó escalofríos en los grupos no gubernamentales que brindan ayuda a los palestinos en Gaza. Tras el arresto de El-Halabi, World Vision suspendió sus actividades en el enclave, donde, según dice, su ayuda había beneficiado a casi 40.000 niños afectados por el bloqueo israelí-egipcio.
Shadi Amouri
Amouri, de 44 años y originario de la ciudad de Yenin, en el norte de Cisjordania, fue arrestado por su presunta participación en la fabricación del potente coche bomba que detonó junto a un autobús israelí repleto de pasajeros el 5 de junio de 2002 y provocó la muerte de 17 israelíes, en lo que se conoce como el atentado suicida de la intersección de Megiddo.
El ataque, realizado durante la segunda intifada o levantamiento palestino, que ocurrió de 2000 a 2005, tuvo lugar en el norte de Israel. El grupo palestino extremista Yihad Islámica se atribuyó la responsabilidad.
Amouri fue condenado a cadena perpetua más 20 años de prisión. Fue uno de los prisioneros trasladados a Egipto el sábado y liberados al exilio.
“Quisiéramos haber sentido la alegría de su liberación aquí, en la tierra del campamento de refugiados de Yenin”, dijo Bassam Amouri, su hermano. “Pero, gracias a Dios, lo que importa es que está libre del sufrimiento de la prisión”.
Ashraf Abu Srour
Abu Srour, de 50 años, condenado a cadena perpetua por un ataque realizado en el año 2000, en el que murió el soldado israelí Shahar Veckart, también fue uno de los presos liberados el sábado al exilio.
Oriundo del campamento de refugiados de Aida, en la ciudad cisjordana de Belén, Abu Srour fue detenido en 2001 y condenado al año siguiente por el tiroteo en la Tumba de Raquel, el lugar donde, según la tradición, está sepultada la esposa del patriarca bíblico Jacob. Durante la segunda intifada, el santuario se convirtió en un objetivo de los extremistas palestinos que protestaban por la reivindicación de Israel sobre el lugar sagrado, venerado por judíos, cristianos y musulmanes por igual.
Abu Srour pertenecía a la Brigada de los Mártires de Al-Aqsa, un grupo armado afiliado a Fatah, el partido político secular que controla a la Autoridad Palestina.
Zakaria Zubeidi
Zakaria Zubeidi es un destacado exlíder extremista y director de teatro cuya espectacular fuga de prisión en 2021 emocionó a los palestinos de todo Oriente Medio y tomó por sorpresa al sistema de seguridad israelí.
Zubeidi dirigió alguna vez la Brigada de los Mártires de Al-Aqsa. Tras la segunda intifada en 2006, cofundó un teatro en su ciudad natal, el campamento de refugiados de la ciudad de Yenin, un semillero de milicianos palestinos, para promover lo que describió como una resistencia cultural a Israel. Aún hoy, el Teatro de la Libertad presenta desde obras de Shakespeare hasta comedias stand-up y obras escritas por residentes.
En 2019, luego de que Zubeidi hubiera pasado varios años en prisión por ataques realizados a principios de la década de 2000, Israel lo arrestó de nuevo por su presunta participación en ataques con disparos que tenían como objetivo autobuses de colonos israelíes, pero que no causaron heridos.
Zubeidi, que fue liberado el jueves en Cisjordania, estaba en prisión en espera de juicio. Él niega los cargos y dice que abandonó la lucha armada para centrarse en su activismo político después de la intifada.
En 2021, él y otros cinco prisioneros escaparon por un túnel de una prisión de máxima seguridad en el norte de Israel, una fuga que ayudó a solidificar la imagen de Zubeidi entre los palestinos como un héroe popular. Los seis fueron recapturados días después.
Mohammed Abu Warda
Combatiente de Hamás durante la segunda intifada, Abu Warda ayudó a organizar una serie de atentados suicidas en los que murieron más de 40 personas y más de 100 resultaron heridas. Israel lo arrestó en 2002 y lo condenó a 48 cadenas perpetuas, una de las sentencias más largas jamás dictadas.
Cuando era un joven estudiante, Abu Warda se unió a Hamás al inicio de la intifada, después de que Israel asesinara a Yahya Ayyash, el principal fabricante de bombas del grupo extremista, en 1996.
Las autoridades palestinas dijeron en ese momento que Warda había ayudado a reclutar terroristas suicidas, entre ellos, su primo, el vecino de éste y un compañero de clase de la Escuela Normal de Ramala, cuyos ataques fueron dirigidos a zonas civiles abarrotadas en ciudades israelíes y provocaron la muerte de decenas de personas a principios de la década de 2000.
Warda fue liberado y deportado el jueves.
Mohammed Aradeh, de 42 años
Activista de la Yihad Islámica Palestina, Aradeh fue sentenciado a cadena perpetua por una serie de delitos que se remontan a la segunda intifada. Algunos de los cargos, según el Servicio Penitenciario israelí, fueron plantar un artefacto explosivo e intento de asesinato.
Se le atribuyó la planeación de la extraordinaria fuga de prisión de 2021, en la que él y otros cinco detenidos, entre ellos Zubeidi, utilizaron cucharas para excavar un túnel y salir de una de las cárceles más seguras de Israel. Permanecieron prófugos durante días antes de ser capturados.
De una familia empobrecida y políticamente activa en Yenin, en el norte de Cisjordania ocupada, Aradeh tiene tres hermanos y una hermana que también pasaron años en cárceles israelíes.
Fue recibido como una especie de héroe de culto en Ramala el 25 de enero, cuando familiares, amigos y admiradores lo rodearon y algunos coreaban “¡El túnel de la libertad!” en referencia a su fuga de la cárcel.
Mohammed Odeh, de 52 años, Wael Qassim, de 54, y Wissam Abbasi, de 48
Los tres hombres provienen del barrio de Silwan, en Jerusalén Este, y ascendieron en las filas de Hamás. Son considerados responsables de una serie de ataques mortales durante la segunda intifada y fueron condenados a múltiples cadenas perpetuas en 2002.
Se les acusó de planear un atentado suicida en un salón de billar atiborrado cerca de Tel Aviv que causó la muerte de 15 personas en 2002. Más tarde ese año, se descubrió que habían orquestado un atentado en la Universidad Hebrea en el que murieron nueve personas, entre ellas, cinco estudiantes estadounidenses. Israel describió a Odeh, que trabajaba como pintor en la universidad en ese momento, como el cabecilla del ataque.
Los tres fueron trasladados a Egipto el 25 de enero. Sus familias viven en Jerusalén y dijeron que se reunirían con ellos en el exilio.
Los hermanos Abu Hamid
Tres hermanos de la prominente familia Abu Hamid del campamento de refugiados de Al-Amari, en Ramala —Nasser, de 51 años, Mohammad, de 44, y Sharif, de 48— también fueron deportados a Egipto el 25 de enero. Fueron condenados a cadena perpetua por perpetrar ataques extremistas mortales contra israelíes en 2002.
Su hermano, también llamado Nasser Abu Hamid, fue uno de los fundadores de la Brigada de los Mártires de Al-Aqsa. También fue condenado a cadena perpetua por varios ataques mortales. Su muerte tras las rejas por cáncer de pulmón, en 2022, desató una ola de furiosas protestas en Cisjordania, ya que los funcionarios palestinos acusaron a Israel de negligencia médica.
La familia tiene una larga trayectoria de extremismo palestino. La madre, Latifa Abu Hamid, de 72 años, tiene ahora tres hijos exiliados, uno todavía en prisión, otro que murió en la cárcel y uno más que fue abatido por las fuerzas israelíes. La casa de la familia ha sido demolida al menos tres veces por Israel, que defiende esas demoliciones punitivas de vivienda como un elemento disuasorio contra ataques futuros.
Mohammad al-Tous, de 67 años
Al-Tous ostentaba el título de la persona que más tiempo había permanecido en prisión continua en Israel hasta su liberación el sábado pasado, dijeron las autoridades palestinas.
Arrestado por primera vez en 1985 cuando luchaba contra las fuerzas israelíes a lo largo de la frontera jordana, el activista del partido Fatah pasó un total de 39 años tras las rejas. Originario de la ciudad cisjordana de Belén, fue uno de los presos que fueron exiliados el 25 de enero.