Kim Kardashian: comienza en París el juicio contra la “banda de los abuelos” por un robo de $10 millones de dólares
Tras el violento robo en París, Kim Kardashian temió por su vida. Hoy, nueve años después, espera justicia
Atada, amordazada y encerrada en el baño de un lujoso apartamento en el centro de París, Kim Kardashian temió por su vida cuando cinco encapuchados le robaron joyas valoradas en millones de dólares.
El 3 de octubre de 2016, una banda de atracadores irrumpió en el apartamento donde Kim Kardashian se alojaba sola en París, dejándola traumatizada durante años. Estaba sola, ya que su guardaespaldas había salido con su hermana Kourtney.
Casi nueve años después, diez personas, incluidos cinco ancianos jubilados apodados “los abuelos ladrones”, enfrentarán el juicio por el crimen, cometido durante su visita a París para la Semana de la Moda.
Los acusados enfrentan cargos de robo a mano armada, secuestro y asociación criminal. Ocho de los diez niegan cualquier implicación en el caso, considerado el mayor robo a una persona en Francia, con un botín de joyas estimado en casi $10 millones de dólares, entre ellas un anillo de compromiso de 18,88 quilates, obsequio de su exesposo Kanye West, con un valor de $4 millones.

Tras el robo, se inició una intensa búsqueda. Rastros de ADN encontrados en las bridas que ataron las muñecas de Kardashian condujeron a la detención de 17 personas en enero de 2017.
Aunque el juicio contra doce acusados debía comenzar en 2021, diversos factores lo aplazaron: los confinamientos por la pandemia del Covid-19, la saturación de los tribunales debido a procesos de alto perfil, como los atentados de París en 2015 y los casos contra Marine Le Pen y Nicolas Sarkozy, y la preocupación por un posible impacto negativo en el turismo antes de los Juegos Olímpicos de París 2024.
Se espera que Kardashian, quien teme haberse convertido en un “robot” sin “emociones” tras la angustiosa experiencia, testifique en persona en el juicio, donde los fiscales presentarán pruebas de ADN y grabaciones de vigilancia antes de que concluya a finales de mayo.
Asimismo, se prevé que detalle cómo, mientras permanecía sola en su dormitorio y sin escolta de seguridad, cinco individuos que se hacían pasar por policías forzaron la entrada a su apartamento y perpetraron el robo.
En el momento del robo, Kardashian solía mostrar sus joyas y su ubicación en redes sociales. Posteriormente, admitió que esta exposición pudo haber facilitado el asalto. “Conocían todos mis movimientos y lo que tenía”, afirmó en la Cumbre de Mujeres Poderosas de Forbes, donde también señaló que ha cambiado su manera de publicar en Internet.
Es posible que la empresaria, de 44 años, también hable sobre los efectos psicológicos a largo plazo que le dejó el robo, un tema sobre el que se ha mostrado abierta en los últimos años.

El 3 de octubre de 2016, mientras estaba acostada en su apartamento de lujo en París, Kardashian oyó pasos en las escaleras. Gritó, pero nadie respondió. Fue entonces cuando, según recordó meses después en Keeping Up With the Kardashians, supo que algo “algo andaba mal”.
Dos hombres vestidos con uniformes de policía esposaron al conserje y lo obligaron a dejarles entrar en el apartamento. “Por lo que me contó después, decían: ‘¿Dónde está la mujer del rapero? Subamos a su habitación’, en francés”, recordó Kardashian. “Él terminó siendo nuestro intérprete, porque yo no los entendía, ni ellos a mí”.
Cuando la arrastraron al pasillo, al pie de la escalera, Kardashian advirtió que ambos hombres iban armados y temió lo peor.
“Me empujó contra la cama y pensé: ‘Me van a violar’”, relató. “Me preparé mentalmente, pero no ocurrió”.
Según explicó Kardashian, el ladrón le ató las piernas con cinta adhesiva y le apuntó a la cabeza. En su mente solo pensaba: “Van a dispararme”. Mientras rezaba para que Kourtney “pudiera superar” el trauma de encontrar su cuerpo sin vida.

Los ladrones la dejaron atada y amordazada antes de huir con sus joyas. En pocas horas, el asalto era noticia global, con titulares en todo el mundo mientras Kardashian emprendía su regreso apresurado a Estados Unidos.
Un día después del robo, el caso fue mencionado como ejemplo hipotético en la Corte Suprema durante la audiencia de Lawrence Eugene Shaw contra Estados Unidos, que debatía la definición de fraude bancario. Durante los alegatos orales, el juez Stephen Breyer planteó: “Incluso el ladrón de Kardashian, si es que existe, pensaría que todas esas joyas están aseguradas, incluso en exceso. Entonces, ¿no sería considerado un robo?”.
Desde aquel episodio traumático, Kardashian ha hablado abiertamente sobre cómo el robo en París provocó cambios profundos en su personalidad y en su forma de ver el mundo. Confesó que teme haberse convertido en un “robot, sin emociones”, como dijo en un episodio de su reality show el año pasado.
Durante una sesión, su terapeuta le explicó que su aparente calma no era una fortaleza, sino una respuesta traumática: “Estás congelada en modo de lucha o huida”. Kardashian recordó que, según la especialista, una experiencia pasada en la que mantenerse tranquila la ayudó a sobrevivir la llevó a adoptar esa reacción automática: “Desde entonces, siempre eliges la calma”.

Aomar Ait Khedache, apodado “el viejo Omar”, está señalado como el cerebro detrás del robo a la superestrella global. El hombre, de 68 años, admitió haber participado en el atraco, pero negó ser el líder del grupo.
Otro de los implicados es Yunice Abbas, de 71 años, quien confesó su participación y hasta escribió un libro sobre el asalto. Sin embargo, un tribunal francés le prohibió lucrar con las ventas de su obra.
Antes del juicio, Abbas habló con medios franceses, donde contó que formó parte del grupo que entró al edificio, aunque aclaró que su rol fue quedarse de guardia en la planta baja. En una entrevista reciente con TF1 TV, bromeó diciendo que todos eran “abuelos”.
Con antecedentes penales por robo, Abbas había pasado 20 años en prisión y, tras una década en libertad, enfrentaba graves problemas económicos.
“Me ofrecieron un gran trabajo, mi último golpe: un diamante de 20 quilates sin protección. Era demasiado tentador”, contó Abbas en TF1. Comentó que le mencionaron que era “esposa de un rapero” y que no preguntó más.
En total, doce personas fueron acusadas por el robo, aunque solo diez están siendo juzgadas. Uno de los implicados falleció antes del juicio y otro, considerado no apto por motivos de salud, será juzgado en un proceso aparte.
Traducción de Leticia Zampedri