Enviada ONU: Hallazgo de agresiones sexuales a algunos rehenes no justifica ataques israelíes
La enviada de Naciones Unidas sobre violencia sexual en conflictos advirtió el lunes que el hallazgo de “información clara y convincente” de que algunos algunos de los rehenes capturados por Hamás durante su ataque del 7 de octubre sobre el sur de Israel fueron sometidos a violencia sexual “no legitima de ningún modo las continuidad de las hostilidades”.
“De hecho, crea un imperativo moral para un alto el fuego humanitario que ponga fin al indecible sufrimiento impuesto a los civiles palestinos en Gaza y facilite la liberación inmediata y sin condiciones de todos los rehenes", dijo Pramila Patten en una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU a la que asistió el ministro de Exteriores de Israel.
“La continuidad de las hostilidades no puede protegerlos de ningún modo", añadió. “Solo puede exponerlos a un mayor riesgo de violencia, incluyendo la sexual".
Patten habló durante una reunión solicitada por Israel y convocada por Estados Unidos, Reino Unido y Francia para centrarse en su reciente reporte, que también encontró “motivos razonables” para creer que Hamás cometió violaciones, tortura sexualizada y otros actos de crueldad contra las mujeres durante el ataque insurgente que dejó unos 1.200 muertos, en su mayoría civiles, y unos 250 cautivos.
En su intervención, la enviada apuntó que los 134 rehenes que siguen en Gaza y los más de dos millones de civiles del territorio “comparten un destino común. Por su bien común, debe haber un alto el fuego humanitario ahora”. La ofensiva israelí sobre la Franja ha matado a más de 30.000 personas, de las cuales dos tercios eran mujeres y mejores, según el Ministerio de Salud gazatí.
El ministro israelí de Exteriores, Israel Katz, dijo que acudió al Consejo “para protestar tan alto como pueda contra los crímenes de lesa humanidad" cometidos por Hamás para disuadir y amedrentar a la sociedad israelí.
Además, criticó duramente al Consejo por no haber condenado las acciones de Hamás en las más de 40 reuniones celebradas desde el 7 de octubre y apuntó que el organismo con más poder de la ONU debería declarar al grupo extremista como organización terrorista y presionar para la liberación inmediata de los rehenes.
En una declaración que sorprendió a muchos diplomáticos, Katz destacó que el lunes comenzó el mes sagrado del Ramadán y dijo: “Permítanme aprovechar esta oportunidad para bendecir a nuestros hermanos musulmanes: Ramadan Kareem”, que se emplea para desear un Ramadán bendecido o generoso.
“Hamás no habla en nombre del mundo musulmán", añadió Katz. “Y les pedimos que condenen los delitos de violencia sexual que estos bárbaros cometieron en nombre de la religión musulmana".
Riyad Mansour, el embajador palestino ante la ONU, dijo al Consejo que los musulmanes de todo el mundo celebraban el Ramadán pero “en Gaza, la muerte y el sufrimiento se encuentran por todas partes. La comida y la esperanza no se encuentran en ninguna".
En su discurso, apuntó que el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, no quiere un alto el fuego porque su “supervivencia política necesita que la ofensiva continúe”.
El objetivo israelí, según Mansour, “sigue siendo el desplazamiento forzoso de nuestro pueblo haciendo que Gaza sea inhabitable”.
Además expresó su esperanza de que el Consejo de Seguridad, que mostró una reacción “sin precedentes" al reporte de Patten convocando una reunión en una semana, responda de igual forma a los reportes de agresiones sexuales contra mujeres y niñas, hombres y niños palestinos.
La principal recomendación de Patten es animar a Israel a que permita el acceso del jefe de derechos humanos de la ONU y la Comisión Internacional Independiente de Investigación sobre los Territorios Palestinos e Israel “para llevar a cabo investigaciones completas de las supuestas violaciones" cometidas por Hamás.
Según Mansour, los palestinos acogerían con satisfacción estas pesquisas y desafió a Israel a hacer una declaración similar. Además, invitó a Patten a visitar Gaza para ver por sí misma la difícil situación que viven los palestinos.
Patten explicó además que cuando visito Cisjordania no recibió ningún reporte de violación, pero sí de violencia sexual durante la detención tanto de hombres como de mujeres palestinas.
La enviada trasladó estas denuncias a las autoridades israelíes, que la informaron sobre sus protocolos para prevenir dichas acciones y “manifestaron su disposición a investigar cualquier presunta infracción”.
Pero se mostró decepcionada “porque la reacción inmediata a mi informe por parte de algunos actores políticos no fue abrir pesquisas sobre esos supuestos incidentes, sino rechazarlos de forma contundente a través de las redes sociales”, dijo sin ofrecer nombres.