Sudeste asiático: Persisten discrepancias sobre cómo encarar violencia en Myanmar

Los cancilleres del sudeste asiático reanudaron el viernes sus condenas de los bombardeos y cañoneos en Myanmar, pero tuvieron dificultades en superar las discrepancias sobre cómo encarar el prolongado conflicto allí.

La crisis de Myanmar era uno de los temas principales en la reunión de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático el martes y miércoles en Yakarta, la capital de Indonesia. La asociación de 10 naciones incluye a Myanmar, pero el canciller de ese país nuevamente tenía prohibido participar debido a que el régimen militar allí no ha acatado un plan de cinco puntos para reducir la violencia.

La ASEAN ha estado tratando de hacer cumplir un plan que forjó con el máximo gobernante militar de Myanmar en 2021, según el cual debe haber un cese inmediato de la violencia, un inicio de negociaciones entre las partes en conflicto mediadas por un enviado especial y la entrega de asistencia a aldeanos desplazados.

Pero la junta militar de Myanmar ha hecho poco para implementar el plan, por lo cual la ASEAN ha prohibido que sus representantes asistan a las reuniones regionales.

Casi 3.000 personas han muerto a manos de los militares desde que éstos tomaron el poder y más de 23.700 han sido arrestadas, según la Asociación de Asistencia para Prisioneros Políticos, una organización no gubernamental que lleva la cuenta de muertes y arrestos.

El miércoles, el canciller tailandés Don Pramudwinai relató a contrapartes de ASEAN que se reunió con la derrocada y ahora detenida líder de Myanmar Aung San Suu Kyi y que ella se mostró a favor del diálogo para resolver la crisis que agobia a la nación.

Don es el único funcionario de gobierno conocido fuera de Myanmar que se ha reunido con Suu Kyi desde que ésta fue detenida con otros funcionarios cuando el ejército tomó el poder el 1 de febrero de 2021. Don dijo que el gobierno militar de Myanmar autorizó el inusual encuentro.

La ASEAN, sin embargo, no lo autorizó. El bloque regional se ha cuidado de no hacer nada que pueda interpretarse como un reconocimiento del gobierno militar, que está bajo sanciones de gobiernos occidentales y europeos.