El comité del ataque al Capitolio: por qué los republicanos no podrán “hacer como si nada pasó”
A los republicanos se les acaban las opciones para detener el trabajo del panel del 6 de enero, John Bowden escribe
A pesar de una tormenta de nieve que detuvo el tránsito en una de las carreteras más grandes del Atlántico Medio durante más de un día, los legisladores ya regresan al Capitolio mientras el Congreso vuelve al trabajo.
En la parte superior de la agenda del Poder Legislativo está el trabajo del comité selecto de la Cámara que investiga el 6 de enero, el cual reanudó el trabajo esta semana al emitir una solicitud de cooperación voluntaria a Sean Hannity, uno de los varios presentadores de Fox News que según suplicó al jefe de personal de la Casa Blanca a impulsar a Donald Trump a actuar durante los disturbios.
El comité hizo esa solicitud formal el martes, y señaló que si bien otros trabajos del Congreso pueden tardar en avanzar, el trabajo del comité especial no muestra señales de desaceleración o cambio de rumbo.
Eso significa malas noticias para los partidarios del expresidente Donald Trump, quienes de forma rápida se están quedando sin trucos en sus esfuerzos por impedir que el comité haga más revelaciones dañinas y descubra más detalles minuto a minuto del día en cuestión.
Aquellos que quieren ver frustrado el trabajo del comité ahora en general tienen dos caminos de donde esperar la salvación: la pequeña posibilidad de que la Corte Suprema se ponga del lado de Trump y evite que el Congreso obtenga los registros del expresidente, o la remota posibilidad de que el trabajo del comité continuará hasta el 2023, lo que permitirá a los republicanos la posibilidad de rescindir el panel en caso de que retomen la cámara.
Ambos escenarios son poco probables, según Norman Eisen, quien se desempeñó como consejero especial de la Cámara durante el primer juicio político de Trump.
Las probabilidades de que la Suprema Corte, incluso con tres jueces nombrados por el propio Trump, se pongan del lado del expresidente son escasas, predijo Eisen. Las posibilidades de que los republicanos puedan paralizar el comité por otros medios son aún más escasas.
“No hay forma de que la Suprema Corte dictamine que Trump tiene control sobre estos documentos”, dijo Eisen a The Independent.
“Ahora con las audiencias que comenzarán a fines de marzo o en abril, y el informe provisional que se presentará en el verano, el comité... estará en un punto natural en el que el Congreso y el país comenzarán a concentrarse en el resultado de su trabajo, que son cambios legislativos y quizás remisiones penales a las autoridades federales y estatales”, dijo.
Las posibilidades de que el trabajo del comité se vea afectado por las elecciones de mitad de período de 2022 son bastante bajas, sostuvo Eisen. Esa es una buena noticia para los demócratas, en consideración de la incertidumbre en torno a las perspectivas de mitad de período de su partido, así como la inminente jubilación del representante Adam Kinzinger, uno de los dos republicanos en el panel. La representante Liz Cheney, la otra republicana, se enfrenta a un rival en las primarias respaldado por Trump, pero se ve favorecida para ganar la reelección gracias al reconocimiento de su nombre y su historia en el estado. Los miembros republicanos del Congreso, que se retiraron de forma voluntaria del panel el año pasado, se han quejado de que el comité no debería tener autoridad en el Congreso debido a que su membresía no incluye ninguna representación de los líderes republicanos de la Cámara. Un legislador famoso por apoyar las falsedades de Trump sobre las elecciones de 2020 incluso ha llegado a fingir ser el miembro de mayor rango del comité, a pesar de no estar en el panel y nunca haber asistido a una reunión.
Dado el historial de las investigaciones a Trump en los últimos años, es comprensible el escepticismo de los liberales de que el panel podría resultar en acciones de importancia real. La tan esperada investigación encabezada por Robert Mueller, el fiscal especial del Departamento de Justicia, fue famosa por no haber tenido ningún tipo de consecuencias reales para el expresidente además de unas cuantas condenas menores para algunos de sus aliados en una serie de delitos financieros y cargos de mentir a los investigadores.
La urgencia del problema en torno a las consecuencias que podría enfrentar Trump también recibe tiene una urgencia especial debido al hecho de que sigue siendo el favorito en general para ganar la nominación republicana en 2024, y ha prometido una segunda candidatura a la Casa Blanca prácticamente desde el día en que dejó el cargo.
Si bien los hallazgos del comité pueden no tener un efecto directo en las elecciones de mitad de periodo del 2022, Eisen expresó su confianza en que el propio Trump o sus aliados más cercanos podrían ser considerados responsables de los disturbios y la obstrucción criminal del deber del Congreso de certificar los resultados de las elecciones, así como de otros cargos a nivel estatal. Tales desarrollos podrían remodelar de manera amplia el campo primario republicano del 2024, en caso de que el control de Trump sobre los votantes republicanos se debilite por las revelaciones del panel o los procedimientos penales.
“Sí, creo que hay un conjunto plausible de posibles infracciones criminales... como la obstrucción de un procedimiento del Congreso”, dijo Eisen, y agregó: “Creo que hay una posibilidad sustancial de obtener una posibilidad de remisión contra él u otros”.
También sovacó la idea de que los miembros del Congreso que se cree son testigos materiales de los disturbios, como el representante Jim Jordan, podrían emplear maniobras legales para ocultar sus propias comunicaciones con el equipo de Trump del comité, dado el control demócrata de la cámara.
“La Cámara tiene medidas disciplinarias internas que puede utilizar. Y ha logrado obtener testimonios de miembros antes”, dijo Eisen.
Es poco probable que la investigación dé lugar a una acción que prohíba a Trump volver a buscar el cargo, aunque podría enfrentar una sentencia de prisión si fuera juzgado y condenado por obstruir el Congreso. La verdadera pregunta para los legisladores en el panel es si cualquier revelación potencial sobre el expresidente sería suficiente para romper su dominio sobre el Partido Republicano, o al menos hacer que su marca sea tan tóxica entre los moderadores como para disuadirlo de postularse para el cargo en 2024.
Es probable que el trabajo del comité del 6 de enero y el próximo fallo de la Suprema Corte sobre el derecho al aborto modifiquen la temporada de mitad de período para 2022, lo que presentaría un campo de batalla único y que podría ser ventajoso para los demócratas a medida que avanzan hacia la temporada de mitad de período.
Una encuesta genérica de seguimiento de boletas de Polling USA pareció ilustrar esa realidad esta semana, ya que mostró a los demócratas en recuperación de terreno en las encuestas sobre la elección deseada por los estadounidenses para el partido que controla ambas cámaras del Congreso en medio de una importante caída en el apoyo al Partido Republicano.
Una encuesta similar de The Economist/YouGov indica que los demócratas han tenido una ventaja sobre los políticos republicanos en las boletas genéricas durante varios meses, incluso dados los índices de aprobación bajos de Biden y las disputas entre los demócratas en el Congreso que han retrasado la aprobación de su legislación clave.