Algunos funcionarios de la UE boicotean reuniones en Hungría tras viajes de Orbán a Rusia y China
Algunos líderes de la Unión Europea protestaron el martes por lo que consideran el uso inadecuado del turno de presidencia del bloque por parte del primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, y muchos de ellos, incluidos comisarios de la UE, boicotearon una reunión informal ofrecida por Hungría como respuesta a las acciones de Orbán.
Los funcionarios están molestos porque Orbán, un populista nacionalista considerado como el líder europeo con relaciones más cercanas al presidente de Rusia, Vladímir Putin, hizo viajes no anunciados a Moscú y Beijing este mes en lo que describió como una “misión de paz” para mediar un final de la guerra de Rusia en Ucrania.
Orbán dijo que buscaba la senda más rápida a la paz en Ucrania y señaló que estaba en una posición única para comunicarse con los dos bandos enfrentados. También se reunió la semana pasada con el expresidente de Estados Unidos Donald Trump en su complejo de Mar-a-Lago y expresó su confianza en que Trump “resolvería” el conflicto con rapidez.
Pero los socios de Orbán en la UE se vieron sorprendidos por la apariencia de que actuaba en nombre del bloque de 27 países durante sus reuniones con Putin y el presidente de China, Xi Jinping, y temían que estuviera socavando la unidad de la UE en su apoyo a Ucrania. Hungría ostenta el turno de presidencia del Consejo de la UE entre julio y diciembre de 2024.
Como respuesta, países como Suecia, Finlandia y los estados Bálticos, así como la Comisión Europea, el ejecutivo del bloque, dijeron que sus máximos dirigentes boicotearían las reuniones en Budapest y enviarían funcionarios en su lugar.
Pero no todos los miembros de la UE se sumaron al boicot. Los ministros de energía de Austria, Bélgica y Bulgaria asistieron el martes a una reunión informal sobre energía en la capital húngara, y uno de ellos restó importancia al boicot.
“Creo que tenemos una buena representación”, dijo Vladimir Malinov, ministro de energía en funciones de Bulgaria, cuando llegó a la reunión. “Tengan en mente que esto es una reunión informal, no es un problema. Quizá a un nivel formal tengamos una representación mucho más alta”.
El boicot provocó reacciones dispares entre las autoridades húngaras. Algunos emplearon el estilo de tono beligerante que ha caracterizado al gobierno de Orbán cuando se trata de la UE. Kinga Gál, una destacada legisladora europea del partido Fidesz de Orbán, dijo que el boicot de la Comisión era “claramente parte de la campaña electoral de Von der Leyen”, una referencia a la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, que aspira a ser reelegida el jueves para otro mandato de cinco años.
“Nos hemos acostumbrado a que (Von der Leyen) use las instituciones de la UE, especialmente contra Hungría, para el chantaje y la presión política”, afirmó Gál el lunes en la red social X. “Esto es inaceptable y va contra la misma esencia de la cooperación europea”.
El ministro húngaro de Finanzas, Mihály Varga, fue menos combativo y dijo el martes en Bruselas que la presidencia húngara de la UE “sigue comprometida con la cooperación sincera con todas las instituciones y estados miembros”.
Varga dijo que los ministros “son libres de decidir si participan en nuestros eventos o no. Pero estoy absolutamente seguro de que habrá una participación de alto nivel en los eventos”.
En declaraciones fuera de la misma reunión en Bruselas, la ministra sueca de Finanzas, Elisabeth Svantesson, dijo que estaba “tanto enojada como bastante triste” por cómo había marchado la presidencia húngara por ahora.
“Que el señor Orbán visitara a Putin en Moscú es un insulto no sólo para Ucrania, sino para todos los otros 26 estados miembros, y eso es lo que diré hoy en la reunión”, dijo.
Durante una conferencia de prensa el martes, Stefan de Keersmaecker, vocero de la Comisión, dijo que al enviar a funcionarios de menos categoría a las reuniones en Hungría, el organismo quería “recalcar nuestra desaprobación” a los viajes no coordinados de Orbán y el mensaje que transmitían sobre la guerra y Ucrania.
Las visitas, señaló, “efectivamente han dañado la imagen indispensable de unidad en la Unión Europea”.
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El periodista de Associated Press Mike Corder en La Haya, Holanda, contribuyó a este despacho.