El sesgo racial en la cobertura de los medios occidentales sobre Ucrania es vergonzoso
Es como si la matanza y la invasión fueran solo para imponerse a países habitados por personas negras y morenas
Desde Francia hasta el Reino Unido y los EE.UU., gran parte de la cobertura mediática de la guerra en Ucrania ha estado saturada de prejuicios raciales. Es peligroso, aunque no sorprendente.
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, ordenó a sus fuerzas que ingresaran a Ucrania el jueves luego de semanas de acumulación militar en la frontera, lo que provocó el caos en el país. Cientos de miles intentan huir a un lugar seguro, principalmente a través de las fronteras hacia países como Polonia, Hungría y Rumania.
Ahora, debido a la blancura de los ucranianos y su proximidad al oeste, aparentemente es difícil para algunos comentaristas políticos y reporteros itinerantes comprender cómo pudo haber ocurrido este conflicto. Es como si la matanza y la invasión fueran solo para imponerse a países habitados por personas negras y morenas, y algunos no han tenido reparos en compartir su sentido de alarma con respecto a este giro aleccionador de los acontecimientos, tal vez sin darse cuenta de cómo esto alimenta la ideología supremacista blanca que hace que la vida de los demás no tenga valor.
Un funcionario declaró que cientos de ucranianos han muerto hasta ahora durante la invasión. Según la ONU, medio millón ha cruzado a países vecinos. “Se parecen tanto a nosotros. Eso es lo que lo hace tan impactante. La guerra ya no es algo que afecta a las poblaciones empobrecidas y remotas. Le puede pasar a cualquiera”, escribió Daniel Hannan en The Telegraph.
Entonces, está confirmado: no solo tenemos racismo en las fronteras de Ucrania, donde los refugiados de minorías étnicas informan que se les ha negado protección, tenemos la misma vena de intolerancia en partes de la esfera de los medios internacionales. Esto únicamente sirve para legitimar aún más la deshumanización de las personas que no son blancas y especialmente de aquellas que sufren los conflictos.
Un alto corresponsal extranjero de CBS News, Charlie D’Agata, se disculpó el domingo después de afirmar al aire que el ataque a Ucrania no se puede comparar con las guerras en Irak y Afganistán porque el país de Europa del Este es más “civilizado”. “Este no es un lugar, con el debido respeto, como Irak o Afganistán que ha sido testigo de un conflicto durante décadas”, dijo. “Esta es una ciudad relativamente civilizada, relativamente europea, también tengo que elegir esas palabras con cuidado, donde no esperarías eso, o esperarías que sucediera”.
Al Jazeera English también se vio obligada a disculparse después de que el presentador Peter Dobbie dijera durante una transmisión del domingo: “Lo que resulta conmovedor es mirarlos, la forma en que están vestidos. Estas son personas prósperas de clase media. No se trata de refugiados obvios que intentan escapar de Oriente Medio [...] o del Norte de África. Se ven como cualquier familia europea con la que vivirías al lado”.
“Estamos en el siglo XXI, estamos en una ciudad europea y tenemos ataques de misiles de crucero como si estuviéramos en Irak o Afganistán, ¿se imaginan?”, dijo un comentarista de BFM TV, el principal canal de noticias de Francia, durante una transmisión en vivo. Durante otra transmisión de BFM TV, el periodista Philippe Corbe dijo: “No estamos hablando aquí de sirios que huyen de los bombardeos del régimen sirio respaldado por Putin, estamos hablando de europeos que se van en autos que se parecen a los nuestros para salvar sus vidas”.
Intentando visiblemente contener las lágrimas durante una transmisión desde Polonia, Lucy Watson de ITV News dijo: “Ahora les sucedió lo impensable, y este no es un país en desarrollo del tercer mundo, esto es Europa”.
La corresponsal de noticias de NBC, Hallie Cobiella, dijo: “Para decirlo sin rodeos, estos no son refugiados de Siria, son refugiados de Ucrania [...] Son cristianos, son blancos. Son muy similares [a nosotros]”.
El fiscal jefe adjunto de Ucrania, David Sakvarelidze, le dijo a la BBC: “Es muy emotivo para mí porque veo cómo matan a europeos con ojos azules y cabello rubio”. La presentadora de la BBC, Ros Atkins, se disculpó hoy por no haber cuestionado al fiscal sobre sus comentarios. La rendición de cuentas es bienvenida.
Los medios también han glorificado la resistencia armada de los locales ucranianos ante los rusos de una manera que no se permite a las naciones compuestas por personas negras y morenas. Las campañas de crowdfunding (financiación colectiva) para este esfuerzo se comparten en las redes sociales en este preciso instante, mientras que las donaciones a cuentas monetarias, como PayPal, que se cree que están asociadas con esfuerzos de ayuda pública vinculados a países de Medio Oriente, han sido objeto de sanciones.
El viernes, Sky News transmitió un clip de personas fabricando cocteles molotov (bombas reales) y explicaron con detalles complejos cómo hacer que estos dispositivos sean los más efectivos posibles. ¿Te imaginas si fueran sirios o palestinos? Rápidamente serían tildados de terroristas.
El lenguaje generalizado utilizado en esta cobertura también es revelador. Por ejemplo, a los ucranianos predominantemente blancos se les llama refugiados y no “migrantes”, como se describe a las personas de color, como afganos, sirios, iraquíes y yemeníes. O políticos europeos, como el primer ministro búlgaro y miembro de la Asamblea Nacional de Francia, Jean-Louis Bourlanges, que utilizan palabras como “intelectual” y “calidad” para describir a los ucranianos blancos que buscan refugio en toda Europa, lo que denota un mayor valor y garantiza una bienvenida más cálida en comparación con las indeseables personas de color que normalmente huyen de sus países devastados por la guerra.
Por supuesto, nada de esto es particularmente impactante, ya que viene de una clase política y de los medios occidentales que son predominantemente blancos. Europa tiene un largo camino por recorrer para mejorar la diversidad de los medios. Este también es el caso de los medios estadounidenses, donde el 77 por ciento de los empleados de las estaciones de radio y televisión públicas son blancos en comparación con el 60,6 por ciento de la población, lo que significa que este grupo está sobrerrepresentado en este espacio. Mientras tanto, alrededor del 94 por ciento de los periodistas en el Reino Unido son blancos.
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Al hojear los ejemplos antes mencionados y más, sentí que existíamos en una distopía que, por definición, es una sociedad imaginada que está plagada de inmenso sufrimiento e injusticia. Y luego me di cuenta de que esta distopía está muy presente, y a menudo podemos contar con partes de los medios no solo para racionalizar, sino también para aprobar las desigualdades raciales bajo el pretexto de “ponerlas en contexto”.
Esto es inaceptable. Aunque los medios de comunicación suelen ser una fuerza para el bien, con plataformas como la BBC y Al Jazeera entre las pocas que han informado sobre el racismo en las fronteras de Ucrania, por ejemplo, se necesita una mejora colectiva.
Ahora es el momento perfecto para que cualquiera que esté al frente de las organizaciones de medios y los periodistas que informan sobre Ucrania reflexionen largo y tendido sobre cómo examinar en privado sus propios privilegios y producir una cobertura equilibrada. Tomen este consejo de una amiga y colega crítica, aunque exasperada, que está completamente cansada de la cobertura sesgada sobre mis colegas negros y morenos.