La OTAN cumple 75 años mientras la guerra en Ucrania y el populismo amenazan su unidad
La OTAN celebra el jueves el 75 aniversario de su defensa colectiva en Europa y Norteamérica mientras la guerra de Rusia en Ucrania inicia su tercer año y pone a prueba la determinación de los aliados en un momento en el que el populismo en auge abre fracturas en su unidad.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, y sus homólogos celebrarán con pastel la firma en Washington del tratado fundacional de la alianza, el 4 de abril de 1949. Hay un festejo mayor previsto para la reunión de líderes de la OTAN en Washington del 9 al 11 de julio.
El ministro sueco de Exteriores, Tobias Billström, participaba en su primera reunión ministerial desde que su país se convirtió en el 32do miembros de la OTAN el mes pasado. La invasión rusa de plena escala en Ucrania en febrero de 2022 empujó a Suecia y su vecino nórdico Finlandia a los brazos de la OTAN.
Las filas de la alianza casi se han triplicado en las más de siete décadas desde sus 12 miembros fundacionales. Finlandia y Suecia se unieron en un tiempo récord para cobijarse bajo la garantía de la OTAN de seguridad colectiva, tras verse presionados por líderes populistas en Turquía y Hungría que reclamaban compensaciones por aceptar su entrada.
Esa promesa, el Artículo 5 del Tratado de Washington, que fue trasladado a Bruselas para la ceremonia, estipula que un ataque contra cualquier miembro debe recibir una respuesta unificada. Sólo se ha utilizado una vez, tras los ataques de Al Qaeda en suelo estadounidense en 2001.
“La OTAN se fundó bajo una única promesa solemne: un ataque contra un aliado es un ataque contra todos”, dijo el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, la víspera del aniversario. “Desde esa fundación hemos construido la alianza más poderosa y exitosa de la historia”.
Blinken describió la OTAN como “una alianza defensiva sin aspiraciones sobre el territorio de ningún otro país, pero con una determinación de proteger el territorio de cada uno de sus miembros y hacerlo de una manera que ha sido única en la historia de la humanidad”.
Entre sus éxitos más recientes del grupo tras la Guerra Fría y la caída del Muro de Berlín, la OTAN podría mencionar su campaña aérea de 1999 contra la antigua Yugoslavia para poner fin a una sangrienta represión contra separatistas de etnia albanesa y sus esfuerzos por evitar una guerra civil en Macedonia en 2001.
En el extremo opuesto está Afganistán. La OTAN tomó el mando de la operación de seguridad allí en 2003 y se convirtió la más larga, costosa y mortífera en la historia de la alianza. Se vio marcada por una caótica retirada en agosto de 2021 que abandonó muchos de los logros alcanzados durante casi dos décadas de campaña.
Ahora Ucrania también quiere un puesto en la mesa de la OTAN, pero la alianza funciona por unanimidad y no hay un consenso sobre si debe unirse. De todos modos, la mayoría de los aliados se oponen a incluirla mientras continúe la guerra. Por ahora, la OTAN solo promete que su puerta está abierta para que Ucrania la cruce algún día en el futuro.
Putin dijo haber emprendido la guerra, al menos en parte, porque la OTAN se estaba expandiendo más cerca de las fronteras rusas.
Los aliados de la OTAN tampoco están de acuerdo sobre si armar a Ucrania. Como organización, la alianza sólo ofrece apoyo no letal como vehículos de transporte, combustible, raciones de combate, suministros médicos y equipamiento de desminado. Sin embargo, muchos miembros ofrecen armas y municiones de forma bilateral o en grupos.
El grueso de los esfuerzos de la OTAN desde que las tropas rusas empezaron a concentrarse para la invasión ha sido reforzar sus propias fronteras cerca de Rusia y Ucrania para disuadir al presidente, Vladímir Putin, de atacar después a algunos de los aliados.
El artículo 5 pasó quizá su prueba más dura durante el mandato de Donald Trump como presidente de Estados Unidos, de lejos el país más poderoso del grupo. Trump sugirió que Estados Unidos podría no acudir en defensa de cualquier aliado de la OTAN que no hubiera aumentado su gasto de defensa al menos al 2% de su productor interno bruto, como acordaron hacer en 2014.
Trump ha reiterado la amenaza durante la campaña electoral este año. La OTAN estima que 18 de sus 32 miembros alcanzarán ese objetivo este año, en comparación con apenas 3 hace una década.
Los líderes de Hungría y Turquía también han socavado la unidad de la OTAN desde dentro. Hungría insiste en que es hora de hacer las paces con Rusia, y en el pasado ha vetado reuniones de alto nivel con Ucrania. Turquía, con apoyo de Hungría, también demoró el ingreso de Suecia hasta obtener promesas de contratos de defensa.
Es probable que ambos pongan a prueba la paciencia de sus socios de nuevo cuando la OTAN busque un sucesor para Stoltenberg, que es el secretario general que más tiempo ha estado en el cargo y deja el puesto en octubre. El primer ministro de Holanda, Mark Rutte, es de lejos el favorito para sustituirle. Hungría y Turquía, una vez más, tienen sus reservas.