¿En qué se diferenciará el funeral del papa Francisco del de sus predecesores?
El papa Francisco introdujo modificaciones el año pasado para simplificar los ritos funerarios papales
Se espera que el funeral del papa Francisco, programado para el sábado por la mañana en la plaza de San Pedro, refleje el estilo humilde y reformista que marcó su pontificado.
Rompiendo con la tradición, la ceremonia dará prioridad a la sencillez por encima de las fastuosas muestras de grandeza.
Más de 50.000 personas ya han acudido a la basílica de San Pedro para rendir homenaje, donde Francisco yace en un ataúd sencillo, dispuesto a ras del suelo. Esta imagen contrasta de forma notable con los féretros elevados utilizados en los funerales de sus predecesores, los papas Juan Pablo II y Benedicto XVI.
Este cambio responde a las reformas que el propio Francisco implementó en noviembre de 2024, al revisar el “Ordo exsequiarum Romani Pontificis” —los ritos funerarios del romano pontífice—, con el objetivo de agilizar y simplificar el protocolo.
En ese momento, el arzobispo Diego Ravelli, maestro de las celebraciones litúrgicas pontificias, explicó a Vatican News que las modificaciones buscaban resaltar el papel del papa como “pastor y discípulo de Cristo”, por encima de cualquier representación de poder terrenal.
Certificación de fallecimiento

Cuando un papa muere, la verificación oficial de su fallecimiento, a cargo del camarlengo —el prelado responsable de administrar el Vaticano entre la muerte de un pontífice y la elección de su sucesor—, solía realizarse tradicionalmente en el lugar exacto donde ocurría el deceso.
Sin embargo, con la reforma de los ritos funerarios promovida por el papa Francisco, este requisito fue eliminado. Desde entonces, la certificación debe llevarse a cabo en la capilla privada del pontífice fallecido.
En el caso de Francisco, el rito tuvo lugar en la capilla de la Casa Santa Marta, residencia en la que vivió desde su elección en 2013, tras rechazar instalarse en los apartamentos papales del Palacio Apostólico.

Los nuevos ritos establecen que el pontífice fallecido sea colocado directamente en un ataúd sencillo de madera, abierto y forrado en zinc. Esta práctica contrasta con la tradición anterior, en la que el papa era enterrado en tres ataúdes distintos: uno de madera de ciprés, otro de plomo y un tercero de roble.
Además, anteriormente el cuerpo del pontífice solo era introducido en estos tres féretros tras haber estado en exposición pública en la basílica de San Pedro.
Funeral
Los ritos funerarios papales se dividen tradicionalmente en tres estaciones: la residencia del papa fallecido, la basílica de San Pedro y el lugar de sepultura.
En el caso del papa Francisco, quien había solicitado que la primera estación se realizara en una capilla, aunque esta formara parte de su “hogar” en la Casa Santa Marta, su cuerpo fue trasladado directamente a la basílica de San Pedro el miércoles por la mañana.
El féretro no fue trasladado al Palacio Apostólico para una exposición adicional, como ocurrió con Juan Pablo II, ni fue colocado sobre un ataúd elevado, conocido como Canaletto o “lecho de muerte”, como sucedió tanto con Juan Pablo II como con Benedicto XVI.
Francisco permanecerá expuesto al público durante tres días, hasta la tarde del viernes, cuando su féretro será sellado en presencia de varios cardenales y funcionarios de la Santa Sede, el órgano de gobierno central de la Iglesia católica y del Vaticano.
La misa fúnebre será presidida por el cardenal Giovanni Battista Re, decano del Colegio Cardenalicio, y concelebrada por patriarcas y cardenales, quienes lucirán la mitra blanca de damasco.
Según informó la Santa Sede, también se ha invitado a arzobispos y obispos de la Iglesia católica a participar en la ceremonia, y deberán portar sus ornamentos litúrgicos, que se colocarán en la plaza de San Pedro.
El príncipe de Gales asistirá en representación del Rey, mientras que el primer ministro Sir Keir Starmer y el primer ministro de Escocia, John Swinney, integrarán la delegación del Reino Unido.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, confirmó que asistirá junto a su esposa, Melania. También estarán presentes el presidente de Irlanda, Michael D. Higgins, y su esposa, Sabina; así como el primer ministro irlandés, Micheál Martin, y el viceprimer ministro, Simon Harris.
Aunque una misa de réquiem suele durar aproximadamente una hora, la gran cantidad de personas que se espera asistan —incluidos quienes deseen recibir la Sagrada Comunión— hace prever que la ceremonia se extienda hasta unos 90 minutos, según explicó Joe Ronan, de la organización benéfica Catholic Voices.

Sepultura
Según los ritos tradicionales, y salvo que el papa indique lo contrario, sus restos deben ser trasladados a las grutas de la Basílica de San Pedro para su entierro, una vez finalizada la misa fúnebre.
No obstante, la reforma introducida en 2024 permite que un papa sea sepultado fuera del Vaticano si así lo desea.
El papa Francisco dejó instrucciones para ser sepultado en una tumba subterránea sencilla en la basílica papal de Santa María la Mayor, en Roma.
Con esta decisión, se convierte en el primer pontífice en más de un siglo que no será enterrado en la basílica de San Pedro. El último en pedir ser sepultado fuera del Vaticano fue el papa León XIII, fallecido en 1903.
En su testamento, Francisco escribió:
Mi vida y mi ministerio sacerdotal y episcopal los he confiado siempre a la Madre de Nuestro Señor, María Santísima.
Por tanto, pido que mis restos mortales descansen esperando el día de la resurrección en la Basílica Papal de Santa María la Mayor.
Deseo que mi último viaje terrenal termine en este antiquísimo santuario mariano, al que acudía en oración al inicio y al final de cada Viaje Apostólico [...].
Pido que se prepare mi sepulcro en el nicho de la nave lateral entre la Capilla Paulina (Capilla de la Salus Populi Romani) y la Capilla Sforza de la citada Basílica Papal, como se indica en el anexo adjunto.
El sepulcro debe estar en la tierra; sencillo, sin decoración particular y con la única inscripción: “Franciscus”.

Un “grupo de personas pobres y necesitadas” estará presente en las escalinatas de la basílica de Santa María la Mayor para rendir su último homenaje al papa Francisco antes de su sepultura, informó la Santa Sede este jueves.
El funeral del sábado marcará el inicio de las nueve misas conmemorativas conocidas como “novendiali”, que se celebrarán durante nueve días consecutivos.
El último día de este ciclo litúrgico será el domingo 4 de mayo.
Se espera que el cónclave, la reunión secreta de los cardenales para elegir al nuevo pontífice, comience entre 15 y 20 días después del fallecimiento del papa.
Traducción de Leticia Zampedri