¿De qué acusan a Hunter Biden y qué pasará después?
El problema podría perseguir a su padre, el presidente, hasta el 2024
The Washington Post informó una sorprendente noticia el jueves: los investigadores federales creen que tienen un caso imputable contra Hunter Biden, hijo del presidente Joe Biden.
Pero lo que es más interesante es que, durante los últimos meses, han considerado que el caso es suficiente para ir a juicio, según el Post.
La noticia problemática para el presidente surge solo un mes antes de que los votantes determinen el control de la Cámara y el Senado en las cruciales elecciones intermedias de este año. Lo que está en juego es la capacidad de Joe Biden para aprobar cualquier legislación significativa basada en políticas durante los próximos dos años.
También existe la probabilidad de que el rival de Biden, suponiendo que vuelva a postularse en 2024, plantee el tema de su hijo de una manera más efectiva que Donald Trump en 2020. Incluso considerando la posibilidad de que sea el propio Trump quien se postule de nuevo: la noticia del jueves permite a los republicanos perfeccionar con facilidad su ventaja al atacar personalmente a la familia de Biden.
Pero, ¿qué significa realmente el informe del jueves del Post para Hunter Biden y los enemigos republicanos de su padre, y hacia dónde se dirige el asunto?
¿De qué acusan a Hunter?
Depende de a quién le preguntes. Todavía no hay cargos federales o estatales en su contra, y la única noticia de cuál ha sido el enfoque del Departamento de Justicia proviene de filtraciones de la propia investigación a organizaciones de noticias como el Post.
Esas filtraciones, si bien enfurecieron al equipo del joven Biden, indican que los investigadores se están concentrando en dos posibles temas: mentir en un formulario utilizado en el proceso de compra de un arma de fuego y cuestiones fiscales relacionadas con los ingresos de sus negocios en el extranjero.
Está muy por debajo de todo lo que Donald Trump y sus aliados republicanos lo han acusado de cometer durante el tiempo de Biden como vicepresidente y más allá. También está muy lejos de todo lo que sabemos por lo que podría ser procesado, dadas las numerosas fotos y anécdotas de Hunter consumiendo crack por una adicción de años al narcótico ilegal.
No obstante, siguen siendo delitos graves y podrían resultar en que el hijo de Biden enfrente multas masivas o incluso tiempo en la cárcel si lo condenan por cualquiera de los dos.
¿Y las otras acusaciones del Partido Republicano?
El alcance del informe del Post ni siquiera aborda todos los diversos delitos que los políticos republicanos, incluido sobre todo Donald Trump, han puesto a los pies de Hunter Biden durante años.
Los republicanos llevan mucho tiempo alegando que la supuesta “computadora portátil del infierno”, una computadora que se cree que alguna vez fue propiedad de Hunter Biden, contiene evidencia de que Joe Biden estuvo involucrado en los asuntos comerciales extranjeros de su hijo cuando fue vicepresidente. Por separado, también alegaron que las prácticas comerciales en sí mismas eran ilegítimas.
Como resultado, miembros de extrema derecha del Partido Republicano como Marjorie Taylor Greene han alegado que el resultado ha sido que a Joe Biden lo “chantajeen” por el contenido de la computadora portátil. Greene, por su parte, ha alegado que tanto Ucrania como Rusia, dos bandos opuestos de una guerra brutal en Europa del Este, están chantajeando al presidente.
Esas afirmaciones de chantaje y un presidente supuestamente involucrado son la justificación de Greene para presentar cinco artículos separados de juicio político desde que asumió el cargo.
¿Qué pasará después?
Si acusan al hijo de Biden de un delito, es probable que no suceda antes de noviembre, dada la vacilación del Departamento de Justicia de tomar medidas con implicaciones políticas antes de las elecciones. Es probable que ocurra en los próximos dos años, mientras Biden se prepara para una posible candidatura a la reelección en 2024 y se prepara para los inevitables ataques del Partido Republicano centrados en los problemas de su hijo.
Además de las sanciones penales de ser declarado culpable, los problemas legales de Hunter Biden podrían costarle a Biden su imagen confiable antes de una importante pelea de reelección contra (muy probablemente) un Donald Trump que busca venganza. El expresidente habrá tenido cuatro años para perfeccionar el mensaje que los votantes no captaron en 2020 cuando se refirió a la familia de Biden como una “empresa criminal”.
Si el Departamento de Justicia decide no acusar al hijo de Biden, la decisión podría tener el efecto adverso de enfurecer a los partidarios acérrimos de Trump una vez más y disminuir aún más la independencia del Departamento de Justicia ante los ojos de los republicanos.
El asunto resulta más complicado para la agencia debido a la reciente redada del FBI en Mar-a-Lago como parte de una investigación de los registros presidenciales, incluidos documentos clasificados hasta el nivel de “ultrasecreto”. La investigación sobre la supuesta retención ilegal de esos documentos por parte de Donald Trump ha enfurecido a los republicanos y ha generado acusaciones de ataques políticos.
El camino que tiene por delante el Departamento de Justicia sigue plagado de peligros políticos, no solo para la familia Biden, sino también para las propias agencias federales de aplicación de la ley de Estados Unidos.