Deportan a pareja tras 35 años en EE. UU.; vivían en California con sus tres hijas

Gladys y Nelson González construyeron una vida en Estados Unidos tras escapar de la violencia en Colombia. Casi 40 años después, fueron deportados

Io Dodds
San Francisco
Martes, 25 de marzo de 2025 13:15 EDT
Pareja de California deportada tras 35 años en Estados Unidos. Vivían en California con sus tres hijas
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Dos inmigrantes indocumentados sin antecedentes penales en Estados Unidos y padres de tres hijos nacidos en el país fueron deportados tras vivir 35 años en California.

Gladys Gonzales, de 55 años, y Nelson Gonzalez, de 59, residentes de Laguna Niguel, al sur de Los Ángeles, fueron arrestados el 21 de febrero durante una de sus revisiones rutinarias con el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos (ICE). Estuvieron detenidos durante tres semanas y media antes de ser deportados finalmente a su país natal, Colombia, el 18 de marzo.

Según una publicación en GoFundMe, las tres hijas adultas de la pareja, todas ciudadanas estadounidenses, afirmaron que sus padres nunca violaron la ley desde su llegada al país y que estuvieron al día con todas sus comparecencias ante las autoridades migratorias.

Permanecer en Estados Unidos sin autorización es una falta civil, no un delito. En cambio, cruzar la frontera sin documentos sí se considera una infracción penal.

“Esta situación nos tomó completamente por sorpresa”, escribieron las hijas. “Durante casi cuatro décadas, nuestros padres construyeron su vida aquí: criaron a sus tres hijas, apoyaron a su comunidad y celebraron la llegada de su primer nieto”.

“Ahora los tratan como si fueran criminales. Los encierran en centros de detención y los obligan a enfrentar la deportación. Esta situación, cruel e injusta, ha destrozado emocional y económicamente a nuestra familia. Cada día que pasan detenidos es un día robado a su familia, a su comunidad y al hogar que construyeron con tanto esfuerzo”.

Un vocero de ICE confirmó los detalles del caso a The Independent, incluyendo que la pareja no cuenta con antecedentes penales.

Según la agencia, ambos ingresaron a Estados Unidos en noviembre de 1989, cerca de San Ysidro, California, y finalmente “agotaron todas las vías legales para permanecer en el país”.

El caso fue reportado por primera vez por The Orange County Register.

Se trataría de otro ejemplo de la ofensiva generalizada contra la inmigración impulsada por el gobierno de Donald Trump, que —según diversos reportes— no solo ha tenido como blanco a personas con antecedentes criminales graves, sino también a residentes permanentes, mochileros, académicos invitados, solicitantes de asilo, activistas pro-Palestina con estatus legal y migrantes indocumentados sin antecedentes penales.

En ese contexto, funcionarios recurrieron a una ley del siglo XVIII, creada para tiempos de guerra, para deportar a inmigrantes venezolanos a El Salvador y pasaron por alto los procesos legales establecidos. Según el juez del caso, incluso violaron una orden judicial al hacerlo.

Gladys y Nelson Gonzalez llegaron a Estados Unidos durante un periodo de violencia y terrorismo prolongado en Colombia, cuando el gobierno combatía al mismo tiempo a los carteles del narcotráfico y a las guerrillas de izquierda.

Según ICE, Nelson Gonzalez solicitó asilo en 1992, pero las autoridades cerraron su caso en 1998 porque no se presentó a una entrevista.

La agencia indicó que ambos aceptaron salir del país voluntariamente en el año 2000. Sin embargo, trataron de regularizar su situación a través de distintos tribunales y recursos de apelación durante los siguientes 21 años, hasta que en agosto de 2021 “agotaron todas las opciones legales”.

ICE no precisó si los Gonzalez pudieron permanecer en el país después de esa fecha ni bajo qué condiciones. No obstante, históricamente muchos inmigrantes indocumentados con órdenes de deportación han recibido permiso para quedarse, siempre que cumplan ciertos requisitos y se presenten periódicamente ante la agencia.

La permanencia en el país bajo esas condiciones suele responder a razones humanitarias, temas de salud o a una baja prioridad en la agenda de deportaciones.

Traducción de Leticia Zampedri

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