¿Por qué Amanda Knox se enfrentó a otro juicio por el homicidio de Meredith Kercher ocurrido en 2007?
Knox fue condenada y absuelta dos veces: ¿qué pasará con el último cargo? Graig Graziosi informa
Esta nota fue originalmente publicada en abril 2024.
El caso de Amanda Know adquirió una reputación infame en 2007 luego de que su novio y ella fueran detenidos y acusados del asesinato de su compañera de piso, una estudiante británica de 21 años llamada Meredith Kercher. Antes del juicio, la prensa creó una imagen macabra de la pareja e incluso se especuló que eran adictos al sexo y habían matado a la joven en medio de un juego erótico que se descontroló.
Como resultado, ambos fueron condenados a pasar más de dos décadas en la cárcel. Otro hombre, llamado Rudy Guede, estuvo 13 años privado de su libertad por asesinar y abusar sexualmente de Meredith
Durante el juicio y la posterior detención de la pareja, se presumía que Knox era inocente. Sin embargo, más tarde se descubrió que los agentes policiales la privaron del derecho a tener representación legal, la forzaron a hacer declaraciones y cometieron varios errores en la investigación, lo que finalmente condujo a su condena.
En 2011, la mujer fue exonerada y retomó su vida en los Estados Unidos; pero, dos años después, el caso fue llevado a juicio nuevamente en Italia y enfrentó otra condena. En 2015, la Corte Suprema italiana rechazó dicha sentencia y declararon su inocencia.
Como si fuera poco, Knox aún debe someterse a la justicia italiana por un caso de difamación.
El juicio comienza el miércoles en la ciudad de Florencia.
¿Cómo es la vida de Amanda Knox hoy en día?
Knox, que ahora tiene 36 años, es madre de dos niños pequeños y está casada con un hombre llamado Christopher Robinson. La familia vive en Seattle, Washington.
Su experiencia con el sistema judicial la inspiró a comenzar una campaña para impulsar una reforma de la justicia penal y destacar el hecho de que la policía utiliza su poder para coaccionar a los sospechosos a realizar declaraciones.
Asimismo, Knox ha colaborado con una aplicación de meditación que se centra en la resiliencia y lanzó un pódcast con su esposo. Según People, se está filmando una miniserie para Hulu que relatará sus batallas con el sistema legal italiano, producida por Monica Lewinsky.
No es la primera vez que se llevará su historia a la pantalla grande. En 2016, se estrenó en Netflix el documental Amanda Knox, que cambió ampliamente la percepción del público sobre el caso.
El documental gira en torno a los cargos presentados contra Knox y en cómo fue retratada en los medios de comunicación, especialmente en la prensa amarillista de Italia, Estados Unidos y el Reino Unido.
Asesinato de Meredith Kercher y condena
Amanda Knox fue acusada y condenada en 2007 por el asesinato de Meredith Kercher, una estudiante británica con quien convivía en Perugia (Italia).
Durante ese mismo año, Knox asistía a la Universidad de Washington, pero decidió irse a estudiar al extranjero. En Perugia, compartía un apartamento de cuatro ambientes con un par de mujeres italianas y Kercher; aunque otra sección de la vivienda había sido alquilada por unos hombres oriundos de ese mismo país.
Meredith Kercher era alumna de la Universidad de Leeds, y también había decidido estudiar en Italia.
Durante su estadía en Perugia, Knox tenía un puesto de media jornada en un bar llamado Le Chic, cuyo dueño era Diya “Patrick” Lumumba, un hombre congoleño. También comenzó a salir con un joven llamado Raffaele Sollecito.
El 2 de noviembre de 2007, cuando la mujer regresó a su casa, encontró manchas de sangre y la puerta del dormitorio de Kercher cerrada.
Acto seguido, se fue del lugar con miedo de que le hubiera pasado algo a su compañera y fue a buscar a su novio, con quien regresó a la vivienda para averiguar qué había pasado. Cuando Sollecito vio que la puerta de Kercher estaba cerrada, llamó a la policía militar.
Cuando los agentes abrieron la puerta, encontraron el cuerpo de Kercher tendido en el suelo, con un edredón que lo cubría. Los informes policiales de ese entonces indicaron que le habían cortado la garganta.
En consecuencia, Knox y su novio fueron acusados de matar a la víctima en medio de un juego sexual que se habría descontrolado. La estudiante estadounidense estuvo presa por dos años en Italia antes de que comenzara el juicio y, luego de un proceso que duró un año, el jurado declaró a la pareja culpable.
Ella fue sentenciada a 26 años de cárcel, mientras que Sollecito recibió una condena de 25 años tras las rejas.
Knox fue liberada en 2011 luego de que un tribunal de apelación anulara uno de los cargos más graves. La policía italiana encargada del caso fue inculpada de entorpecer la investigación con el fin de apresurarse para lograr una condena.
No obstante, a pesar de que fue absuelta por el asesinato, aún está imputada de un cargo por difamación.
En 2013, el Tribunal de Casación italiano revocó la absolución de Knox y ordenó la celebración de un nuevo juicio. En esa ocasión, fue condenada de nuevo y sentenciada a 28 años y medio de cárcel, mientras que la condena de Sollecito se mantuvo en 25 años.
Knox manifestó que nunca volvería a Italia, y, dos años después de su segunda condena, el Tribunal Supremo italiano la anuló.
La acusación de difamación
Knox fue demandada por difamación tras afirmar que Lumumba, propietario del bar Le Chic, había asesinado a Kercher.
El hombre sostuvo una coartada ante la policía y posteriormente demandó a Knox por sugerir que era un homicida.
La mujer estadounidense apeló contra la condena por difamación, ya que no solo se le había negado representación legal mientras la policía italiana la interrogaba, sino que también le advirtieron que contratar a un abogado empeoraría el proceso.
Afirmó que, durante los interrogatorios sobre Lumumba, no contaba con la presencia de un letrado.
En 2023, el Tribunal de Casación ordenó que se volviera a juzgar a la mujer por dicha condena. El juicio comienza el miércoles en la ciudad de Florencia.
En su pódcast Labyrinths, expresó que esperaba que la sentencia la exonerara de toda culpa y le permitiera librarse de cualquier consecuencia legal del asesinato ocurrido en 2007.
Además, confesó que, mientras declaraba en contra de Lumumba, se encontraba en un estado de “estrés, conmoción y agotamiento extremo”.
También relató que la policía le dijo en ese entonces que estaría condenada a 30 años de cárcel y que Sollecito la había delatado, lo cual no era cierto.
“Por un lado, me alegra tener esta oportunidad para limpiar mi imagen, y espero poder vivir sin el estigma que estuve soportando”, dijo.
Y luego, finalizó: “Por otro lado, no sé si alguna vez lo superaré, ya que aún estoy traumatizada. Estoy segura de que la gente seguirá juzgándome porque no quieren entender lo que ocurrió, y tampoco quieren aceptar que se puede manipular a una persona inocente y obligarla a atravesar lo que yo viví”.
Traducción de María Luz Avila