Activista a favor de independencia de Hong Kong pide asilo a Gran Bretaña
Un activista que abogó por la independencia de Hong Kong y fue encarcelado en virtud de una ley de una seguridad nacional avasalladora huyó a Gran Bretaña para pedir asilo político, según sus publicaciones en las redes sociales el viernes.
Tony Chung fue uno de los primeros condenados en virtud de la ley impuesta por Beijing e implementada tras las marchas a favor de la democracia de 2019. Fue declarado culpable de secesión y lavado de dinero en 2020 y condenado a 43 meses de prisión.
La intimidación a la que se enfrentan los disidentes de Hong Kong como Chung refleja la drástica erosión de las libertades prometidas a la antigua colonia británica cuando regresó a China en 1997. Pero tanto Beijing como Hong Kong han elogiado la ley de seguridad por aportar estabilidad a la ciudad.
En dos publicaciones de Instagram del viernes, Chung detalló cómo se encontraba bajo una orden de supervisión tras su salida de prisión. Escribió que se le había prohibido hablar en público. Además, se le pidió que se reuniera periódicamente con las autoridades de seguridad nacional y que les informara de su paradero, de las personas con que se había reunido y de las conversaciones que había mantenido.
Añadió que se le impidió aceptar un trabajo de verano concreto, lo que le privó de autonomía económica y allanó el camino para los incentivos económicos que le ofrecieron posteriormente las autoridades de seguridad nacional. Le ofrecieron pagarle por información sobre otras personas para demostrar que se había reformado, escribió, y querían que fuera a China continental.
Chung dijo que le hicieron firmar un documento que le prohibía revelar sus conversaciones con las autoridades, por lo que no pudo pedir ayuda a ningún abogado ni contar a nadie su situación.
“Bajo una enorme tensión y miedo, sólo puedo aguantar en silencio”, afirmó.
Comenzó a enfermar en octubre por momentos y los médicos le dijeron que su sistema inmunitario estaba comprometido debido al enorme estrés mental, afirmó en sus mensajes. Más tarde convenció a las autoridades de los servicios penitenciarios para que le permitieran viajar a Okinawa, Japón, de vacaciones para controlar sus emociones. Durante el viaje, pidió ayuda a organizaciones y personas radicadas en el extranjero. El miércoles llegó a Gran Bretaña procedente de Japón para solicitar asilo.