Rescatistas israelíes publican video grabado tras el ataque de Hamás en festival de música
Un agente de seguridad israelí es visto desenfundando una pistola, mientras la mano le tiembla intensamente. Horas antes en ese 7 de octubre, los campos desolados en el sur de Israel bullían de jóvenes que bailaban al ritmo de la música electrónica bajo el cielo oscuro y acampaban en tiendas o casas rodantes. Ahora, todo estaba en silencio.
El agente se asomó rápidamente a uno de los remolques. “¿Quién está adentro?”, gritó con dolor en hebreo. Estaba vacío. Se trasladó al resto del recinto del festival en busca de señales de vida tras la embestida de Hamás en el concierto al aire libre. “¡Es la policía!”, gritó una y otra vez con la voz cada vez más presa de pánico. “¿Hay heridos?”.
Silencio. El agente se dirigió al bar exterior. Vacilando entre las hieleras de Coca-Cola y las palancas de cerveza de barril, gritó más fuerte: “¿Heridos?”. Su cámara apuntó hacia abajo.
Había más de una decena de cadáveres, algunos cubiertos de tierra, otros acribillados a balazos. Estaban esparcidos alrededor del bar y amontonados uno arriba del otro, con el cabello oscurecido por la sangre y las extremidades torcidas en ángulos antinaturales. Los shorts cortos con flecos, las camisetas cortadas y el calzado deportivo blanco, recordatorios de que estos cuerpos mutilados justo antes del amanecer eran juerguistas jóvenes y despreocupados.
La desgarradora y realista escena se desarrolla en un video que tiene una duración de unos 100 segundos tomado por una cámara corporal policial y que fue publicado el sábado por un equipo de rescatistas en el sur de Israel. Fue una escalofriante imagen de lo que encontraron los rescatistas tras el ataque sin precedentes de Hamás en las tranquilas comunidades agrícolas de Israel.
Uno de los primeros objetivos de Hamás fue el festival de música Nova cerca del kibbutz Be’eri, a sólo 5 kilómetros (3 millas) de distancia de la Franja de Gaza. Después de cruzar la frontera, los agresores de Hamás vaciaron rondas de balas contra los asistentes, incluidas granadas y fuego de mortero, matando a más de 260 personas en lo que se convirtió en la masacre civil más grande en la historia de Israel.
El video de la cámara corporal, y otros terroríficos videos que circulan en redes sociales junto con historias de sobrevivientes que corrieron a través de los campos para encontrar refugio en los cercanos huertos, dan más detalles de lo que sucedió ese sábado.
La magnitud de la devastación del ataque transfronterizo de Hamás todavía se está asentando en Israel un mes después de que el ejército israelí desatara una devastadora ofensiva contra Hamás que ha matado a más de 9.400 palestinos en Gaza, según funcionarios de salud del territorio.
Israel todavía llora por las más de 1.400 personas que murieron en el ataque del 7 de octubre, muchos de ellos civiles. Especialistas forenses siguen trabajando para identificar a más víctimas. Las familias aún buscan cualquier información sobre los más de 240 israelíes que fueron secuestrados en Gaza, incluidos jóvenes que asistían al festival.
Después de tropezar con los cuerpos bajo el bar, el agente israelí se desesperó. “¿Hay alguien con señal de vida? Dennos una señal de vida”, suplicó. Su voz ya no sonaba frenética, sino rasgada de dolor.
“¡Alguien, por favor! ¿Alguien puede responder?”.
No hubo respuesta.