Francisco pide perdón por la “mentalidad colonizadora” y por los que cooperaron con indiferencia en Canadá
El papa Francisco resaltó que, aunque las obras de caridad también estaban presentes, el daño que se hizo a las comunidades indígenas y a los niños en las escuelas residenciales fue “pura maldad”
El papa Francisco se encuentra en Canadá como parte de su viaje apostólico número 37, cuya finalidad es encontrarse con las comunidades indígenas del país para iniciar un proceso de reconciliación y pedir perdón por los abusos cometidos en escuelas dirigidas por la Iglesia católica contra cientos de miles de niños.
"Vengo entre ustedes para reunirme con los pueblos autóctonos. Espero que, con la gracia de Dios, mi peregrinación penitencial pueda contribuir al camino de reconciliación ya iniciado. Por favor, acompáñenme con la oración", escribió en Twitter antes de salir de Roma.
Este lunes, el pontífice argentino estuvo en Maskwacis, provincia de Alberta, la que tuvo el mayor número de internados, a unos cien kilómetros al sur de Edmonton, en donde llamó “nefastas” a las consecuencias de la imposición de las escuelas residenciales.
“Pido perdón por la manera en la que lamentablemente muchos cristianos apoyaron la mentalidad colonizadora de los poderes que oprimen a los pueblos indígenas”, dijo el pontífice.
“Estoy dolido, pido perdón en particular por el modo en que muchos miembros de la iglesia y de las comunidades religiosas cooperaron también por medio de la indiferencia en esos proyectos de destrucción cultural y asimilación forzada de los gobiernos de la época que finalizaron en el sistema de las escuelas residenciales”, reafirmó.
Aunque hoy representan sólo el 5 por ciento de la población del país, los pueblos amerindios, que se identifican en tres grupos principales: Primeras Naciones, Metis e Inuit, son sobrevivientes de prácticas de asimilación forzada que separaban a los niños de sus familias para llevarlos a escuelas residenciales o internados en donde, según los testimonios, eran abusados y sometidos a tratos crueles.
Alrededor de 150,000 niños autóctonos se matricularon desde finales del siglo XIX hasta la década de 1990 en 139 escuelas residenciales, donde pasaron meses o años aislados de sus familias, su idioma y su cultura.
Hasta donde se sabe, alrededor de 6,000 menores murieron por enfermedad, desnutrición o negligencia, mientras que otros fueron víctimas de abuso sexual o físico por parte de directores o maestros.
“Recuerdo cómo me han dicho que las políticas de asimilación terminaron por marginar sistemáticamente a los pueblos indígenas, sus lenguas, sus culturas fueron denigradas y suprimidas. los niños sufrieron abusos físicos, verbales, psicológicos y espirituales”, dijo Francisco en presencia de alrededor de 15,000 personas.
El Sumo Pontífice aseguró que las disculpas son solo el punto de partida, pues lo siguente será hacer una seria búsqueda de la verdad y ayudar a los sobrevivientes de las escuelas residenciales a realizar procesos de sanación.