Compañero de clase del tirador de Texas, Salvador Ramos, afirma que “le encantaba lastimar a los animales”
Presuntamente, el adolescente también amenazó a mujeres con violencia sexual
El tirador de 18 años que mató a 21 personas en Texas la semana pasada tenía un historial de violencia y “le encantaba” abusar de los animales, afirmaron sus compañeros de clase de la escuela preparatoria de Uvalde.
Salvador Ramos era un bravucón que provocaba a otras personas para iniciar peleas y se le vio lastimar perros, afirmaron. Esto refuta la afirmación de la familia de que lo molestaban por tartamudear.
“Iba al parque y trataba de molestar a la gente y le encantaba lastimar a los animales”, le contó su compañero de clase, Jaime Arellano, al Daily Beast.
Otros afirmaron que Ramos se jactaba de torturar animales y transmitía sus actos de maltrato animal en la plataforma francesa de transmisión en vivo, Yubo.
Un usuario de Yubo le dijo a ABC News que Ramos “ponía a los gatos en bolsas de plástico, las colgaba con ellos dentro, los tiraba al suelo y los aventaba a las casas de la gente”. Afirmaron que Ramos mostraba estos vídeos mientras se reía y se jactaba de cómo él y sus amigos “lo hacían todo el tiempo”.
Ramos también supuestamente había amenazado a mujeres con violencia sexual.
Amenazó con violar y asesinar a Amanda Robbins, de 19 años, después de que ella rechazara sus avances sexuales, según CNN. Robbins declaró que vio a Ramos amenazar a otras chicas con “actos similares de agresión sexual y violencia”.
Varias personas denunciaron la cuenta Yubo de Ramos debido a su contenido gráfico y amenazas lascivas, pero se le permitió volver a la plataforma luego de un veto temporal.
Hannah, de 18 años, le contó a la emisora que había denunciado la cuenta de Ramos después de que él amenazara con dispararle a su escuela, violarla y matarla a ella y a su madre durante una transmisión en vivo.
El 24 de mayo, Ramos le disparó a su abuela en la cara y luego condujo hasta la escuela primaria Robb en Uvalde, donde mató a 19 niños y dos adultos con su rifle de asalto comprado legalmente. Lo asesinaron agentes de la Patrulla Fronteriza, pero no antes de que la policía que acudió al lugar ignorara los gritos de los padres desesperados que les pedían que ingresaran a la escuela.
Antes de desatar la carnicería, envió tres mensajes en Facebook. El primero fue: “Le voy a disparar a mi abuela”. El segundo mensaje fue “Le disparé a mi abuela”.
“Voy a dispararle a una escuela primaria” fue su último mensaje antes del ataque.
Los amigos y la familia del tirador habían dicho antes que a Ramos lo molestaban en la escuela, se cortó la cara, disparó una pistola de aire comprimido a personas desconocidas y lanzó huevos a autos en los años previos al mortífero ataque.
Supuestamente tuvo una vida hogareña difícil, sufrió acoso escolar por un impedimento del habla infantil y se desquitaba de forma violenta contra amigos, extraños y su madre.
Santos Valdez Jr, de 18 años, le expresó a The Washington Post que conocía a Ramos desde sus primeros días en la escuela primaria y agregó que fueron amigos hasta que el comportamiento de Ramos comenzó a empeorar.
Valdez describió un encuentro en el que Ramos llegó a un parque donde solían jugar basquetbol con cortes en toda la cara, al inicio afirmó que un gato lo había arañado.
“Luego me dijo la verdad, que se cortaba la cara con navajas una y otra vez”, relató Valdez. “Yo dije, ‘Estás loco, hermano, ¿por qué harías algo así?’”.
Ramos respondió que lo había hecho por diversión, aclaró Valdez.
Adriana Reyes, la madre de Ramos, declaró que su hijo no era un “monstruo”, pero que podía ser agresivo. “Me daba una sensación incómoda a veces, como ‘¿en qué andas metido?’. Puede ser agresivo... si de verdad se enojara”, expuso.
Su padre, también de nombre Salvador Ramos, se disculpó con el pueblo de Uvalde por el acto de su hijo, pero agregó: “No quiero que lo llamen monstruo… no saben nada, hombre. No saben nada por lo que pasaba”.