Turquía detiene a periodistas y sustituye alcalde electo en represión a la oposición
Las autoridades turcas detuvieron a un destacado periodista de investigación y a cuatro de sus colegas, y reemplazaron a una alcaldesa prokurda por un funcionario estatal el miércoles, intensificando una reciente represión gubernamental contra la oposición y las voces disidentes.
Los críticos dicen que la represión sigue a las significativas pérdidas del partido gobernante del presidente turco Recep Tayyip Erdogan en las elecciones locales de marzo, así como a los crecientes llamados a elecciones nacionales anticipadas. Las autoridades insisten en que los tribunales operan de manera independiente y rechazan afirmaciones de que las acciones legales contra figuras de la oposición tienen motivaciones políticas.
El periodista de investigación Baris Pehlivan fue detenido la noche del martes junto con el editor en jefe del canal de televisión Halk TV, Serhan Asker, y la presentadora Seda Selek, informó la estación. Las detenciones ocurrieron horas después de que Halk TV transmitiera una grabación de una conversación telefónica que Pehlivan sostuvo con un experto empleado por los tribunales para proporcionar opiniones. Los críticos acusan al asesor del tribunal de proporcionar informes sesgados contra los alcaldes pertenecientes al principal partido de oposición del país.
Asker y Selek fueron liberados el miércoles con la condición de que se presenten regularmente a la policía. Pero casi simultáneamente, las autoridades detuvieron a otros dos periodistas de Halk TV, una estación alineada con la oposición.
Los periodistas enfrentan posibles cargos por divulgar una conversación privada sin permiso e intentar influir en un testigo experto.
Por otra parte, el gobierno destituyó a Sofya Alagas, la alcaldesa electa de la ciudad de Siirt, de su cargo y la reemplazó con el gobernador de la región, mayoritariamente poblada por kurdos. El gobierno acusa a la alcaldesa de cargos relacionados con el terrorismo.
Alagas se convirtió en la octava alcaldesa del Partido Democrático de Igualdad y Democracia del Pueblo, o DEM, en ser destituida de su cargo por supuestos vínculos con rebeldes kurdos desde las elecciones locales del 31 de marzo, dijo el partido.
En la última semana, las autoridades turcas también arrestaron a Umit Ozdag, líder de un partido de oposición de extrema derecha, por cargos de incitar a la violencia a través de una serie de publicaciones anti-refugiados en redes sociales.
Ayse Barim, una agente de talentos que representa a prominentes actores turcos, fue arrestada a principios de esta semana. Ha sido vinculada a protestas antigubernamentales a nivel nacional que tuvieron lugar en 2013 y se le acusa de intentar derrocar al gobierno, acusación que ha negado rotundamente.
Mientras tanto, Ekrem Imamoglu, el popular alcalde de Estambul y posible candidato para desafiar a Erdogan en las próximas elecciones, está programado para dar su testimonio en investigaciones que se iniciaron contra él por comentarios que hizo criticando una serie de investigaciones que se iniciaron contra municipios dirigidos por la oposición y que han resultado en el arresto de dos alcaldes de distritos de Estambul.
Imamoglu ha sido condenado a dos años y siete meses de prisión por cargos de insultar a miembros del consejo electoral de Turquía. El alcalde enfrenta una prohibición política si su condena es confirmada por un tribunal de apelaciones.
“Hay una sola razón para todas estas ilegalidades, injusticias y desigualdades”, afirmó el martes Ozgur Ozel, líder del principal partido de oposición. “No pueden dormir. La noche del 31 de marzo (elecciones locales) no se olvida”.
El ministro de Justicia, Yilmaz Tunc, por su parte, negó las acusaciones de que las detenciones de los periodistas tuvieran como objetivo silenciar a Halk TV.
“No hay ninguna investigación relacionada con actividades periodísticas. Nadie en Turquía está detenido por su trabajo periodístico”, insistió. “En nuestro país, la prensa es libre y la libertad de pensamiento y expresión es amplia. Sin embargo, los periodistas no están por encima de la ley”.
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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.