¿Quién podría ser el próximo papa? Estos son los cardenales elegibles de EE. UU.
De los 138 cardenales que escogerán al nuevo pontífice, solo nueve provienen de EE. UU.
Tras la muerte del papa Francisco, los ojos del mundo se volverán hacia Roma, donde un cónclave papal decidirá quién se convertirá en el próximo pontífice. Pero, ¿podría el mundo ver a su primer papa estadounidense en estas elecciones?
La respuesta es que es poco probable, pero no imposible.
Esta enorme decisión será tomada por cardenales de todo el mundo. De los 252 miembros del Colegio Cardenalicio, 138 son actualmente elegibles para escoger al nuevo papa. Aunque la Iglesia católica estadounidense es una de las más grandes y ricas del mundo, nunca ha habido un papa nacido en EE. UU. A menudo se ha descartado la idea de un papa estadounidense debido a la influencia geopolítica que EE. UU. ya tiene en todo el mundo.
Actualmente hay nueve cardenales estadounidenses que se espera que participen en el cónclave de 2025, según la lista de cardenales electores.
Se trata de los cardenales Robert Prevost, Blase J. Cupich, Timothy M. Dolan, Robert W. McElroy, Joseph Tobin, Wilton Daniel Gregory, Daniel DiNardo, Seán Patrick O'Malley y Raymond Burke.

Con nueve cardenales estadounidenses con derecho a voto en el cónclave de un total de 138, la posibilidad matemática de que el próximo papa sea estadounidense ronda el 6,5 %. Las predicciones de las casas de apuestas también son desfavorables.
Según el sitio web Online Betting Guide, ninguno de los estadounidenses se considera favorito. De hecho, según la casa de apuestas británica William Hill, el filipino Luis Antonio Tagle y el italiano Pietro Parolin son actualmente los favoritos para suceder a Francisco, con probabilidades de 7/4, seguidos por el cardenal húngaro Peter Erdo, con 8/1.
Sin embargo, como saben quienes han visto la película Cónclave, ganadora de un Oscar, el proceso de selección de un nuevo papa es político, y puede ocurrir cualquier cosa. Aun así, John Allen Jr., experto vaticanista y autor del libro All the Pope’s Men: The Inside Story of How the Vatican Really Thinks, declaró al New York Post que las perspectivas de un papa estadounidense son escasas.

Nombrado arzobispo de Nueva York en 2009, Dolan es una de las figuras más reconocidas de la Iglesia católica estadounidense; es conocido por su carisma y su habilidad mediática. Sin embargo, uno de los principales problemas, según Allen, es que Dolan puede ser considerado “demasiado estadounidense”.
“Se le considera carismático, elocuente y alguien capaz de desenvolverse con soltura en la escena mundial, tras haber sido el pastor jefe de la capital mediática del mundo”, declaró Allen al New York Post, y añadió: “No obstante, sospecho que habría que calificar a Dolan como una posibilidad remota, no como favorito”.
Dado que los estadounidenses a menudo son percibidos como protagonistas de los choques culturales mundiales y como personas con actitudes estereotípicamente descaradas, los cardenales de este país tendrían que demostrar otras aptitudes, como experiencia en el extranjero y capacidad con los idiomas, para asumir el cargo.
Por su parte, Burke, nacido en el estado de Wisconsin, ya ha sido señalado por algunos como posible sucesor del pontífice, al haber participado en el cónclave papal de 2013 que eligió al papa Francisco.

Considerado por los críticos como un tradicionalista declarado, fue nombrado cardenal por el papa Benedicto XVI en 2010.
Burke chocó públicamente con las filosofías más liberales de Francisco, en particular en lo que respecta a su disposición a permitir que las parejas divorciadas y vueltas a casar reciban la Eucaristía. También ha calificado de “objetable” el nuevo lenguaje de la Iglesia en torno a la contracepción artificial, los matrimonios civiles y los homosexuales.
Anteriormente dijo que los políticos católicos que apoyan la legalización del aborto, como el ex presidente de EE. UU. Joe Biden, no deberían recibir la Eucaristía.
Traducción de Sara Pignatiello