Trabajadores tailandeses y filipinos quedan atrapados en guerra entre Israel y Hamas
El primer grupo de trabajadores tailandeses evacuados de Israel después de los sangrientos sucesos de los últimos días en el sur de Israel y Gaza llegó el jueves a Bangkok, la capital tailandesa, y fue recibido por familiares y altos funcionarios ansiosos.
Militantes de Hamas irrumpieron a través de una valla fronteriza el sábado y mataron a cientos de israelíes en sus hogares, en las calles y en un festival de música al aire libre. Los israelíes han respondido con fuertes ataques aéreos y preparativos para una posible invasión terrestre. El conflicto ha cobrado al menos 2.600 vidas en ambos lados, incluyendo algunos trabajadores del sudeste asiático que viven en Israel.
Entre los 41 tailandeses que regresaron a casa en un vuelo comercial de la aerolínea israelí El Al se encontraban dos hombres heridos durante los hechos violentos que tuvieron que utilizar sillas de ruedas para salir del avión.
Los trabajadores agrícolas de Tailandia buscan empleo en países más desarrollados donde hay escasez de mano de obra semicalificada con salarios considerablemente más altos de los que pueden ganar en casa.
Decenas de miles de trabajadores en Israel de países como Tailandia y Filipinas envían sus ingresos a casa para mantener a sus familias. Ese dinero también ayuda a impulsar las economías de sus países de origen.
Pero la aparición de tailandeses y filipinos en las listas de muertos, heridos y desaparecidos en los últimos días es un recordatorio de que los trabajadores extranjeros también ponen en peligro sus vidas.
Según el Ministerio de Asuntos Exteriores tailandés, unos 30.000 tailandeses trabajan en Israel, y alrededor de 5.000 de ellos viven en la zona sur, cerca de la frontera con Gaza.
Uno de ellos, Katchakorn Pudtason, dijo que su empleador en la granja donde trabajaba inicialmente llevó a todos sus trabajadores a un búnker durante los ataques del sábado, pero después que salieron para almorzar aún podían escuchar los disparos.