“Dr. Jekyll y Mr. Hyde” o por qué el López Obrador que fue a Centroamérica no llegó a la Casa Blanca
¿Qué hay de los reclamos a Estdos Unidos por el embargo a Cuba? ¿Por qué no se volvió a exigir la inversión en Centroamérica o el financiamiento a Sembrando Vida? La visita de López Obrador fue discreta y sin el tono desafiante que acostumbra el presidente mexicano, de esto escribe Soledad Villa
La reciente visita de Andrés Manuel López Obrador a los Estados Unidos tuvo muchas interpretaciones y no menos críticas. Desde una “operación cicatriz” al desaire que tuvo el mandatario mexicano por la Cumbre de las Américas que se realizó en Los Ángeles a la que decidió no asistir por la negativa de Joe Biden de invitar a los gobiernos de Cuba, Venezuela y Nicaragua; hasta un nuevo esfuerzo del gobierno estadounidense por intentar sanear las relaciones con su vecino del sur.
Sin embargo, además de todo lo que se ha dicho ya de esta visita, falta resaltar la diferencia del tono del López Obrador en su gira por Centroamérica, y del AMLO en la residencia de Kamala Harris, o sentado en la Casa Blanca.
Apenas en mayo, es decir, hace escasos dos meses, López Obrador ocupó la tribuna que le brindó su homólogo en Guatemala, Alejandro Giammattei (quien también se unió a la negativa de asistir a la Cumbre), para exigir al gobierno de Joe Biden, acelerar la inversión en la región que prometió la Unión Americana.
"Son cosas distintas y no se debe de comparar (...) pero ya se aprobaron más de 30.000 millones de dólares para la guerra en Ucrania y llevamos cuatro años, desde que estaba el presidente Donald Trump, planteando que se apoye con 4.000 millones de dólares y, hasta el día de hoy, nada, absolutamente nada", dijo aquel 5 de mayo.
El tono de aquel discurso, de enojo y reclamo, con el que calificó de “inexplicable” esta diferencia entre Ucrania y Centroamérica para Estados Unidos, quedó lejos este martes cuando tuvo frente a sí al presidente de aquella nación.
Tampoco volvió a tocar el tema del financiamiento estadounidense a una versión del programa Sembrando Vida para la región de Centroamérica, que ha sido criticado por su opacidad y falta de resultados tangibles, además de esbozos de corrupción en los que estarían involucrados los propios hijos de López Obrador que se dieron a conocer en una investigación periodística.
El tema del embargo que la Unión Americana mantiene sobre Cuba, del que habló en la isla, en donde cerró su gira por la región, también quedó en el olvido. No es un secreto que el presidente mexicano considera al régimen cubano entre sus preferidos, a pesar de las violaciones a los derechos humanos que se han documentado desde que Fidel Castro tomó el poder.
México incluso invitó en 2021 a Miguel Díaz-Canel, actual presidente de Cuba, en una visita de Estado que coincidió con la celebración de la independencia de México, en la que el mandatario cubano dio un discurso como invitado de honor. Desde esos micrófonos también hubo exigencias y condenas para Estados Unidos.
Antes de la Cumbre de las Américas de junio, López Obrador mencionó el tema en más de una ocasión para justificar su condicionamiento a asistir al evento. Pero ya que estuvo en la Casa Blanca, en donde en verdad tenía oportunidad de tener una respuesta al tema que, a parecer, tanto le interesa, Cuba no salió en la conversación ni una sola vez.
Nada se mencionó.
En cambio, AMLO ocupó alrededor de 12 minutos mientras se hundía cada vez más en la silla, para hablar de Roosevelt y del general Lázaro Cárdenas; luego recordó que México “permite” a los estadounidenses que viven cerca de la frontera cargar gasolina en el país, en donde es más barata gracias al subsidio que opera desde la Secretaría de Hacienda.
Cinco puntos resumieron las “propuestas” que AMLO llevó a Joe Biden, nada que no se haya dicho antes o que ya se esté haciendo ahora, desde programas de trabajo temporal, inversión público - privada, mano de obra para competir con China.
Pero no hubo arengas, no hubo reclamos, no hubo prisa por destrabar los 4 mil millones de dólares de inversión o exigencia de terminar el embargo sobre Cuba. Parece que a la Casa Blanca no asistió el Andrés Manuel que en 5 días recorrió Centroamérica y que tenía tantos cuestionamientos para el gobierno estadounidense. Qué lástima, ¿cierto?