¿Por qué las sanciones económicas no le afectan a Vladimir Putin? ¿En dónde está su fortuna?
Un castillo valuado en un billón de dólares, un yate de 100 millones y varias propiedades de lujo en todo el mundo serían sólo algunas pruebas de la fortuna del líder ruso
Uno de los temas más comentados desde el inicio de la invasión rusa en Ucrania es el misterio que encierra la fortuna que, supuestamente, Vladimir Putin tiene acumulada después de más de dos décadas en el poder. Pues prácticamente no hay un solo rastro de sus posesiones materiales.
Según expertos, como Nate Sibley, especialista en la corrupción rusa y consejero de algunos integrantes del Congreso estadounidense, en los últimos años Putin se ha alejado de los oligarcas que en algún momento lo rodearon y se beneficiaron de la corrupción, y ha optado por mantener en su círculo a políticos y militares que respaldan sus ideas nacionalistas, confiado en la fortuna que habría hecho en los primeros años de su carrera.
Este cambio es una de las principales razones por las que el presidente ruso muestra tan poca reacción a las sanciones económicas impuestas por prácticamente todo Occidente a su país y a los empresarios.
Putin asegura percibir un salario de 140.000 dólares al año y poseer solo un departamento de 800 metros cuadrados, pero se cree que es una de las personas más ricas del planeta, con posesiones como un palacio en la costa del Mar Negro y un yate de 100 millones de dólares.
El principal opositor del presidente ruso, hoy encarcelado, Alexéi Navalny, reveló la ubicación de un complejo en la costa del Mar Negro, conocido como el “nuevo Versalles”, pues se trata de un castillo con el sello del águila de dos cabezas, símbolo del último zar de Rusia.
Según varios reportes de medios, como la BBC o CNN, el palacio ubicado en la cima de una montaña está valuado en un billón de dólares y es un símbolo tangible de la corrupción que impera en la administración del presidente ruso, pues la propiedad de aproximadamente 190 mil metros cuadrados fue construida con fondos del Estado y el financiamiento de los oligarcas que han visto florecer sus fortunas gracias a esta misma corrupción.
Según dio a conocer Navalny, algunas de las amenidades al interior incluyen anfiteatro, pista subterránea de hockey y puerto privado, mientras que no se puede llegar a la zona por aire o por mar, debido a que está restringida.
A esto se suman las fortunas de las personas más cercanas al mandatario, como algunos amigos de la infancia, una mujer que se dice es su examante y hasta un chelista, padrino de una de sus hijas; generadas a través de una compleja red de empresas y bancos en el extranjero, revelada en parte en filtraciones como los Panama Papers.
Un ejemplo de esto es el apartamento de cuatro pisos en un lujoso edificio de Mónaco, que fue comprado en 2003 por 4,1 millones de dólares a través de la compañía Brockville Development Ltd., según reveló el Washington Post. Sin embargo, la propiedad pertenece a Svetlana Krivonogikh, quien tuvo una relación sentimental con Putin hace dos décadas, aseguran informes del Post y The Guardian. La compañía que compró el inmueble se creó poco después de que Krivonogikh, en ese momento de 28 años, dio a luz a una niña.