Esta iglesia alemana es la más alta del mundo. Al menos hasta que la Sagrada Familia sea concluida
La iglesia mayor de Ulm en el sur de Alemania es la más alta del mundo. Al menos por ahora.
El reinado de este templo luterano de estilo gótico —llamado Ulmer Münster en alemán, el cual comenzó el 31 de mayo de 1890— podría llegar a su fin en 2025, cuando se calcula que será concluida la “Torre de Jesucristo” de la basílica de la Sagrada Familia en Barcelona. Con una altura final de 172,5 metros (unos 566 pies), esa iglesia católica superaría a la Ulmer Münster por sólo 11 metros (36 pies).
Pero la construcción de la Sagrada Familia se ha llevado 142 años y aún continúa. Su conclusión final llegaría en 2026, cien años después de la muerte de su arquitecto catalán Antoni Gaudí. Irónicamente, cuando la basílica alcance su altura definitiva, será gracias a una cruz de 17 metros (55,77 pies) de altura fabricada por una compañía alemana.
A pesar de ello, el pastor que encabeza el culto en Ulmer Münster no está molesto.
“No me parece tan fascinante que esta sea la torre de iglesia más alta del mundo”, le dijo el deán Torsten Krannich a The Associated Press. “La iglesia también eleva mi corazón a Dios. Esta es sencillamente una iglesia maravillosa que lo invita a uno a orar y ser agradecido”.
Después de todo, Ulm siempre tendrá a Albert Einstein. El físico nació allí en 1879 y vivió en la ciudad durante sus primeros 15 meses de vida. Su familia extendida permaneció en Ulm, y él volvió y ascendió por la torre de la iglesia en 1923.
Además de un vitral en la Ulmer Münster en el que aparecen Einstein y otros científicos famosos, el director de comunicaciones de la junta turística de Ulm se apresura a señalar que el resto de la ciudad tiene “una densidad muy alta de arte y cultura”.
“Podemos inspirar a los huéspedes que vienen acá incluso cuando ya no tenemos la iglesia más alta del mundo, sino sólo la segunda más elevada”, dijo Dirk Homburg.
La historia de la Ulmer Münster se remonta a 1377, cuando los ciudadanos de Ulm decidieron demoler su vieja parroquia. Ubicada afuera de las puertas de la ciudad, para los feligreses podía ser peligroso acudir a ella durante las frecuentes guerras de la Edad Media. Los residentes decidieron financiar ellos mismos la construcción de una nueva en el centro de la ciudad, y planearon que tuviera la aguja más alta del mundo.
La construcción se detuvo en 1543 cuando, en medio de la Reforma protestante, los líderes de la ciudad decidieron suspender las obras debido a que se vivía una turbulencia política y económica. Los trabajos se reanudaron en 1844, y para el 31 de mayo de 1890 el templo había sido terminado.
Con una altura récord de 161,5 metros (530 pies), la Ulmer Münster fue construida deliberadamente para que fuese más elevada que la catedral de Colonia en el noroeste de Alemania, que medía 157,2 metros (516 pies) en 1880.
Aunque Ulm fue destruida en la Segunda Guerra Mundial por un bombardeo en 1944, la iglesia misma permaneció en pie. Pero la edad de la Ulmer Münster, sumada a los impactos climáticos y los aproximadamente 1 millón de visitantes anuales, hacen que constantemente tenga que ser restaurada en medio de las visitas turísticas y las ceremonias religiosas.
Por ejemplo, actualmente los visitantes pueden ascender 560 escalones hasta la plataforma de observación a 102 metros (335 pies) de altura. Otra plataforma que se ubica a 143 metros (469 pies) —y para la que se requiere ascender 768 escalones— está cerrada debido a reparaciones en el hueco de las escaleras.
Krannich dijo que de todas formas sigue siendo especial.
“Independientemente de que la torre sea ahora 5 metros (16,4 pies) más alta o 5 metros más baja, ello no importa para la calidad de esta iglesia”, señaló.
Ursula Heckler, que ha visitado la iglesia en dos ocasiones, dijo que en un principio viajó a Ulm en 2019 porque ella, al igual que muchos que hacen la excursión para llegar allá, sabía que era la más alta del mundo. Ella no planea visitar la Sagrada Familia cuando adquiera ese título.
Christos Kalokerinos, nacido en Ulm, no se inmuta ante la pérdida de estatus que se avecina.
“La Münster tiene tantas otras cosas bonitas que eso realmente no es relevante”, indicó. “Creo que la mayor parte de la gente también piensa así. Pero desde luego que también era magnífico presumir un poco sobre el hecho de que tenemos la torre de iglesia más elevada, ya que mucha, mucha gente no necesariamente conoce a Ulm por eso".
De hecho, hay pocos indicios en la ciudad sobre ese récord. La tienda de regalos dentro del templo sólo tiene una chimenea falsa con la leyenda “la iglesia más alta del mundo”, y la única referencia en una tienda turística al otro lado de la calle parecía ser una tarjeta postal que comparaba la altura de la iglesia con la de la Gran Pirámide de Guiza, el Big Ben y la Estatua de la Libertad. Todos esos íconos mundiales tienen menor altura que la Ulmer Münster.
Aparentemente, los habitantes de la región —conocidos como suabos— “prefieren la modestia”.
“No quieren decirle a todo el mundo que son los más grandes”, dijo Krannich. “No todo el mundo necesita saberlo. Es suficiente si nosotros lo sabemos”.
¿Pero el año próximo?
“Vamos a involucrar un poco más a Albert Einstein en nuestra mercadotecnia”, manifestó Homburg.
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La periodista de la AP Kirsten Grieshaber contribuyó a este despacho.
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