El presidente de Ecuador ordena cierre de fronteras por 3 días desde la jornada previa a elecciones
El presidente ecuatoriano, Daniel Noboa, dispuso el lunes el cierre de las fronteras, un día antes y dos después de las elecciones generales del próximo domingo, en las que está postulando de la reelección. Justifica la medida en intentos de desestabilización de grupos armados.
En un escueto mensaje publicado en X, ante Twitter, el mandatario ordenó reforzar la presencia militar en la frontera norte y sur del país “ante los intentos de desestabilización de grupos armados”, sin dar más detalles y sin identificarlos y señaló que la medida estará vigente entre el 8 y el 10 de febrero cuando “las fronteras permanecerán cerradas”.
Las elecciones, a las que se presenta a la reelección para un mandato de cuatro años, son el domingo 9 de febrero. Noboa ha abanderado su política de gobierno en la lucha contra la violencia y desde enero de 2024 está vigente en el país un estado de conflicto armado interno que permite la movilización de militares en tareas de seguridad.
El mandatario también dispuso que los militares tomen el control de “los puertos de manera inmediata” sin dar más explicaciones sobre el motivo de la decisión. Los puertos han sido señalados como puntos de embarque de importantes cantidades de droga, especialmente de cocaína que llega de Colombia, y que tiene como destino Estados Unidos y Europa, entre otros. El año pasado la policía ecuatoriana decomisó unas 294 toneladas de drogas.
La orden se produce a seis días de la jornada de votación, cuando 13,7 millones de ecuatorianos han sido llamados a la urnas para elegir presidente. Noboa aparece como favorito en la intención de voto, seguido por la opositora Luisa González, de la Revolución Ciudadana, apadrinada por el expresidente Rafael Correa. Otros 14 postulantes cuentan con mínimo apoyo.
Aunque el gobernante no aclaró qué grupos amenazan al país, en la frontera colombiana con Ecuador, de unos 700 kilómetros, hay presencia de grupos armados vinculados al narcotráfico y con las disidencias de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia. En la frontera sur, con Perú, de 1.529 kilómetros, se conoce de la presencia de grupos dedicados al contrabando de combustibles y en menor medida al narcotráfico.