Los estuches cubanos para guardar puros, un nuevo objeto de deseo
Cuba es famosa por sus puros hechos con hojas de tabaco de alta calidad torcidas a mano, pero cada vez son más los aficionados que entienden el valor real de los “humidores”, las cajas especiales —algunas verdaderas obras de arte en madera— para conservar la calidad y duración de los habanos.
“La diferencia entre una caja cualquiera y un humidor es que éste tiene un sistema especial que mantiene la humedad y la temperatura para que se conserve perfectamente bien (cada puro) y dure el tiempo que usted desee”, explicó a The Associated Press, Adrián Morán Lipis.
Morán y otras 15 personas forman parte de la firma Humidores Clave, que junto a otra media docena de talleres presentaron sus creaciones en la Feria del Habano que se inauguró el lunes y se desarrollará hasta el viernes en La Habana.
El precio de los humidores arranca en 200 dólares los más sencillos y con capacidad para 25 puros y sube de acuerdo a sus características y exclusividad. De hecho, Humidores Clave exhibe en su puesto en la feria uno tallado en negro y blanco valuado en 2.000 dólares.
Precisamente, la gala final del festival del año pasado tuvo como colofón una subasta de siete humidores con sus respectivos puros que recaudó unos 19,3 millones de dólares.
Había estuches que representaban edificios célebres, con banderas cubanas, diseños de trenes, abstractos y hasta del tamaño de un pequeño mueble. Entre los más curiosos destacaba uno que emulaba la aleta de tiburón de más de un metro de alto. Otros incluían control remoto para abrir sus cajuelas y espacios secretos.
Cada uno fue hecho a mano y la capa que está en contacto con los cigarros es de cedro porque es la nadera que mejor protege el sabor del torcido. Varios productores indicaron a AP que incluso almacenan en sus talleres muebles en desuso de más de 100 años para reciclar la madera en sus piezas.
Considerados entre los mejores del mundo, los puros cubanos fueron paulatinamente ocupando un lugar en el mercado internacional del tabaco de alta calidad.
La compañía Habanos S.A. —una empresa mixta entre la estatal Cubatabaco y la ibero-británica Altadis— tiene el monopolio de la venta de puros cubanos en el mundo e informó que en 2024 sus ventas alcanzaron 827 millones de dólares, un 16% más que el año anterior. Los principales mercados fueron China, España, Suiza y Gran Bretaña.
La compañía es la organizadora cada año del Festival del Habano, un hito para coleccionistas, aficionados y distribuidores de todo el mundo que recorren plantaciones y participan de seminarios y millonarias subastas y una vitrina para los productores de humidores.
“Cuba es el lugar de nacimiento de la industria de puros hechos a mano, el lugar de nacimiento de grandes marcas como Romeo y Julieta, Montecristo, Cohiba”, dijo a AP el estadounidense David Savona, director ejecutivo de la revista Cigar Aficionado, la publicación más importante del sector y quien viajó para el festival.
Debido a las sanciones de Estados Unidos, Habanos S.A. no puede vender sus puros en dicho país, el mercado mundial más grande para este producto, pero Savona comentó que cualquier publicación especializada no puede prescindir de los lanzamientos y el análisis de los cigarros isleños.
“No hay manera en la tierra de que podamos hablar de puros sin hablar de los cigarros en Cuba”, agregó Savona.
El especialista explicó la importancia de los humidores para conservar el tabaco. “Los puros se hacen aquí, en los trópicos, en lugares como Cuba, que es realmente un humidor natural”, dijo Savona. “Si tomas ese puro y lo llevas a otro lugar como donde yo vivo en Estados Unidos, el puro se secará inmediatamente…He fumado puros que tenían 100 años y fueron maravillosos porque estaban correctamente humidificados", agregó.
El humidor “es un resguardo especial para el tabaco”, comentó a la AP José Ernesto Aguilera, uno de los artesanos más destacados en la fabricación de estos estuches, varias de cuyas piezas formaron parte de las subastas en diferentes ediciones del festival y volverán a la del viernes.
“El tabaco es un príncipe y nosotros le hacemos el castillo”, comentó.
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La periodista de AP Cristiana Mesquita contribuyó en este reporte.