Avance de rebeldes respaldados por Ruanda en Congo amenaza la región, advierten funcionarios de ONU
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Altos funcionarios de Naciones Unidas en África advirtieron el miércoles en una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad que la ofensiva de los rebeldes respaldados por Ruanda en el este de la República Democrática del Congo está amenazando la paz en la región.
“Es imperativo que este consejo tome medidas urgentes y decisivas para evitar una guerra regional más amplia”, afirmó Bintou Keita, enviada especial de la ONU para la República Democrática del Congo.
La toma de ciudades grandes en el este de Congo por parte del grupo rebelde M23 en las últimas semanas y declaraciones de actores clave muestran que “el riesgo de una conflagración regional es más real hoy que nunca”, dijo Huang Xia, enviado especial de la ONU para la región de los Grandes Lagos de África, que incluye a la República Democrática del Congo, Burundi, Ruanda y Uganda.
El embajador de Francia ante la ONU, Nicolas de Rivière, instó al consejo a adoptar rápidamente un proyecto de resolución que su país hizo circular hace dos semanas, en el cual reafirma el apoyo a la integridad territorial y soberanía del Congo, pide el fin de la ofensiva del M23 y la retirada de las fuerzas ruandesas, y llama a reanudar las conversaciones urgentemente.
“El riesgo de una guerra regional aumenta cada día”, advirtió.
El M23 es el más destacado de más de 100 grupos armados que compiten por el control de los billones de dólares en riqueza mineral del este del Congo. La región es rica en oro y coltán, un mineral clave utilizado en productos electrónicos de consumo, como laptops y teléfonos inteligentes.
Los rebeldes reciben apoyo de unos 4.000 efectivos de la vecina Ruanda, según expertos de la ONU, y en ocasiones han prometido marchar hasta la capital del Congo, Kinsasa, a más de 1.600 kilómetros (1.000 millas) de distancia.
En una ofensiva relámpago de tres semanas, el M23 tomó el control de la principal ciudad del este del Congo, Goma, y el domingo se apoderó de la segunda ciudad más grande, Bukavu.
Keita, quien también dirige la misión de mantenimiento de la paz de la ONU en Congo, dijo al Consejo de Seguridad que, desde entonces, el M23 ha seguido avanzando, apoderándose de la localidad de Kamanyola en la intersección de tres fronteras: Congo, Ruanda y Burundi.
La ministra de Relaciones Exteriores del Congo, Thérèse Kayikwamba Wagner, exigió al Consejo de Seguridad que ordene la retirada inmediata de las fuerzas ruandesas.
“Estas fuerzas han pisoteado el derecho internacional, han traído muerte y devastación, y han violado nuestra soberanía”, denunció.
El embajador de Ruanda ante la ONU, Ernest Rwamucyo, dijo que “el liderazgo africano debe impulsar la resolución de este conflicto”, y criticó al presidente del Congo por intentar obtener sanciones contra Ruanda por parte de gobiernos occidentales.
En esta etapa, la ONU no conoce la agenda del M23, la intención de sus patrocinadores ni hasta dónde llegarán y por qué, dijo Huang, el enviado de la ONU para los Grandes Lagos.
“Esta situación debe detenerse antes de que veamos el desencadenamiento de una guerra regional generalizada, cuyas consecuencias serían devastadoras” y socavarían los empeños de la última década para llevar estabilidad a la región de África central, señaló Huang.
El Consejo de Derechos Humanos de la ONU lanzó este mes una comisión que investigará atrocidades, incluidos alegatos de violaciones y asesinatos similares a “ejecuciones sumarias” por ambas partes.
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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa