Más allá de la teología, los católicos recuerdan al papa como un amigo de África
La capital de República Centroafricana había sido devastada por la violencia interreligiosa antes de la visita del papa Francisco en 2015, sus calles estaban marcadas por el miedo y la división.
Pero allí estaba el papamóvil semidescubierto, atravesando un barrio de mayoría musulmana de Bangui, una zona prohibida para los cristianos, mientras el pontífice argentino cruzaba una línea que muchos temían en medio de una guerra civil que duraba ya varios años.
Con un imán a su lado, Francisco se quitó los zapatos, inclinó la cabeza y entró en una mezquita, implorando a la gente que "diga ‘no’ al odio, a la venganza y a la violencia, especialmente a la cometida en nombre de una religión o de Dios”.
Los católicos recuerdan este episodio mientras evalúan el legado del jesuita argentino en África, un continente donde la fe crece rápidamente y donde, a diferencia de Francisco, el sacerdocio tiende a ser profundamente conservador.
Una “gran lección de humildad”
Los sacerdotes y feligreses que hablaron con The Associated Press desde Marruecos hasta Sudáfrica recordaron el compromiso del papa con los marginados, incluyendo las víctimas de la violencia, la pobreza o de las estructuras perdurables heredadas del colonialismo.
“Los cristianos y musulmanes que solían mirarse con recelo se reconciliaron”, señaló Ella Carine Kossingou, residente en Bangui, acerca de la visita de Francisco. “No soy católica, pero no olvidaré su presencia en nuestro país”.
Tras el anuncio de su muerte, un grafitero dio los últimos toques a un retrato del pontífice en Kenia. En Nigeria, los fieles hicieron fila para firmar en un libro de condolencias situado bajo una imagen suya. Y en Sudán del Sur, el cura James Rombe se arrodilló para rezar junto a los estudiantes en el Seminario Menor de San Lorenzo.
"Le enseñó a nuestros líderes una gran lección de humildad y lo que significa ser un servidor, un líder servidor”, dijo Rombe recordando cuando Francisco besó los pies de los líderes enfrentados en Sudán del Sur mientras las tropas gubernamentales luchaban contra los rebeldes en parte del país.
“Ese fue el poderoso mensaje que todos recibimos de él: Esperanza. Tener esperanza. Y estas dos palabras siempre van juntas: esperanza y paz”, añadió.
Antes en desacuerdo, ahora los curas conservadores están de luto
Durante su pontificado de 12 años, Francisco visitó diez países africanos, siete más que su predecesor. Habló de “la sabiduría encontrada en los vecindarios pobres” en un barrio marginal de Kenia, predicó la fraternidad pese a las divisiones religiosas en Marruecos y condenó el saqueo extranjero en República Democrática del Congo.
El difunto papa “fue muy claro al decir a las potencias mundiales que dejen de explotar a los africanos”, señaló Michael Nsikak Umoh, portavoz de la Conferencia Episcopal de Nigeria.
Los sacerdotes africanos que chocaron con la postura de Francisco acerca de las parejas del mismo sexo lo recordaron esta semana como alguien que compartía un compromiso con la justicia, más que como a alguien con quien estaban en desacuerdo. Un cura en Camerún dijo a los medios católicos que el argentino fue un “papa postcolonial”. En Mozambique, otro recordó su labor pastoral tras los desastres naturales.
“No estoy seguro de que quisiera que se le etiquetara como liberal o conservador. Lo que quería hacer era mantener el equilibrio entre las enseñanzas de la Iglesia y la experiencia de la gente”, dijo el cura Hugh Patrick O’Connor, del Consejo de Iglesias de Sudáfrica.
Pero ese equilibrio solía resquebrajarse a menudo.
Las conferencias episcopales africanas, que en su mayoría están entre las más conservadoras de la institución, se opusieron a las ideas de Francisco. Después de que emitiera un edicto que permitía a los sacerdotes bendecir a parejas del mismo sexo, el cardenal Fridolin Ambongo Besungu, arzobispo de Kinshasa, pidió un mayor reconocimiento de las perspectivas de África, que describió como “el futuro de la Iglesia”.
El Simposio de Conferencias Episcopales de África, liderado por el cardenal Ambongo, y los obispos católicos de Zimbabue estaban entre quienes repudiaron la postura de Francisco sobre las parejas homosexuales. A pesar de esas diferencias, Tryvis Moyo, secretario general de la conferencia, lo recordó como un “pastor fiel que no solo se convirtió en el líder de la Iglesia, sino en la conciencia del mundo”.
Moyo destacó el compromiso del papa con la doctrina y el evangelio al tiempo que se mantenía firme en la postura de su conferencia contra la bendición a las parejas del mismo sexo.
“No dudó en decir o defender aquello en lo que creía", afirmó acerca del pontífice.
Casi uno de cada cinco católicos vive en África
Francisco dirigió la Iglesia en un momento en que el catolicismo experimentaba un rápido crecimiento en toda África, incluso en lugares donde los seminarios brindan servicios sanitarios y sociales a comunidades por debajo del umbral de pobreza.
En los 54 países del continente hay ahora más de 281 millones de católicos, muy por encima de los 185 millones de 2013, cuando asumió el papado, según las últimas cifras del Vaticano.
Elizabeth Foster, historiadora de la Universidad de Tufts y autora de “African Catholic”, indicó que, además de ser un reformador, Francisco era también un producto de los debates que tomaron forma durante su juventud, cuando la Iglesia asistía a la descolonización y la retirada de Europa de África.
“En el espacio de dos generaciones, hemos pasado de una Iglesia predominantemente europea que fue exportada a África a ahora, donde el flujo se ha invertido por completo y los africanos están viniendo a Europa para dirigir parroquias y las sociedades misioneras que fueron fundadas para evangelizar África”, señaló.
“Un hombre de los pobres”
Dom João Carlos Nunes, arzobispo de Maputo, recordó el ministerio de Francisco a la luz de las inundaciones y ciclones que azotaron Mozambique, incluida su visita en 2019.
“Era un hombre de la Iglesia y también un hombre de los pobres, de aquellos que no tienen voz ni lugar, de aquellos que quedan al margen. Nos enseñó a acoger, a tener un corazón enorme, a amar sin medida", dijo Nunes.
Más allá de su liderazgo, muchos lo recordaron como alguien que hablaba de sus luchas y encarnaba una fe pendiente de la realidad que vivían.
"Era auténtico, era como Jesús. Bajó a nuestro nivel. Nos entendió”, contó Lee-Anne Bertrand, feligresa de toda la vida, al final de un funeral celebrado esta semana en la Catedral de Cristo Rey en Johannesburgo.
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Metz informó desde Rabat, Marruecos. Los periodistas de The Associated Press Chinedu Asadu, Michelle Gumede, Mogomotsi Magome, Charles Mangwiro, Florence Miettaux y Farai Mutsaka contribuyeron a este despacho desde toda África.
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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa