Talibán pide a las empresas afganas que ayuden a quienes huyen de la deportación en Pakistán
El Talibán pidió el sábado al sector privado de Afganistán que ayude a quienes huyen de la campaña de deportaciones masivas de Pakistán.
Pakistán está arrestando y deportando a todos los extranjeros que no cuentan con los permisos necesarios, pero la medida afecta sobre todo a los afganos, que son la mayor comunidad extranjera en situación de irregularidad en el país.
El Ministerio de Comercio e Industria de Kabul instó a las empresas privadas a afganas a dar un paso al frente y ayudar e indicó que los afganos expulsados por la fuerza de Pakistán enfrentan la peor situación de sus vidas, sin oportunidades.
“El ministerio invita al sector privado a actuar debido al profundo desastre humanitario causado por la migración forzada de cientos de miles de pobres y necesitados. Es deber del islam y de los afganos defender a sus compatriotas", dijo el departamento.
Afganistán está abrumado por los desafíos, que incluyen una sequía de varios años, una economía golpeada y las consecuencias de décadas de guerra. Ya hay millones de desplazados internos por lo que la comunidad humanitaria teme que la empobrecida nación pueda ayudar o integrar a quienes salen ahora de Pakistán.
En los perfiles del Talibán en redes sociales se muestra a altos cargos en Torkham, en la provincia oriental fronteriza de Nangarhar, estrechando la mano a quienes regresan y dándoles la bienvenida al país. Se habilitaron campamentos temporales que ofrecen comida, refugio y atención médica, indicó el grupo.
Hasta 250.000 afganos se marcharon de Pakistán antes del 31 de octubre, cuando finalizaba el plazo para las salidas voluntarias. Decenas de miles se dirigen a la zonas fronterizas por miedo a la detención y la deportación mientras las fuerzas de seguridad paquistaníes buscan a extranjeros en situación irregular puerta por puerta.
Las agencias de ayuda han enviado equipos a las zonas fronterizas y describen escenas de caos y desesperación entre quienes regresan.
Algunos contaron a Save the Children que no tenían dónde vivir ni dinero para pagar la comida, el alquiler o el transporte tras cruzar la frontera. Había niños afganos nacidos en Pakistán que pisaban suelo afgano por primera vez, añadió la ONG.
La campaña de deportaciones incrementa las tensiones entre las dos naciones vecinas.
Pakistán dice que los afganos son responsables de perpetrar ataques suicidas en el país y acusa al Talibán de dar cobijo a esos insurgentes, algo que el grupo niega.
Altos cargos talibanes criticaron el viernes a Pakistán por su campaña antiinmigración, que calificaron de cruel y unilateral, y exigieron que se trate a los afganos con respeto y dignidad.
El ministro interino de Defensa del Talibán en Kabul, Muhammad Yaqoob Mujahid, lanzó una advertencia a Pakistán.
“Pakistán debería enfrentar las consecuencias de sus acciones y recoger lo que siembra", dijo. “Lo que está ocurriendo ahora tendrá un impacto negativo en las relaciones entre ambos países”.